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Sensaciones y faenas vacacionales de agosto (V)

Día 14.  Como cada día, empezamos con el texto publicado en Facebook, junto a cuatro fotografías.

El agua, como ya sabéis, es el “sustento” fundamental de la mayor parte de los ecosistemas naturales. En esta red de desagües naturales de los montículos que rodean mi pueblo y que denominamos barrancos, no podía faltar una mención al agua, como elemento configurador del relieve y de la flora y la fauna. Agua clara y transparente, en la que se refleja la vegetación de las orillas del barranco por donde caminamos; agua subterránea o agua filtrada, que circula por debajo de las gravas y arenas visibles, en cuanto hay un periodo de tiempo de pocas lluvias y de temperaturas altas; agua turbia, la que recorre el curso de los barrancos, después de una sonora tormenta, arrastrando partículas en suspensión, arrancadas del lecho y de las orillas de los cauces… Agua que refresca el ambiente, que proporciona humedad a la flora y proporciona humedad y barro a alguna fauna específica, como los jabalíes, cuyas huellas son muy visibles y también sus “revolcaderos”, donde dejan claras evidencias de haber recorrido aquellos pagos la noche anterior. Y, por último, agua evocadora, para quienes vivimos aquí nuestra infancia y nos mojamos, nos bañamos, nos llenamos de barro, pescamos madrillas y jugamos con las “cucharetas”… Y bebíamos alegremente, siguiendo una fórmula (infalible, a juzgar por la ausencia total de problemas de salud) que recitábamos en voz alta y de forma cantarina, que decía: “Agua corriente, no mata a la gente; agua sin correr, algo puede suceder”. Dicho lo cual, nos amorrábamos en el desagüe de la “baseta” o del “basón” y sorbíamos un buen trago para poder seguir jugando…”

He recibido algún correo comunicándome la recepción de El Gurrión 136. Imagino que hoy llegará a muchos otros domicilios y el resto tendrá que esperar a la semana próxima porque, presumo, que no habrá reparto postal, siendo fiesta mañana…

A la hora de comer, un poco antes, llega Daniel desde Fraga. Ha terminado las prácticas en la empresa madrileña en la que ha permanecido los últimos cuatro meses y medio. Ya estamos la familia completa.

Leo en la prensa la noticia del fallecimiento de Lauren Bacall. Veo su foto (con 22 años), en blanco y negro, y percibo su espectacular belleza. Tenía 89 años y con su fallecimiento parece como si desapareciera por completo toda una generación glamurosa (seguramente, la edad dorada del cine). La veo también en algunas fotos, acompañada de Bogart, con quien estuvo casada unos años. Leo un artículo de Elvira Lindo en El País y no me resisto a copiar el último párrafo del mismo: “Lauren Bacall era una de esas mujeres que pisan las calles del Upper West: grande, fuerte, de melena canosa, atractiva hasta la tumba, luciendo nobles arrugas y un orgullo irreductible. Era una de esas ancianas que atraen y que atemorizan, que se ríen de ti en tu cara o que te riñen como si fueran las dueñas de la calle. Los años convirtieron a Betty Bacall en una vecina del Upper West, la devolvieron a su pequeña patria. A ella, que era distinta de todas las mujeres; a ella, tan parecida a las señoras tremendas de su barrio”. Guardaré esa foto y los artículos de algunos periódicos que hablan de ella.

Por la noche, tiene lugar el desarrollo de la Ronda d´as mozas o Ronda d´a Víspera. La ronda comienza siempre en la casa del alcalde. Recorrido por una parte del pueblo; jotas dedicadas a chicas solteras; acompañamiento de un notable número de personas que beben de los porrones o de los “pozales” de poncho que van repartiendo los zagales y zagalas de la Comisión, y comiendo los postres, galletas, etc. que sacan en la casa en la que se ha detenido la ronda. La noche es fresca y abundan las chaquetas y los polares. No es el primer año que hace frío, pero también ha habido años en los que hemos pasado calor abundante.

Día 15. Cambio un poco de tema matinal. Hoy se trata de un regalo románico.

“Si en lugar de tomar cualquiera de los barrancos que bajan de la Sierra, como senderos improvisados de nuestras caminatas matinales, tomamos la carretera que sube a San Vicente de Labuerda, salvaremos un desnivel de casi 200 metros, pero tendremos un premio especial. Ya en sí, el pueblo de San Vicente tiene muchos atractivos arquitectónicos tradicionales y, además, sus vecinos se han preocupado de realizar rehabilitaciones cuidadas y adecuadas al entorno, pero es que además, está la iglesia de estilo románico-lombardo que pasa por ser una de las joyas románicas de Sobrarbe. La construcción se halla situada fuera del pueblo –lo cual ya es un elemento diferenciador con respecto a otros monumentos de ese estilo-; esa situación permite una visión completa del recinto que cuenta, además, con un templete abierto a los cuatro puntos cardinales, denominado exconjuradero y con una visión privilegiada de la Peña Montañesa, como telón de fondo.

