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INTERCAMBIO DE PALABRAS

Ha comenzado un nuevo periodo estival con fuerza. Estos primeros días de julio estamos padeciendo unas temperaturas que nos llevan  a recordar sin querer los fríos días de invierno… Más que nada para tratar de compensar y sentir algo de fresco ahí, precisamente, en el pensamiento, porque, por lo demás, tal ejercicio intelectual no resulta de mucho alivio.

Durante el pasado mes de junio, he aprovechado un año más para mandar casi un centenar de sobres con materiales de regalo a las amistades. Y en el interior de muchos de ellos, una nota de saludo y recuerdo o una cartita para poner palabras al reencuentro. Sé, porque así me lo dicen algunos y algunas de las amigos y amigas receptores de estos sobres, que su llegada les produce una pequeña alegría porque lo que normalmente reciben son precisamente “recibos”, de la compañía eléctrica, de la telefónica y de los bancos. Y todos sabemos cómo son de frías estas comunicaciones: aquí las palabras sobran y se imponen los números.

 Debo decir una vez más, que soy firme defensor de la correspondencia y el intercambio. Practico la primera con profusión y utilizo para ello, indistintamente, las vías tradicionales o las electrónicas. Entre unas y otras, uno va tejiendo una red de afectos. Esas comunicaciones actúan como un complemento vitamínico; te dan un plus de energía, protegen y mejoran la autoestima, pueden desatascar un “cruce de caminos” o señalar claramente una dirección; ofrecer una solución fácil a un pequeño problema; reconfortarnos un poco; alegrarnos casi siempre… Las palabras amables y cariñosas son buenas compañeras para todas las personas y a cualquiera le gusta recibirlas.

Como decía, en esos sobres que he ido enviando a las amistades este pasado junio había un gurrión, un Bibliotelandia, un ABCdario y un desplegable… Materiales todos, derivados de “mis otras actividades” y que a mí me gusta divulgar y poner algunos ejemplares en manos de las amistades como vengo diciendo. Como consecuencia de esos envíos, un porcentaje determinado de sus receptores, da noticia y agradecimiento del envío. Y hoy quiero agradecerles esas palabras y, por eso, las recupero para componer este primer post vacacional. De paso, voy entrenándome, después de este año especial que he vivido, a componer textos colectivos, con la suma de las aportaciones de otras personas:

.. “Cuando recibo tu sobre me siento como niño con el regalo de Reyes.
Muchísima gracias... me encanta.
” Así se expresa mi amiga Agustina, desde Madrid.

 .. Mamen, desde Zaragoza, dice en una parte de su correo: “Hola Mariano. Gracias por enviarme el Bibliotelandia 62, el ABCdario de título largo, ja,ja y los dos “Y tú ¿cómo pintas?” El próximo septiembre quiero meterme más con el tema de la Biblioteca escolar, los padres… y todo nos vendrá bien. Gracias”.

 .. Blanca, desde Euskadi: “Querido Mariano: ayer llegaron tus regalos envueltos de ternura para el alma. Te agradezco mucho todo, especialmente tu carta. En cuanto al abecedario, estupendo. En mi cole ha causado sensación. Incluso me preguntan si pueden comprar una tirada para labor de tutoría”…

 .. Pepe, desde Zaragoza: “Hola, Marianico: ¿Qué tal este  final de curso? Espero que sigas a tope con la vitalidad y el buen humor, que te caracterizan. Quería saludarte y darte las gracias por el envío que me hiciste. Te lo agradezco, pues me ayudan mucho las cosas que vas haciendo”…

 .. Pili, desde Mequinenza, me escribe en estos términos: “Hola, Mariano: gracias por tu último envío. ¡Cuántas cosas quedan reflejadas en Bibliotelandia! Realmente, hasta que no lo ves por escrito no abarcas la magnitud del trabajo hecho. Se lo  enseñé a las mamás y quedaron contentas y con ganas de continuar nuestro ir y venir con vosotros. A ver qué se nos ocurre para el próximo curso. También muy interesante el ABECEDARIO del sentido común. Deberían traerlo los niños bajo el brazo nada más nacer, seguro que en las escuelas lo notaríamos…”

