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Algún día tenía que ser. Hoy me apetece escribir y hablar de fútbol. No en vano, anoche, el Liverpool se clasificó una vez más para la final de la Liga de Campeones.
Uno, que anda ya alejado de vivir como un forofo los triunfos de un equipo determinado, disfruta de las aportaciones exquisitas, de las sutilezas que depara este deporte, en el que, como en todo en la vida, hay unos pocos artistas de primer orden. El famoso gol de Messi al Getafe, de hace unas jornadas, fue una obra de arte, no cabe duda. Con rapidez se le comparó con el de Maradona del Mundial de México; se hicieron montajes ingeniosos de imágenes y voz; se proyectaron los dos goles a la vez para poderlos comparar mejor... ¡Bueno, hay algunas diferencias que conviene tener presentes! Maradona marcó el gol en un Mundial de fútbol y, nada menos, que ante la selección de Inglaterra. Messi lo hizo en un partido de la Liga española al Getafe. Diego ya llegó a lo más alto; para sus miles y miles de incondicionales admiradores es DIosEGO Maradona. A Messi le queda mucho por hacer...
Pero volvamos al Liverpool. Su estadio se llama Anfield y a la entrada del estadio una placa recuerda “This is Anfield”. Decía su más legendario entrenador (Bill Shankly) que esa placa “Está ahí para recordar a los nuestros para quién juegan y para recordar a los rivales, contra quién van a jugar”. Dice John Carlin, en artículo publicado en El Pais (11.3.07), tras eliminar el Liverpool al vigente campeón de la Champions:
“Como toda buena religión, el fútbol tiene su Vaticano, su Meca. Se llama Anfield, el estadio del Liverpool. Si alguien lo dudaba antes del partido del martes contra el Barcelona, ya no dudará más. No era necesario estar ahí. Con verlo por televisión era suficiente para entender lo que se vivió allá esa noche. Fue una experiencia trascendental, en el sentido auténtico de la palabra. Uno oía a aquellas 44.000 almas coreando el himno del Liverpool, You´ll never walk alone (Nunca caminarás solo) y sentía una ola de solidaridad con la humanidad, una conexión con el universo, más allá de las banalidades materiales o los problemas familiares”.
En el mismo artículo, comenta Carlin que “los nuevos dueños del Liverpool, un par de multimillonarios norteamericanos bien mayores, presenciaron el partido desde el palco boquiabiertos. Tom Hicks y George Gillet son grandes amantes del deporte. Hicks tiene un equipo de béisbol y otro de hockey sobre hielo. Pero hasta la noche del martes no supieron lo que era el deporte de verdad, la grandeza del fútbol en su máxima expresión. “He visto muchos eventos deportivos en todo el mundo”, dijo Hicks al final del encuentro, “pero nada que se aproximara a esto”. “Nunca en mi vida”, dijo Gillet, “he visto u oído nada como esto”.
Sigue Carlin: “Un par de días después del partido, comentaba un amigo vasco seguidor de la Real Sociedad, que todos los que nos consideramos devotos del fútbol deberíamos hacer una peregrinación a Anfield, al menos una vez en nuestras vidas”.
He recuperado fragmentos de este artículo porque, como decía al principio, el Liverpool dejó anoche sin final a uno de sus máximos rivales en Inglaterra, al todopoderoso Chelsea del multimillonario Abramovich. Anfield estaba hasta la bandera y el público no dejó de cantar en todo el encuentro (y eso que se alargó con media hora de prórroga y siete lanzamientos de penaltis). Al final, cuando ya la clasificación para otra final estaba asegurada y el Liverpool tendrá la posibilidad de luchar por su sexta copa de Europa, todo el estadio seguía en su sitio y miles de gargantas entonaban en la noche “Nunca caminarás solo” (You´ll never walk alone). Fue un momento de felicidad, realmente hermoso; me sentí “Red”, me sentí “Rojo” y deseo que, pase quien pase esta noche (y ojalá lo haga el Manchester) a la final, espero que el Liverpool vuelva a ser Campeón de Europa porque es un auténtico equipo, sin estrellas rutilantes que eclipsen esos otros detalles importantes que, algunas noches, convierten al fútbol en un deporte especial: impredecible, colectivo y solidario, brillante, artístico, fuerte, pasional e incluso romántico... Con lo bien que cantan los aficionados “reds” no me extraña que esa ciudad sea, a la postre, la cuna de los Beatles.
P.D. 1.- Felicidades a Mercè que nació un 2 de mayo (nadie que nazca en un día histórico y revolucionario como éste, es cualquier cosa) y ya que hemos hablado de fútbol, hoy es también el cumpleaños de David Beckham a quien mucha gente conoce y que no les voy a presentar.
P.D. 2.- Hoy ha llegado Daniel de su viaje de estudios por las Canarias. Para redondear el asunto, llevaba puesta (y aún la lleva) una camiseta del Liverpool...
