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gurrion

Postales de agosto V

Aunque las publico ya en septiembre, las tres postales que siguen las escribí y publique en Facebook en agosto. Con ellas cierro este juego veraniego…

Postales de agosto. 18. Ahora…

Ahora que el mes de agosto esconde su alegre rostro.

Ahora que los ineptos siguen aún en sus puestos…

Ahora que los que mandan han perdido la templanza.

Ahora que las cospedales, han dejado las catedrales.

Ahora que los delincuentes ya no son gente corriente.

Ahora que los emigrantes huyen de un presente aberrante.

Ahora que no hay guerras mundiales, pero mueren a millares.

Ahora que es don dinero el único dios verdadero.

Ahora que siguen las muertes de mujeres inocentes.

Ahora que el verbo tener se conjuga más que el ser.

Ahora que las redes sociales mitigan muchas soledades.

Ahora que en las portadas, siguen saliendo tontadas.

Ahora que los futbolistas son los que encabezan la lista.

Ahora que en fiestas mayores siguen primitivas aficiones.

Ahora que las tormentas tienen “bárbaras” consecuencias.

Ahora que las golondrinas miran los mapas del clima.

Ahora que las ovejas siguen pensando en pareja.

Ahora que empieza un curso, de nuevo sin mi concurso.

 

Ahora, si quieres, te invito a continuar este escrito;

con tus propias invenciones, fobias, preocupaciones…

y así despedir un verano, para muchos tan amargo,

donde armas e indiferencia han silenciado conciencias.

 

Postales de agosto. 19. De despedida…

 

Antes de que se diluya el verano,

abrázame fuerte y tómame de la mano.

Antes de que se vayan las golondrinas,

cántame una canción al oído, amiga.

Antes de que vuelvan los fríos,

llévame a pasear a la orilla del río.

Antes de que pierda todas las fuerzas,

préstame algo de  tu energía secreta.

Antes de que me falte algún día el aliento,

háblales de ello al aire y también al viento.

Antes de que se esconda esta tarde el sol,

mírame a los ojos y dime quién soy.

Antes de que pierda, desorientado, el rumbo,

hazme sentir que  pertenezco a este mundo.

Antes de que mi corazón se endurezca,

golpéame con palabras afiladas y ciertas.

Antes de que me deshaga envuelto en llanto,

ayúdame a digerir este tiempo de espanto.

Antes de que abandone el diario combate,

anímame a luchar contra este desastre.

 

Postales de agosto. 20. Disfrutar…

En un par de días, más o menos, se cumplirá un año desde que me propuse conjugar ese verbo con enorme dedicación. ¡Qué otra cosa podía hacer después de recibir semejante prescripción por parte de cualquier persona que se enteraba que me iba a jubilar, que iba a pasar al retiro! “Pues ahora a disfrutar”, me decía uno; “disfruta que te lo has ganado”, me espetaba otra… Y así uno tras otro, una tras otra, con la mejor voluntad… Tanto me aconsejaron disfrutar que empecé a tener mala conciencia si un día creía que no había disfrutado bastante o que había disfrutado poco… Porque yo siempre he comido mucha fruta, pero estaba convencido que no era de eso de lo que hablaban quienes me recomendaban disfrutar sin control, como principal –y casi único- objetivo. Acudí al Diccionario de Uso del Español de mi admirada María Moliner a ver si encontraba algún significado salvador: “Sentir alegría o placer en cierto sitio o con cierta cosa. Gozar. Tener cierta buena… Aprovecharse o ” No sé, tampoco me acabó de aclarar el concepto, más allá de percibir algunas connotaciones eróticas que siempre serán puntuales y breves… ¡Digo yo, vaya!

Finalmente, para salir del punto muerto en el que me encontraba, opté por imitar al Cinca, el río que pasa por mis dos pueblos; el de nacimiento (Labuerda) y el de adopción (Fraga). Viendo fluir el agua, decidí que dejaría fluir la vida y abandonaría todo lo relacionado con la “fruta” (menos lo de ingerirla cada día, como postre), je, je. Y me ha ido estupendamente. No he necesitado hacer nada extraordinario. Me reafirmo en algo que es de común aceptación: la felicidad, breve e intermitente, la podemos encontrar perfectamente alrededor de nosotros y basta vivir la vida con sentido común, emocionarnos cuando es necesario o nos lo pide el cuerpo, observar, relacionarnos, pensar, escuchar, mirar, pasear, comunicarnos, leer, escribir, percibir… para dotar de sentido a nuestra existencia y contagiar algo a quienes nos rodean. Por ahí está el camino y cada mañana al levantarnos tenemos la oportunidad de andar un trecho del mismo, solos o en compañía.

Para quienes tenéis que comenzar pasado mañana un nuevo curso, os mando ánimos y os deseo que encontréis razones poderosas para entregaros en cuerpo y alma a la tarea… Yo viví ese vértigo anual durante cuarenta años seguidos. Ahora estoy en otro punto. Seguiré atendiendo al fluir de la vida, seguiré comiendo fruta de postre y –desde luego- disfrutando de vez en cuando con algunas de mis aficiones, je, je. ¡Fuerza y honor!

2 comentarios

Mariano -

Querida Silvia Luz. Qué ilusión me hacen tus comentarios, llegados desde tan lejos, pero tan cálidos a pesar de las tardías heladas. Estamos de nuevo con el curso escolar comenzado, aunque los que nos hemos quedado ya al otro lado de la valla, lo vivamos con mucho sosiego y recuerdos amontonados. Éstos se manifiestan sin avisar, pero no pugno por rechazarlos, puesto que son siempre agradables; los otros se fueron por algún agujero negro y no han regresado.
Tengo necesidad de escribir, de contar algunas de mis reflexiones y parte de mi vida. A veces, al hacerlas públicas, hay otra u otras personas al otro lado que pueden leer y comentar lo que yo he escrito... Es un juego de comunicación que no siempre funciona, pero, en toso caso, que no sea por el emisor, je, je. Un abrazo fuerte, amiga. Hasta cuando quieras, ya sabes...

Silvia Luz -

Hola Mariano! qué bello eso que escribiste, esas "postales" de antes y ahora. Me alegra muchísimo que te expreses de esa manera, nos deleitas y de paso "catarsis". Un cálido abrazote en una semanita de heladas tardías.