.. Desde Salamanca, Tita inicia su carta así: “Querido Mariano: mil gracias por el envío de los materiales, como siempre estupendos y actuales. Siempre es un placer leerte…”

 .. Pedro, desde Huesca, me recuerda que, en ocasiones hasta mando las cosas por duplicado: “Mariano, he recibido todos tus regalos. Y en medio de la que está cayendo, es un soplo de brisa marina (como se me intuyen las vacaciones). Espero que estéis bien, ya dispuestos a vuestra emigración estival. Y como estamos en época de recortes, no me envíes más gurriones, que me llegan ya como suscriptor (uno más de los afortunados)”

 .. Mª Carmen, desde Lleida: “Hola, cómo va? Recibí ayer tu sobre y quería darte las gracias antes de que se me olvide. Tiene muy buena pinta ese nuevo abecedario que has editado: aguarda junto a las revistas para ser leído a partir del miércoles. El martes tengo un examen de Estadística -sí, tal como lo oyes, una de letras puras metida en semejante berenjenal! pero es que se trata de una asignatura troncal, mira tú!”

 .. José Luis, desde un lugar escondido de la Ribagorza: “Hola Mariano. Muy chuli lo que me has pasado: Bibliotelandia, ¿y tú cómo pintas?, ABCdario para ayudar, aunque me insultes como "webero" :-). Mil gracias. Da gusto en estos tiempos tan digitales encontrar papel y tinta para respirarlo y olerlo con los ojos. Un abrazo”.

 .. La exagerada de Ángeles, desde Teruel: “Si recibir la revista "El Gurrión" y la revista "Bibliotelandia" ya es de por sí un lujo, si encima lleva tu saludo de puño y letra con un buen deseo... ya es para morirse!!! Gracias Mariano, esto me sirve de "nutriente" del verbo NUTRIR, de tu abecedario de la pedagogía del sentido común”.

.. Desde Zaragoza, Puri que no sabía que había colaborado en el último Bibliotelandia, je, je.: “Buenas tardes Mariano! Muchas gracias por la revista, la recibimos el martes en el cole y nos hizo mucha ilusión tanto a Monse como a mí ver a nuestros chicos en la misma. De haberlo sabido habríamos escrito algo un poco mejor.  Como ahora nos pilla un poco tarde, hemos pensado en enviarte un ejemplar de nuestra revista del cole, que recoge un poco de todo lo que hacemos a lo largo del año…

 .. Desde Antequera, Charo da señales de vida de esta manera: “Hola Mariano, Si lees este correo será que te ha llegado, que no has  cambiado de cuenta. Me llegó el sobre con tus recuerdos y las  revistas, gracias. Deseo que estés muy bien, y que las cosas vayan con su ritmo, el natural, el bueno.
Me sigue alegrando mucho ver un sobre que apenas cabe en mi buzón,  porque en ese momento me llega aire fresco, es el efecto que me  produce, no sé... será porque viene del norte…”

.. José Luis, desde cualquier parte de Aragón: “Hola, Mariano: Te escribo para darte las gracias por el paquete que me enviaste hace unas semanas. Ahora que tenemos por delante las vacaciones aprovecharé para leer muchos libros y trabajos que tengo apilados en la enorme montaña de las cosas pendientes. También aprovecho para felicitarte por tu Cadiera de Macoca. Me parece un preciosidad de página donde aparece un trabajo y una labor propia de gigantes…”

 .. Mariant, desde Pamplona, con ese toque suyo, tan personal, ja, ja, me manda mensaje al facebook: “Hoola mariano, guaaapo. Te escribo desde este cacharro, y no me lees. ¿Lo haré mal? Qué majo, me has mandado el Gurrión. ¿Qué tal estás? Yo, agotada. Necesito vacaciones Mariano. Que me hace muchísima ilusión recibir tu cartica, a mano como toda la vida”.