Ayer por la mañana (5 de mayo), estuvimos en la Escuela de Magisterio de Zaragoza, Sebastián Gertrúdix y yo mismo impartiendo dos talleres a unos 70 alumnos y alumnas de 1º y 2º de Magisterio, divididos en dos grupos. Mientras Sebastián se ocupaba de trabajar “La correspondencia escolar y la asamblea de clase”, yo estaba reflexionando sobre “La prensa en el aula”. Fue una experiencia muy agradable, la de poder compartir ese tiempo con un alumnado con el que habitualmente no estamos en contacto y que se tomó las propuestas de trabajo con interés. Para Sebastián y para mí, que ya tenemos una edad, supuso un esfuerzo añadido el trabajar un sábado por la mañana, pero también para nuestros circunstanciales alumnos y alumnas que, después de cinco días de clase, encontraron la motivación suficiente para renunciar a un paseo por un parque o a unas cañas y meterse cuatro horas de curro en la Facultad. El próximo sábado volveremos otra vez con otros temas. Begoña, Carmen y Juana son las profesoras responsables de nuestra contratación y las que nos acompañaron en todo momento.
En mi caso, les mostré algunas maneras de archivar materiales de prensa para uso del maestro y como base de datos o archivo para usar en clase; “libros” de consulta confeccionados con materiales de prensa; elementos de publicidad que pueden servirnos para realizar propuestas creativas de trabajo; las posibilidades de trabajar también con los pc-tablets; la confección de marcapáginas con columnas de opinión..., entre otras cosas. Cada asistente vino al aula con un periódico, tijeras, pegamento y estuche. Se trataba de un taller y había que trabajar. Repartí un cuadernillo de 16 páginas (“El periódico en clase”), con el que vengo trabajando en sexto de primaria, por espacio de un trimestre, con alguna adaptación. Hicimos un repaso a las propuestas incluidas en el interior para que, seguidamente, fueran trabajando y desarrollando algunas de ellas. Éramos conscientes de la imposibilidad de hacerlas todas (dispusimos de una hora y media con cada grupo), pero fue suficiente para tomar conciencia de algunas de las posibilidades pedagógicas que tiene el trabajo con prensa en las aulas.
El cuadernillo de trabajo presentado propone leer y colorear un cómic sobre cómo se hace un periódico; mirar con detenimiento la portada para encontrar todos los elementos informativos que en ella aparecen; componer una portada de un periódico imaginado; encontrar, recortar y pegar las secciones del periódico; observar detenidamente todos los elementos de una noticia; trabajar con una noticia de actualidad (en nuestro caso, yo aporté la noticia y ellos debían hacer una propuesta de trabajo para niños y niñas de sexto de primaria); con un puzzle de fragmentos de titulares, se propone crear algunos titulares de nuevas noticias y luego desarrollar una de ellas como si fuésemos periodistas avezados; desarrollar una propuesta de escritura similar a un modelo que se aporta; localizar palabras con alguna dificultad ortográfica para trabajar con ellas; localizar nombres geográficos de España o del resto del mundo y situarlos en mapas, con ayuda del atlas; dados varios titulares de noticias violentas, pacificarlos tapando algunas palabras y escribiendo otras encima y colorear un ABCdario, en formato cómic. A la hora de confeccionar un cuadernillo de actividades, podemos elegir éstas u otras propuestas y trabajar con este cuadernillo no quiere decir que no se realicen simultáneamente otras acciones: mantener la cartelera de la clase actualizada, invitando a que niñas y niños se lleven cada día algunas de las noticias expuestas para leerlas en casa; aportar noticias de actualidad para trabajar toda la clase con ellas; escribir diariamente en el “Cuaderno de noticias” la reseña de la que hemos comentado a primera hora de la mañana; confeccionar un dossier de viñetas humorísticas para “darlo a leer”; coleccionar titulares divertidos de noticias de la prensa “seria”; utilizar las ediciones digitales para comparar primeras páginas, pacificar o humorizar algunos titulares, etc.
El CNICE (Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa), dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, oferta todos los años, entre sus cursos a través de Internet, uno que se llama “La prensa. Un recurso didáctico”, lo que demuestra que sigue considerándose vigente y recomendable el hecho de llevar la prensa a las aulas y trabajar con ella.
P.D. Por cierto, la prensa de ayer reproducía un foto de un ex presidente del Gobierno (procuro no nombrar a los malos), con una botella en la mano, momentos antes de pronunciar algunas declaraciones desafortunadas sobre las campañas de prevención de accidentes de la DGT. ¡Cómo está el hombre, tantos años al lado de una "botella"...!