Hace pocos días, en el interior de la iglesia, pudimos escuchar un concierto sobre música de películas, interpretado por un quinteto de viento. La sonoridad del recinto y el retablo del altar mayor, como decorado de fondo ayudaron a convertir la velada en algo especial. Si tenéis oportunidad, no dejéis de visitar este apéndice artístico de Labuerda: San Vicente y su iglesia románica”.

Subo con un compañero al salón social del lugar a ver en qué estado se encuentra para preparar el terreno y poder montar la exposición sobre coleccionismo. Nada más entrar, “mecagoentodoloquesemenea”. Se repartió un programa de fiestas por todas las casas y, posteriormente, un tríptico en color anunciando la celebración de la VI Jornada de coleccionismo de Labuerda. Todo el mundo sabe dónde montamos cada año la exposición… En el local contiguo otras personas han montado este año, por primera vez, una exposición variada de “artistas locales”. No era necesario dejar “su espacio” bien limpio de cacharros y meter en el nuestro todo lo que les sobraba a ellos… Se me ha pasado el cabrero y nos hemos puesto manos a la obra, dejando –después de una buena hora de trabajo la infraestructura preparada para ir colocando materiales expositivos, cosa que empezamos a hacer por la tarde.

La música de anoche mejor olvidarla. La de hoy es más suave y, es posible que podamos dormir, con alguna dificultad, sin duda, pero la fiesta no se detiene, aunque ya no la vivamos como la vivimos en otro tiempo…

 Día 16. Hoy, el texto publicado en Facebook, va sobre vegetales…:

“Hace unos días, hablaba en este comentario matinal de los troncos de los árboles… Hoy quería hablar de las hojas que los coronan: grandes o pequeñas; simples o compuestas; aciculadas o lobuladas, etc. En nuestro caminar por los barrancos que bajan de la sierra descubrimos o nos encontramos con una sugerente diversidad vegetal: plantas,  arbustos y árboles de diferentes portes, formas y consistencias, conviven perfectamente en espacios breves y uno puede, armado de una máquina de fotos, dejar constancia de lo dicho sin ningún esfuerzo. La importancia del sustrato vegetal en los ecosistemas es sobradamente conocida. Estos pequeños barrancos, ocasionalmente con agua, pero siempre con humedad y con la ración diaria de sol y sombra, permiten el desarrollo de una vegetación interesante, a lo que contribuye, sin duda la dispersión de semillas arrastradas por el agua o aportadas por las aves (a través, en algunos casos, de sus excrementos).

Una de las fotos que acompañan este texto es la del boj (“bucho”, en aragonés), arbusto de madera dura y de hojas pequeñas y consistentes. Forma parte del folclore popular “pagar con hojetas de bucho”; es lo que se dice de alguien (o dice alguien) que no tendrá dinero para afrontar un gasto determinado y, en broma, le comenta un “amigo” “¿Y con qué pagarás, con hojetas de bucho…?” Saludos en la arcada central de este puente de la virgen…, ¿o debería decir, ¡la virgen, qué puente!?”

Ronda de la Bandeja. A las 11:30 ha comenzado esta veterana ronda de jotas, en la que un cantador improvisa coplas dedicadas a la casa o la familia o a los miembros de la misma. Desde hace un par de años, en lugar de que cada casa saque uno o dos porrones con bebida y algo para comer, se juntan tres o cuatro casas (o las que sean), preparan una o dos mesas colectivas y van depositando manjares para comer y beber cuando la rondalla y el cantador haya interpretado las jotas correspondientes. Eran las siete de la tarde cuando los que han subido a rondar a San Vicente, bajaban. Se observa –y es un dato totalmente objetivo- que el personal come mucho. No sabemos si come más que antes o es que llega en ayunas para tragarse todo lo que sale de las casas en forma de delicias gastronómicas, más o menos elaboradas… Es posible que, últimamente, se haya corrido la voz y haya gente que venga solamente a “ponerse morada comiendo a la ronda de Labuerda”. Se observa –y es un dato objetivo- que un nutrido número de acompañantes está obsesionado con rodear la mesa o mesas donde están las viandas para coger buen sitio… Lo razonable es que músicos y cantadores inauguraran cada mesa, pero no siempre pasa… Los tiempos cambian y la educación y el comedimiento desaparecen…

El veterano cantador, al que no se le escapa ningún detalle, me/nos dedica esta copla:

Ahora a Mercè y a Mariano

les dedico mi canción;

como ya se ha jubilado,

hará más gordo El Gurrión.

Dejamos la exposición sobre coleccionismo instalada y ya la abrimos por la tarde (aunque mientras la montábamos por la mañana, ya ha ido entrando gente). Este es el sexto año que montamos la exposición; en esta ocasión, está dedicada a revistas y periódicos viejos y hay una gran variedad y ejemplares muy interesantes. Es una exposición para leer, más que para ver; o, por lo menos, para detenerse un buen rato, para demorarse, abriendo periódicos o revistas, mirando fotos, leyendo titulares o noticias que nos sorprenden… Estoy haciendo fotos a cabeceras de publicaciones, anuncios de hace casi cien años, a fotos curiosas de hace mucho tiempo y he pasado ya buenos ratos leyendo noticias curiosas…

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