 .. Eva, desde algún punto inconcreto entre L´Aínsa y Barbastro, también al facebook: “Hola Mariano: Muchas gracias!! El abecedario me ha gustado mucho, muy buena elección de palabras. La revista me encanta mirarla, leerla y ver las fotos que traen muchos recuerdos...y juntar arte y libros es una combinación preciosa. Cada vez os superáis!!!”

 .. Ana Jesús, desde la mineral, vegetal y –espero que soleada- Asturias, me manda este mensaje al facebook: “.Hola Mariano. Hoy he recibido un sobre con unos cuantos regalitos tuyos. ¡Como siempre tan generoso! Muchas gracias. El abecedario me ha encantado; bueno también los libritos claro ¿Qué tal este fin de curso para ti especial? Yo estoy deseando acabar y que salga el sol! Un gran abrazo”.

 .. Susana, desde un pueblecito de la Hoya de Huesca, me deja escrito en la “red social” nombrada: “Espero que hayas escuchado el mensaje que te dejé esta semana en el contestador del teléfono de tu casa de Labuerda. Te iba a escribir, pero hemos tenido el ordenador a reparar unos días. Me quedé perpleja, con tu último envío, por la agradable sorpresa. ¡Qué buenos momentos me proporcionas!

 .. Edurne, sorprendida, desde Pamplona: “Hola Mariano: He visitado tu blog, página web y demás. Me quedo anonadada. O tu día tiene 48 horas o el mío 12, pero algo raro tiene que haber... ¿Cómo es posible que te dé tanto tiempo para escribir, leer, comentar libros...? Lo digo sinceramente, no es adular ni nada por el estilo…”

 Algunas veces, soy yo quien recibo sobres sorprendentes o comunicaciones inesperadas, como el conjunto de materiales que suele enviarme cada mes de mayo, mi amiga Sacra, desde Extremadura, como resultado de su admirable trabajo con el alumnado de infantil de su centro: libros libres, revistas, cuentos y otras sorpresas. Sería ocioso decir que Sacra es una de las que también recibe mis sobres con regularidad desde hace muchos años. Y es probable que, por fin, mañana la conozca en carne mortal.

Y, para terminar, y hablando de sorpresas, le escribí a María (maestra y escritora de la provincia de Huelva) por un artículo que había publicado ella en la revista “Padres y Maestros” y para hacerle una precisión y me contestó con una extensa carta (esta vez fui yo el sorprendido) que empieza así:

“¡Hola, Mariano! En primer lugar decirte que es todo un honor para mí recibir un correo tuyo. Te sigo desde hace mucho tiempo y soy una admiradora tuya. Te nombro en todas las exposiciones y cursos que doy para maestros, y como no me sabía cómo ponerme en contacto contigo, no había podido pedirte permiso para decirte que difundo esa "carta" tuya dirigida a los maestros y maestras en la que vas haciendo un recorrido por el abecedario con consejos y recomendaciones en nuestra función de promotores de la lectura. Eres un ejemplo para mí, así que MUCHAS GRACIAS POR TU CORREO…”

 No sé bien si era esto lo que quería escribir, porque uno nunca sabe qué efecto produce el resultado final de esta acumulación de aportaciones diferentes, pero sí tenía la intención de reunir estas buenas palabras y agradecérselas a quienes las escribieron, a la vez que les deseo un feliz verano, con mucho descanso, relajación, lectura y escritura… si les apetece, claro.

6 comentarios

Mariano -

Bueno, Alba, a tu edad le pasan a uno tantas cosas (generalmente, buenas, no te vayas a pensar) que es difícil concentrarse mucho tiempo seguido en una de ellas. Pero si has tomado la decisión de hacerte un blog, no está de más que trates de escribir periódicamente en él. Sólo así tendrá sentido, porque de ese modo, tus palabras, pensamientos y reflexiones serán leídas por quienes se acerquen a él y es posible que algunas personas encuentren en ellas ideas, afecto, consuelo… ¡Vete tú a saber! Saludos veraniegos.