Éste ha sido el último libro leído en voz alta en clase, hasta el momento En unos días veremos la película y podremos organizar un libroforum en torno a ambas cuestiones: la literatura y el cine. Hoy quiero hablar poco, porque quiero que sea Santi quien comience aportando una serie de cinco opiniones de alumnos y alumnas, hablando de la lectura del libro señalado. Copio sus palabras:
“Matilda... Así se titula el libro escrito por el maravilloso Roald Dahl, con el que en clase estas últimas semanas hemos disfrutado. La idea de leerlo era simplemente porque es uno de esos libros que en la vida literaria de una persona, no debemos dejar escapar. Bueno, también para hacer un pequeño experimento: comparar los sentimientos que nos produjo la lectura del libro, con los sentimientos que nos produzca la visión de la película. Esto será una buena lección. Vale más imaginar tu propia película, a través de un libro, que ver lo imaginado por otra persona en una pantalla. Con esto, mi intención no es ofender al cine; lo que quiero decir es que la literatura cruza las fronteras de la imaginación. Más aún, sabiendo que cada uno de nosotros tenemos una diferente forma de pensar, lo mejor es que cada libro imaginado por cada uno de nosotros es único. Nunca los pensamientos han sido iguales porque si no la vida habría sido aburrida...Matilda ha sido leído por nuestro profesor (Mariano). Yo le agradezco mucho lo que hace por nosotros. Se esfuerza mucho para que nos encaminemos por la senda de las buenas personas. El relato de Dahl nos enseña la vida de una niña superdotada llamada Matilda. He conocido la forma de pensar de la niña y ahora forma parte de mis recuerdos. En la vida de la literatura, a Matilda la veo como a una heroína porque se enfrenta con unos padres ignorantes y una temible directora. Dice Matilda tener curiosidad por dónde se van los profesores cuando salen de clase; ella lo descubrió y se llevó una desagradable desilusión. Todas las profesoras que he tenido, aún siguen siendo enigmas sin descubrir. Este libro me ha hecho sentir triste, desilusionado, alegre, emocionado... Esta clase de libros que te hacen sentir bien, son los libros que se adentran profundamente en nuestros sentimientos. Una cosa más; esta clase de libros, te dejará sin palabras...”
A mí lo que me ha dejado sin palabras es la lectura de este bellísimo texto de Santi, un niño con una sensibilidad especial; un niño que llegó de Colombia hace ya unos años. Sigo copiando algunos comentarios de interés de otras niñas y niños. Por ejemplo, Roberta, que vino el pasado curso de Rumanía sin conocer el castellano y que se expresa ya con un gran dominio del idioma, como se puede ver en este fragmento de su texto:
“El libro es una pasada. Desde el día que vi la “peli” soñaba con ser como Matilda y poder hacer las cosas que ella hacía. Lo que nunca soñé fue tener unos padres como los suyos. A mí siempre me gustó que mis padres cuidaran de mí y me animaran a hacer las cosas que yo pensaba que no podría hacer. Lo que me encantaría ahora es tener una profesora como Jenny, que es asombrosa, aunque estoy muy agradecida con el profesor que tengo ahora. Me fascinan los pensamientos de Matilda y los sentimientos que ella tenía hacia su profesora, hacia su gente. También es fascinante lo mucho que ella deseaba ir a la escuela y las muchas veces que le pedía a su padre que la apuntara en algún colegio para que ella pudiese aprender más y más cosas”.
Tomamos ahora un fragmento del texto de Kamile, que llegó del frío, de la lejana Lituania y que nos cuenta lo siguiente:
“Antes de leer el libro con Mariano, había visto la película hace mucho tiempo. Por lo que recuerdo, me ha gustado mucho más el libro que la película porque escuchando la lectura del libro (o leyéndolo) te imaginas a tu gusto a los personajes, los paisajes, etc.Aún no me he hecho la idea de cómo a los padres de Matilda no les importa su hija... Me gustaría volver a leer el libro porque me gusta imaginar cosas y, sobre todo, cuando lo que leo es un libro tan interesante. Cuando Mariano nos leyó el libro, en algunas partes del mismo me emocioné, porque seguramente no me esperaba lo que oía. Si yo fuera una niña como Matilda, también haría lo mismo que hizo ella: cuando su madre se iba a jugar al bingo, ella iba a la biblioteca”.
Le toca el turno a Guillem, nacido en Fraga, quien nos dice en un cuidado texto:
“Este libro me ha hecho ver que en la vida nos podemos encontrar obstáculos, pero que los tenemos que superar, por muy duros que sean. También he visto que el autor quiere reflejar la soledad o el descuido que presentan algunos padres hacia sus propios hijos.La verdad es que yo nunca me había imaginado un personaje como éste. Al autor, si pudiera hablar con él le preguntaría muchísimas cosas sobre esta obra. Luego también tenemos las ideas que propone el autor de cómo timan a la gente; no sé si el serrín que ponía el padre de Matilda en los coches funciona o no funciona...El final me parece justo. Matilda se queda con su profesora ya que las dos, de pequeñas, habían padecido falta de atención por parte de sus padres o tutoras. Es un final precioso”.
Por último, para no alargarnos más, recojo las palabras de Andrea que vio la luz en la marinera Galicia, pero que ya lleva unos años por estas tierras:
“El mundo de Matilda son los libros. En ellos encuentra todo aquello que su familia no puede darle, ya que tanto sus padres como su hermano son unos auténticos ignorantes que no la comprenden y la ven como un bicho raro. Lo que más me ha llamado la atención de este libro han sido: los lugares donde transcurría la historia: la casa de la señorita Honey, el colegio de Matilda, el lugar donde trabajaba su padre... Y, sobre todo, los personajes: la señorita Honey, con lo buena y comprensiva que era, la directora Trunchbull con lo mala que era, el gran timador que era el padre de Matilda, la creída de su madre y la gran protagonista, Matilda. Este libro, sinceramente, me ha gustado mucho. Hay muchas niñas y niños en el mundo con capacidad suficiente para estudiar y no pueden porque sus padres piensan lo contrario”.
