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gurrion

El maestro que prometió el mar

He publicado ya varias entradas en el muro de mi Facebook hablando de Antoni Benaiges. Siempre lo he hecho, no solamente pensando en su desgraciada historia, sino en todas las desgraciadas historias de cientos de maestros y maestras que fueron brutalmente asesinados en los primeros días después del golpe de estado del 36, por defender los valores republicanos y por ejercer su magisterio defendiendo una escuela totalmente diferente de la de antes y, desde luego, de la que vino después.

En junio de 2017 estuvimos en Bañuelos de Bureba, delante de la puerta de le escuela en la que trabajó dos cursos escolares, el maestro Benaiges. En septiembre de 2018, visitamos la exposición que sobre su vida y trabajo se realizó en el Museo Marítimo (Atarazanas) de Barcelona. En marzo de este año, visitamos su pueblo natal, Montroig del Camp y nos acercamos hasta su casa natal. De modo que ya recorrimos tres enclaves importantes relacionados con él. Entre medias, compré, disfruté y volví a comprar y regalar varias veces, la caja roja de los “Escritos de vida”, conteniendo una edición facsímil de todos los cuadernillos, impresos y editados con su alumnado en esos dos años. Y hoy hemos visto la película “El maestro que prometió el mar”. Nos ha gustado, nos ha emocionado y hemos vuelto a vivir esa dura y triste realidad, ya vivida con lecturas de libros que hablan de aquel tiempo salvaje... Película recomendable, sin duda, para cerciorarse de la tragedia de este país que mató a personas decentes, comprometidas con la vida y la educación, impidiendo que su honrado y progresista magisterio ayudara a mejorar notablemente la educación de aquella y las siguientes generaciones de niñas y niños. Me ha llamado la atención, estando bastante gente en la sala, el silencio y la quietud con la que se ha recibido el final de la película y las notas aclaratorias y los créditos de la misma. Hasta casi el final de esta ilegible relación, no se ha movido nadie...

3 comentarios

Antonio -

Tenéis razón wue se impone un silencio y en los cines raras veces se aplaude.
En Vilafranca del Penedès aplaudimos el film largamente y es que tuvimos el privilegio de asistir a al pre estreno y allí estaban presentes la directora, el productor, etc.

Mariano -

Hola, Manuela. Impacta tanto ese "sonoro" silencio como el sonoro aplauso. Confieso que tuve la tentación de iniciar un aplauso, pero un segundo antes me di cuenta que igual era mucho mejor respetar aquel tremendo silencio y aquella inmovilidad. Nadie se levantaba, nadie se iba. La película podrá estar mejor o peor, según quién la juzgue, pero los hechos que cuenta son percibidos por los asistentes a la proyección como algo brutal, como el testimonio de un tiempo salvaje que ha condicionado el devenir de la vida en este país... Ahí tenemos otra vez gritos desaforados e irracionales por los mismos o parecidos cabestros...

Manuela -

El jueves estuve a verla y pasó exactamente lo mismo ,nadie se movió de sus asientos hasta que terminó la última letra y todo el mundo salió en un silencio totalmente reflexivo . A pesar de que siendo un lugar pequeño nos conocemos y gran parte de los s que estábamos allí conocemos estas historias ,algunos conocíamos bien esta en concreto y las de la actualidad en relación a la búsqueda de familiares . Pero aún así impacta .