Mariano -

La constancia, Fina, siempre la constancia. Es bueno elegir un sendero y un ritmo para caminarlo que se acomode a nuestras posibilidades. Y no dejar de caminar nunca (salvo que algo muy gordo nos lo impida). Mientras dure ese viaje, es muy fácil que nos acompañen personas por un tiempo determinado, que nos pregunten otras por nuestras sensaciones, que quieran tomar nota de las zapatillas que calzamos o de los menús que nos proporcionan tanta energía… Así, con esta mirada tan reduccionista, es la vida… Lo más difícil es mantener los niveles de coherencia, de trabajo, de renovadas expectativas, de honestidad… Todos deberíamos esforzarnos al máximo para vivir con esa ética, condenando otras prácticas, otras actitudes que percibimos alrededor y que nos llevan al desastre.
Y después de esta pseudolección (que no te he querido dar), te acerco los recuerdos de Elvira y deseo que vayas a más y a mejor. Un abrazo.

Alba Buisan -

Hola Mariano, ¡cuantos dias sin entrar en tu blog, eso de no llevarnos como tutor.... Bueno te paso la dirección de mi blog que me la he cabiado, pero no escribo mucho
http://detodounpocoalbita.blogspot.com
Bueno recuerdos para todos que vaya bien el verano
Ya nos veremos por Fraga
Un abrazo
Alba

Fina -

Querido Mariano, que modernidad...hace tiempo que no entraba en tu blog y me ha sorprendido el cambio.

¿Eres consciente que estás creando escuela?...escuela de intercambios, de grupos de lectura, de madres cuentistas, de cartas, de revistas, de amigos. ¡¡Cuanto abarcas Mariano!! y sigues sorprendiéndome sacando tiempo para todo y para todos. ¿Tú día no tiene 24 horas como el de todo el mundo?...sé que tienes algún secreto, algún pacto con el diablo...CUÉNTAMELO LECHE!!!

Un "calurosísimo" abrazo

Mariano -

Pues estate atenta al correo postal porque te mandé un sobre esta semana... En la medida que puedo, mantengo esa práctica. Como dices, es muy reconfortante abrir un sobre y encontrar unas líneas manuscritas que una persona te hace llegar emocionadamente para recordar un momento vivido, agradecer un regalo, dar noticias de algunos acontecimientos... Por sugerencia de mi amigo Julián Olivera (a quien le dediqué un post en el blog) tengo para empezar a leer "El defensor" de Pedro Salinas. De los cinco temas que "defiende" en ese ensayo, el primero se refiere ala correspondencia, a las cartas. Hace ya muchos años que esa práctica está en peligro, pero aún quedamos algunos irreductibles, je, je. Un abrazo fuerte y ya me dirás...

Silvialuz -

Qué bueno Mariano! es hermoso recibir noticias de los amigos, con esto del facebook todos los días "entro" a ver si alguien comentó algo, igual con los mails. Cuando vinimos a vivir al sur no se usaban estas tecnologías y el teléfono se usaba poco porque eran caras las llamadas a larga distancia, de manera que las cartas manuscritas eran nuestro enlace con parientes y amigos. Escribía siempre y recibía muchas cartas, tengo guardadas todavía las de los primeros años, algún día las sacaré para releerlas y recordar esos tiempos. Ahora, en los años que el tiempo apremia para todo, que hacemos todo rápido, corto y ansiosos, ese detalle tuyo de escribir cartas a mano me parece extraordinario. Una ex compañera de escuela me decía los otros días que extrañaba esas épocas en nos escribíamos todas las semanas, ella colocaba stikers, figuritas y "emoticones" (antes no se llamaban así) en el sobre, era una risa recibir sus cartas.
Me alegro que puedas dar rienda suelta a tu pluma y que ahora tengas el tiempo para disfrutar la familia y el descanso. Un abrazote bastante fresquito.