Bueno, después de opiniones tan sesudas, lo mejor es acabar ya este texto que, probablemente, se enriquecerá con más comentarios cuando veamos la película todos juntos la semana próxima. Me siento realmente contento de poder escribir aquí estos comentarios de Santi, Roberta, Kamile, Guillén y Andrea, niñas y niños procedente de geografías tan dispares, compartiendo una geografía común: la de la literatura.
1.- Hace un rato que he llegado de Zaragoza. Es sábado por la tarde y estoy algo cansado. La semana termina mañana, en domingo, como es habitual, y, antes de acabar, ya la estoy rememorando porque ha sido larga e intensa.
Pasé el lunes en Madrid, en la reunión de primavera de la RED de Selección de libros infantiles y juveniles. A esta reunión a la que solía acudir Mercè fui más con el ánimo de aprender que con los deberes hechos. Fue intensa, pero agradable y jugosa. Pude saludar a José Luis Polanco, Pablo Barrena, Loles González, Luismi, Paco Abril, Gustavo Puerta, Nerea Alzola, Victoria Fernández, Amparo Vázquez, Anita, Amalia, Asun, Elisa, Mercedes, Kika, Manolo, Luis,... representantes de diferentes colectivos, asociaciones, medios de comunicación especializados que, tras la lectura de una larga lista de libros de LIJ eligen aquellos que son dignos de ser recomendados para que los mediadores puedan ver facilitado su trabajo de selección. Con la lista que pasa la criba definitiva se elabora una publicación (“Libros escogidos de Literatura Infantil”) que es ampliamente repartida. Hasta el momento se han publicado ya tres libros para las franjas de edad: 3-7 años (2003-2004); 8-11 años (2004-2005) y 12-15 años (2005-2006). Regresé por la noche, el día en el que los trenes AVE alcanzaban la velocidad de 300 kilómetros a la hora y en dos horas recorrimos la distancia entre Madrid y Lérida.
2.- Durante las tardes del lunes, martes, miércoles y jueves de esta semana, en la biblioteca escolar del colegio Miguel Servet de Fraga, las madres “CUENTALIBROS” se han ocupado de mostrar su trabajo y acariciar con palabras e historias los oídos de todos los niños y niñas del centro. Su trabajo sigue siendo sorprendente, generoso y ejemplar. Consiguen atrapar a los espectadores con las historias seleccionadas y con los materiales que se han fabricado para contar el libro o el cuento correspondiente. Trabajábamos bajo el lema “VIVIR, SENTIR, CONVIVIR” y ahora, tras ese clímax de la palabras contada, queda una exposición de libros, otra de trabajos plásticos y literarios de todo el alumnado del cole y dos retos: para los pequeños (a partir del lunes próximo) completar un póster con doce ilustraciones, sacadas de libros y para los mayores, completar un álbum de cromos, con treinta de ellos, sacados de otros tantos libros que podrán consultarse y leerse también en la biblioteca. Ese recinto sigue siendo mágico, cuando se dinamiza y cultiva de manera regular, y a quienes estamos en ello, nos ofrece la posibilidad de esforzarnos por ser cada vez más imaginativos y precisos en el diseño de actuaciones y en la elaboración de propuestas y materiales para todos los niños y niñas del colegio. ¡Cómo nos gustaría que las familias participaran aún más en esas actuaciones y entraran en la biblioteca a ver los trabajos de sus hijos e hijas...!
3.- Decía al principio que acabo de llegar de Zaragoza. Tal como quedó anunciado en otro texto anterior, Sebastián y yo hemos vuelto a la Facultad o Escuela de Magisterio de la capital aragonesa. Hoy los talleres eran otros. Sebastián se ocupaba de acciones para estudiar y conocer mejor el medio geográfico, histórico, etnográfico y natural de la localidad donde cada cual trabaja y yo me he centrado en cuestiones relacionadas con la creatividad y la poesía. Hemos vuelto cansados, pero encantados. El comportamiento, atención e interés del alumnado ha sido ejemplar y, recogiendo sus opiniones, se han sentido muy honrados con nuestra presencia, con el hecho de que les hayan dado clase dos maestros en ejercicio y con el mensaje global que les hemos querido transmitir: “En la escuela siempre está todo por hacer. Hay un margen importante para hacer del oficio de maestra o de maestro un trabajo digno, sugerente e innovador. Se pueden vencer las dificultades si contamos con una voluntad fuerte de diseñar un camino sólido y nuevo. Es mejor contar con referencias y apoyos, pero en las peores circunstancias también es posible trabajar por humanizar la escuela, por convertir la experiencia escolar en inolvidable para chicos y chicas. Ellos y ellas deben ser el centro de nuestra actuación y hay que promover actividades divergentes que puedan ser resueltas por todos y todas...” Begoña Vigo (profesora de la Facultad) ha estado atendiéndonos en todo momento y nuestro amigo Pepe López ha acompañado las esperas anteriores y posteriores a las sesiones de trabajo. Hemos compartido conversaciones y risas y hemos vuelto satisfechos de haber podido tomar contacto con quienes serán en un futuro próximo maestros y maestras afrontando retos importantes en distintas aulas de diferentes localidades aragonesas.
P.D. Mañana por la mañana, espero acercarme hasta la feria MercoEquip, de Fraga, para visitar el stand de la Comarca de Sobrarbe y saludar a quienes hayan bajado hasta la capital de Bajo Cinca en representación de mi comarca de nacimiento; ésa donde uno tiene raíces hondas.
