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EL FRESCO, LA LECTURA Y EL FÚTBOL

En verano, uno de los elementos naturales más codiciados es el fresco. Esa sensación de caricia y rejuvenecimiento en tu rostro, en el cuerpo entero, después de muchos momentos de calor agobiante, es impagable y muy agradable.

-         “¡Pepe, abre la ventana para que entre el fresco!, decía el viejo chiste...

-         Y entró el fresco y se llevó la radio..."

Hoy he caminado por el monte. A las siete y media de la mañana estaba ya entre árboles y silencio. Sólo el arrendajo (presente a cualquier hora que uno se aventura por sus territorios) me ha saludado con su grito característico de alarma o de alerta. Cuanto más subía, más notaba esa sensación de insonorización tan maravillosa. Me he sentado en una piedra plana y he estado escuchando, mirando hacia la Peña Montañesa, en sombra por la cara visible para mí y con una ligera neblina que puede presagiar un día de calor intenso o alguna tormenta vespertina, oliendo a pino y a humedad de las tormentas de los últimos días. Estoy leyendo “El clan del oso cavernario” y todas las peripecias de un grupo de aguerridos neardentales que se enfrentan, con su desarrollo cerebral ya al límite, a duras pruebas de la naturaleza. Es un libro sorprendente (no es fácil novelar la prehistoria). Hoy, sentado bajo un pino, con la espalda apoyada en su vetusta corteza, pensaba en algunos personajes de dicho libro: Brun, Ayla, Iza, Creb, el celoso e inmaduro Broud... deambulando por los bosques y por los riscos, procurándose el alimento cazando y recolectando hierbas, raíces, frutos silvestres y compartiendo una cueva como hogar común... Como sólo se escuchaba el rumor lejano del Cinca y el paisaje acompañaba, no me ha costado nada imaginar que en cualquier momento podría aparecer uno de ellos, tratando de seguir las huellas de jabalí que habían quedado marcadas en una plancha de barro o persiguiendo con la honda a un conejo para aportarlo como alimento fresco... Bueno, la imaginación no tiene límites. El caso es que, en vacaciones, uno puede regular su exposición al sol y al calor, sus horas de sueño para aprovechar las primeras horas de quietud, soledad y frescura que nos regala cada mañana. Y eso es lo que trato de hacer cada día. Luego, ya de vuelta a casa, espera la ducha y el almuerzo reparador, la lectura y la escritura para completar la mañana. 

P.D. Por cierto, en el caso Zidane-Materazzi, si el italiano, en esos segundos de conversación que mantienen en la final, le hubiera dicho al francés:

-         Eres guapo Zizou, buena persona y además me gustaría cambiar mi camiseta con la tuya porque quiero tener un recuerdo de uno de los mejores futbolistas que ha pisado un campo de fútbol,

 

no creo que hubiese existido nunca el cabezazo (lamentable, desde luego). Yo estoy del lado de Zidane y en contra de quienes acosan vilmente y luego se hacen las víctimas. Para el bien del fútbol, la historia recordará las genialidades de Zidane y no las marrullerías del italiano. 

2 comentarios

Mariano -

Hola, Kamile:
Me alegro mucho de que hayas hecho todos esos viajes y que vuelvas otra vez la mar de bien.
Yo hoy he estado en Fraga, fugazmente. Hacía tanto calor que nos hemos vuelto a subir a Labuerda con rapidez. Aquí, aunque también hace calor, siempre son unos cuantos grados menos que por Fraga y se está mejor.
Bueno, poco a poco el verano avanza sin parar y pronto habremos consumido ya la mitad de las vacaciones. Espero tu carta que seguro será muy interesante como todo lo que me vas contando.

kamile -

Hola Mariano:
Ya estoy en Londres otra vez porque ya he vuelto de Lituania y dentro de unos cuantos dias estare en Fraga.Estoy terminanado mis viajes y como veo solo he podido escribir el diario y leer un libro que me esta gustando mucho.
Solo queria darte la noticia de que ya he vuelto a Londres y que el 28 de julio estare en Fraga.
Te dire mas cosas en la carta. !Que pases un buen verano!!!