Esta es una nueva narración de lo acontecido en la Biblioteca Escolar del colegio donde trabajo, durante parte del segundo y del tercer trimestre del curso 2006-2007
¿Hay algo más vivo que una maleta circulante, llena de libros, que va de aula en aula? Así comenzó esta actividad organizada desde el Seminario de BLI del CEIP Miguel Servet de Fraga, que se ha desarrollado a caballo del segundo y el tercer trimestre de este curso escolar.Los libros, seleccionados del fondo de nuestra biblioteca escolar hablaban de la amistad, de los miedos, de la adopción, de las diferencias que nos hacen únicos y únicas, del cuidado y la protección, del amor, de las dificultades, de la ayuda que prestamos y nos prestan, de la soledad y la compañía, del respeto a los demás, de los gustos y aficiones personales, de la guerra, de la agresividad, del beso y del abrazo, de la pérdida y el consuelo…
Las maletas circulantes. En cada una de las maletas (preparamos tres para otros tantos niveles), había unos treinta libros que hablaban de esas y otras circunstancias que requieren frecuentes reflexiones en las escuelas, al hilo de cómo cambia el dibujo social de quienes acuden a ellas. Una maleta recorrió las seis aulas de infantil; los contenidos de la segunda fueron leídos por niñas y niños de 1º, 2º y 3º de Primaria y la tercera estaba destinada a los de cuarto y los dos niveles del Tercer Ciclo. Cada maleta permanecía tres semanas en las dos aulas de un mismo nivel. Los libros de las maletas eran leídos en voz alta por la maestra o el maestro, o en voz baja y silenciosa, por parte de los niños y niñas de cada aula. Cada maestra o maestro aprovechaba ese fondo lector para comentar, trabajar específicamente, realizar alguna actividad oral de libroforum, tratar de que niños y niñas se quedasen con la esencia del libro o con sus reflejos en la vida de cada uno y cada una… Es decir, en la línea de lo que apunta el título de la actividad: qué sentimientos han aflorado con la lectura, qué aspectos de la convivencia se potencian, hasta qué punto nos vemos reflejados… No debemos olvidar que, con frecuencia, los buenos libros nos interrogan, nos ofrecen soluciones a situaciones críticas, responden a preguntas que nos hacemos y nos proporcionan marcos interesantes de referencia.
El trabajo derivado. Se elaboraron tres plantillas para pedir tres tipos de colaboración escrita y plástica: a las niñas y niños de infantil, un dibujo sobre alguno de los cuentos leídos o sobre algunas palabras claves de la convivencia; a los del Primer Ciclo, un dibujo y un texto en la misma plantilla, convenientemente dividida por la mitad, respondiendo al título de “Así soy yo”, y a los del Segundo y Tercer Ciclo un texto personal, descriptivo y reflexivo bajo el título “Soy único y diferente” y un dibujo personal o un autorretrato. Todo ello con la intención de exponerlo, al final de la actividad, después de haberlo encuadernado por cursos. Material que, como en ocasiones anteriores, se guardará en la biblioteca escolar, como “material de la memoria”.
Las madres. Las madres colaboradoras de la biblioteca volvieron a realizar un trabajo modélico y generoso. Su aportación es decisiva para que la biblioteca escolar de nuestro colegio camine con una definición y una línea decidida y envidiable. Las que trabajan en la ornamentación de la sala de lectura, se ocuparon en esta ocasión de dibujar palabras relacionadas con la convivencia; palabras de gran tamaño que, una vez pintadas y decoradas, se colgaron del techo de la biblioteca y allí siguen poniendo ese punto de color y sorpresa, tan agradables.Otro grupo de madres, eligieron algunos libros y prepararon los materiales necesarios para contarlos. En el “Cuentacuentos” (aunque yo lo llamaría, mejor aún: “Cuentalibros”) narraron las peripecias escondidas en “El rey con orejas de caballo”, “Los animales vergonzosos”, “La ratoncita presumida”, “El pez arcoiris”, “El huevo más bonito del mundo”… Nada como las palabras ofrecidas de manera gratuita y cálida para generar un clima de atención, reflexión y silencio. Nada como ser niña o niño y sentir de tiempo en tiempo que te acarician con palabras pronunciadas desde el compromiso y el trabajo ilusionado.
Los materiales regalados. Nuestra biblioteca escolar se ha distinguido siempre por el diseño y edición de materiales relacionados con los temas de trabajo; materiales complementarios a la lectura. En esta ocasión, todos los niños y niñas recibían el marcapáginas de costumbre, al finalizar la sesión de “Cuentalibros”. Posteriormente, las niñas y niños de Infantil y Primer curso de Primaria recibían un póster con doce cromos en color para pegarlos en él. Al lado de cada rectángulo destinado al cromo correspondiente se leía una breve frase que orientaba sobre la elección de la ilustración: “Estoy triste. Me divierto viajando con mis amigos. Me ayudan a decir bien las palabras. Me gusta estar solo. Ayudamos a nuestros abuelos y nuestras abuelas. Me gusta que me lean. Nos abrazamos. Nos gusta estar juntos, queriéndonos…” Los niños y niñas del resto de los cursos de Primaria recibían un álbum y treinta cromos. En cada página del álbum había espacio para pegar tres cromos y al lado de cada uno, un texto extraído de alguno de los libros que habían circulado por las maletas.Todos los cromos, eran ilustraciones en color sacadas de los libros que tenemos en la biblioteca (de hecho, los treinta libros de donde se han sacado los treinta cromos están expuesto en dos maletas abiertas en la biblioteca para que el profesorado acuda hasta allí a completar el álbum con sus chicos y chicas y puedan ver y leer los libros, localizar las ilustraciones originales, etc.) La lectura de los fragmentos del álbum lleva a la lectura de los libros completos, proponiendo una traslación natural de unos a otros y también un cultivo indirecto del gusto estético al apreciar las cuidadas ilustraciones como fragmentos de un mensaje más global: nos mueven los sentimientos; los sentimientos son un motor universal: ordenan las relaciones y contribuyen (de manera positiva o negativa) a definir la convivencia.
La biblioteca escolar debe propiciar, con diversas estrategias, el encuentro frecuente del alumnado con los libros, objetos preciosos de breve geografía que nos abren horizontes, que nos proponen reflexiones y nos dibujan caminos de solución para algunos de nuestros problemas. Con todo el planteamiento anterior quisimos acercarnos a ello, como siempre hacemos, con algo de imaginación, un punto de sorpresa y muchas, muchas ganas.
Hace ya unos años que elegí esa Comunidad para realizar esta salida especial que comienza un lunes a las seis de la mañana y termina el viernes de esa misma semana hacia las ocho de la tarde. Fernando y Ana (maestro y maestra del colegio), me acompañaron en esta ocasión. En mi caso, flotaba por ahí una sensación extraña, porque hace dos años, no pude salir de viaje ya que unas horas antes, el corazón me jugó una mala pasada y tuve que quedarme en Fraga...
Nos alojamos en el pueblo de Isla y en el hotel Benimar, donde nos tratan muy bien. Este año hemos estado solos en el hotel y, por tanto, con mucha tranquilidad y con mucha puntualidad en los desayunos, comidas y cenas. El tiempo ha sido bastante bueno. No hemos visto el sol, es verdad, pero tampoco ha llovido, mientras por gran parte del país han caído tremendas tormentas y aguaceros que han desbordado ríos y barrancos y causado múltiples daños. Las únicas incidencias destacables han sido la imposibilidad de subir en el teleférico de Fuente Dé, porque estaban revisando la maquinaria, los cables, etc. y un par de viajes a centros de salud para que les echaran un vistazo a dos o tres chicas y chicos que andaban con algo de fiebre y doloridos. Las noches han sido bastante plácidas y el personal ha dormido lo aconsejado.
En el viaje de ida (día 21), iniciado a las seis de la mañana, paramos en Burgos y visitamos la catedral gótica, ya sin andamios y con acceso (pagando) a casi todo el interior: coro, retablo central, tumba del Cid... Comimos en La Población, a orillas del Embalse del Ebro, lleno como nunca. Terminada la comida, subimos por el puerto del Escudo y nos introdujimos en territorio cántabro, ya sin parar, viendo valles, laderas pobladas de hierba o de bosquecillos de eucaliptus, ríos rápidos y caudalosos, vacas y caballos pastando o acostados sobre la mullida hierba. Llegados a Isla, ocupamos las habitaciones y salimos a reconocer el pueblo y sus playas.
El día 22 viajamos hasta Pedreña, para coger una barca y llegar por mar hasta Santander; estaba lloviznando levemente y cuando llegamos a la capital había cesado la lluvia. Allí nos recogió el autocar y nos llevó al Faro y de allí a la península de la Magdalena. Caminamos todo su perímetro disfrutando de un paisaje muy hermoso y atravesamos –ya de regreso- la playa del Camello, la de la Concha para llegar a la del Sardinero. Hacía un viento molesto y un ambiente fresco; todo ello unido a la plaga de medusas que vimos depositadas sobre la arena, nos hizo desistir de bañarnos. Comimos en los jardines cercanos y nos fuimos a Santillana del Mar. Recorrimos con algo de velocidad sus calles y regresamos apresuradamente al autocar para irnos a la Neocueva de Altamira. Hicimos la visita en dos grupos y visitamos también el museo que hay en las mismas instalaciones. Como la tarde seguía muy nublada y con amenaza de lluvia, volvimos de nuevo a Santillana para acabar de ver la población con tranquilidad y pudimos hacerlo sin más problemas.
El día 23 viajamos, cruzando Cantabria, hasta Unquera (famosa por las corbatas) y allí comenzamos la ruta del río Deva y el desfiladero de La Hermida. Llegamos hasta Potes, que es centro comarcal y población de regias construcciones y de excelente gastronomía. Seguimos viaje hasta Fuente Dé, para llevarnos la sorpresa menos agradable del viaje. Ese día y el siguiente, el teleférico no funcionaba porque lo estaban revisando. Es evidente que echamos a faltar un gran letrero a la salida de Potes que anunciase tal circunstancia, para evitar llegar hasta allí (hay que ir de propio) y darse la vuelta. Aprovechamos para caminar un rato adentrándonos en el bosque y pudimos fotografías, a la vuelta, el rótulo de un establecimiento comercial, cuyo nombre nos resultó curioso: “Farmacia Codorniu”, pensando en el principal componente de los jarabes que allí se venden... De regreso paramos en San Vicente de la Barquera y en el hospital de Torrelavega a hacerle una radiografía al pie de una niña. Lo del hospital acabó bien, pero por la noche, el Milan nos amargó a algunos la final de la Copa de Europa. Jugando como habitualmente hace, con bastante racanería, pero con la suerte de cara, derrotó al Liverpool y nos mandó a la cama contrariados.
El día 24 elegimos quedarnos en Isla e ir a la playa, a pesar de la bruma que tapaba las montañas de los alrededores y del intenso nublado. Chicos y chicas jugaron en la playa y se bañaron, a pesar también de que la temperatura del agua era fresquita. Comimos en el hotel (el resto de los días siempre comimos de pic-nic) y por la tarde viajamos al Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Pudimos ver una exhibición de vuelo de rapaces que nos dejó muy impresionados, por su majestuosidad y su dominio del aire (y lástima, porque las condiciones meteorológicas aconsejaron terminar antes de hora y ello nos privó de ver algunas otras escenas espectaculares). Con el resto de los animales tuvimos desigual fortuna: vimos trece tigres desde muy cerca; algunos osos pardos en posiciones divertidas; avestruces; jirafas cortejando; elefantes muy alejados; cebras, hipopótamos y rinocerontes; diferentes grupos de cérvidos; el pequeño zoo doméstico...
El día 25 salimos en dirección a Bilbao. Nos costó entrar en la ciudad por un atasco potente. El Guggenheim se ofreció, espectacular, ante nuestro ojos. Entramos dentro y nos acongojó también su grandiosidad, los espacios interiores. Visitamos la sala “La materia del tiempo” de Richard Serra y caminamos a través de su obra; a través de pasajes estrechos y anchos, comprimidos y amplios, modestos y colosales... Recorrimos con admiración varias salas en las que se exponían obras de gran tamaño del artista alemán Anselm Kiefer. Algunos de los temas representados tienen que ver con el sentimiento de pérdida y la melancolía y con la convicción de que la memoria debe preservarse como único modo de asimilar los traumas de la historia del hombre. Visitamos también otras salas con obra pictórica de Pablo Palazuelo (350 dibujos, gouaches, pinturas y esculturas). Comimos a la salida y emprendimos, ya sin más pausas que las reglamentarias, el viaje de regreso, llegando a Fraga, después de que hubiese descargado en la ciudad un tormentón de aúpa, a las veinte y cuarenta y cinco horas.
P.D. Para felicitar a mi hija Ana, por su cumpleaños. El año que hacía sexto de Primaria, conmigo como tutor, estábamos -tal día como hoy- en Cantabria también. Hoy no podemos estar juntos, pero nos vemos en breve.
Ayer estuvimos en Madrid, en la entrega oficial de los diplomas que acreditaban a los centros de enseñanza que vieron premiadas las trayectorias de trabajo de sus bibliotecas escolares, en la convocatoria de 2006.
El acto comenzó a las 11 y media de la mañana en el salón de actos de la Biblioteca Nacional. Hubo reencuentros y saludos previos con amigas y amigos que se acercaron al acto o que habían sido premiados también.
Desde el CEIP Miguel Servet de Fraga fuimos a Madrid, el Director Juan José Pueyo y los dos responsables de la biblioteca escolar: Mercè Lloret y Mariano Coronas. Intervino, en primer lugar, Rosa Regás (como anfitriona, al ser la Directora de la B.N.). Seguidamente se leyó la orden ministerial de concesión de los premios. A continuación fuimos viendo unos vídeos, filmados en los centros ganadores de cada una de las categorías y se pasó seguidamente a la entrega de los diplomas. Mercè Lloret Barrau recogió, de manos del Secretario General de Educación y Ciencia (Alejandro Tiana) el correspondiente al Ceip Miguel Servet. Entregados todos los diplomas, leí el discurso de agradecimiento, en nombre de los premiados, que me habían encargado y cerró el acto el Secretario General. Luego nos hicimos algunas fotos y se sirvió un generoso ágape que fue muy bien acogido por los asistentes. El Diputado fragatino José Mª Becana nos acompañó en el acto y también estaba presente Carmen Martínez (Directora General de Política Educativa de la DGA).
Por la tarde, José Mª Becana, junto con la Diputada montisonense Mª Teresa Villagrasa, nos llevaron al Congreso de los Diputados y pudimos disfrutar de una tarde especial comiendo, visitando, caminando, departiendo por distintas zonas del edificio del Congreso. Especialmente agradable fue el saludo y el reencuentro con el amigo Labordeta. Bueno, y ya no quiero cargar más el texto, porque lo que quiero es dejar, a continuación el discurso que escribí y leí ayer en el salón de actos de la Biblioteca Nacional:
“Quiero comenzar este breve parlamento, celebrando y agradeciendo la sensibilidad de las personas organizadoras de este acto. Realizarlo en una de las estancias de la Biblioteca Nacional, la Casa en la que se guardan todas las palabras que fueron escritas, me parece una decisión digna de ser reseñada y puesta de manifiesto.
Igualmente quiero dar las gracias a quienes me han señalado y honrado con el breve cargo, pero muy agradable encargo, de hacer de portavoz de los representantes de las bibliotecas escolares premiadas en la convocatoria de 2006.
Es evidente que los premios que aquí se van a entregar, distinguen a las bibliotecas escolares que han mantenido una serie de buenas prácticas relacionadas con la dinamización y la innovación. Hablamos, por tanto, de animación y fomento de la lectura y la escritura, de educación documental, de dinamización cultural de los centros, de estímulos a la participación. Pero no olvidemos que detrás de cada una de esas bibliotecas escolares hay personas; en algunos casos una o dos, en otros, algunas más, responsables de aportar la ración diaria de imaginación, trabajo y esperanza para hacerlas posibles, para que permanezcan vivas y sugerentes; para hacerlas definitivamente necesarias. Este reconocimiento, viene a darles la razón, a poner en valor su trabajo silencioso, a veces ignorado, otras obstaculizado, con frecuencia, no suficientemente valorado...
Una biblioteca escolar debería ser, un espacio de encuentro de los miembros de la comunidad educativa. Un equipamiento escolar como la biblioteca, permite la democratización de los medios y materiales de aprendizaje; es compensadora de desigualdades; es un espacio civilizador y cooperativo para compartir tiempos, trabajos y lecturas; es depositaria de la memoria impresa del centro escolar y un lugar inagotable de aprendizaje; posibilita el acceso a diversas fuentes informativas y es potenciadora de los hábitos de lectura, de escritura, de estudio e investigación... Y creo, además, que una biblioteca escolar es también el conjunto de personas que la aprecian y la usan; la red de complicidades e intercambios que genera; los beneficios emocionales que provoca; las relaciones que estimula y alienta... Porque alrededor de la palabra leída, contada, escuchada, dibujada, imaginada... hay siempre beneficios invisibles o difíciles de explicar.
Y a pesar de todo lo anterior, las bibliotecas escolares no tienen asegurado su futuro. Tienen que convivir, en un frágil equilibrio, con el libro de texto único; con metodologías de trabajo que las ignoran; con una crónica e injustificada invisibilidad; con escuálidos presupuestos para renovar fondos y aportar novedades; con la falta de formación del profesorado para usarlas y con la ausencia de bibliotecarios escolares que se ocupen de las mismas con un horario suficiente.
Es indudable que estos premios y algunos planes estatales y autonómicos tratan de paliar esas carencias, pero todavía queda mucho por hacer. Quienes llevamos ya unos años en estos menesteres, sentimos que el tiempo pasa, que vamos inexorablemente camino de la jubilación y que probablemente no podremos asistir en activo a la consolidación de algunos de nuestros anhelos. Pedimos, no obstante, que el Ministerio de Educación siga liderando a las Consejerías homónimas de las Comunidades Autónomas y juntos den un impulso definitivo a las bibliotecas escolares: ampliando y consolidando aquellas que han demostrado un eficaz funcionamiento y poniéndolas en pie allí donde todavía no existen.
Estamos en un acto institucional de entrega de premios y, por tanto, ante una oportunidad de disfrutar de este momento. Es por ello que me gustaría reservar para la parte final de esta alocución la lectura de un pequeño ABCdario, de una relación alfabética de los efectos fantásticos que puede producir la biblioteca escolar. En su seno ocurren cosas realmente maravillosas; cosas que pueden percibirse con uno o con varios sentidos y que están al alcance de la mano, de los ojos o de la sensibilidad de quienes acuden a ella, porque en una biblioteca escolar:
Acunan Afectos – Bogan Bucaneros – Cuentan Cuentos – Duermen Duendes – Enseñan Encantamientos – Fabrican Fantasía – Guardan Golondrinas – Habitan Héroes – Iluminan Ilusiones – Juntan Júbilos – Leen Libros – Muestran Magia – Navegan Narraciones – Ofrecen Oralidad – Paladean Palabras – Reavivan Rescoldos – Susurran Secretos – Tejen Tolerancia – Untan Ungüentos – Voltean Versos y Zarandean Zurrones llenos de palabras, de historias y cuentos.
Gracias, muchas gracias en nombre de todos los que nos sentimos premiados y premiadas, ¡salud y buena lectura!”
(Mariano Coronas Cabrero – Madrid, mayo de 2007)
P.D. Y como en la vida son necesarios los contrapuntos, para equilibrar la posible euforia, visitamos, en el Congreso de los Diputados, la exposición fotográfica "IMÁGENES Y MEMORIA DE MAUTHAUSEN": "imágenes que nos permiten observar las condiciones inhumanas de vida y trabajo de los internados, así como la cotidianeidad de la tarea de los verdugos, que se ensañaron con los 7.000 españoles internados en el campo..." Un homenaje a quienes perdieron la vida y el futuro bajo el salvajismo más demoledor y planificado de los nazis... Ya en Atocha, para coger el tren, visitamos también el monumento a las víctimas del 11 de marzo; leímos sus nombres y las frases que sintentizan anónimamente la tragedia. La vida y la muerte; la alegría y la tristeza; la felicidad y el horror... caminan siempre de la mano, por si no lo sabías.
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