El día 30 de enero, se celebra desde hace unos años el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Recordamos a Gandhi, Luther King, Einstein...; incluso pensamos, como referente moral actual, en Nelson Mandela…
Ya se sabe que estas celebraciones, anualmente repetidas, van teniendo cada vez menos contenido y suelen ser actos folklóricos que no van acompañados de una real reflexión para analizar y calibrar las verdaderas posibilidades de hacer algo por el objeto de la celebración. Y no sólo ocurre con esta fecha, sino con otras muchas que nos ofrece el calendario y que conmemoramos cada año con mucho contento y poca profundidad, quizá... Como siempre, ésta es mi opinión, claro.
Al hilo de la celebración, estos días pasados hemos leído en clase algunos libros que nos han permitido hablar sobre estas cosas y quería comentarlo en este lugar, porque los libros pueden darnos muchas veces algunas claves para abordar estos asuntos desde perspectivas que se nos habían escapado, en las que no habíamos reparado, pero que pueden sernos esclarecedoras o sugerentes.
La historia que inventa Michael Ende en “La sopera y el cazo” nos invita a reflexionar sobre el origen de un conflicto, basado en la codicia y el deseo exagerado, que conduce a la ruina, a la destrucción y al hambre de todo el entorno y de las personas que viven en él. El rey derecho, llamado Camuflo y el rey izquierdo, llamado Pantuflo gobernaban cada uno un reino pequeño... “En el reino de la izquierda, por motivos de ahorro, el ministro del Interior hacía las funciones también de ministro de Asuntos Exteriores. Se llamaba Balduino Besamanos y recibía trato de excelencia. Tenía una chaqueta, a la que daba la vuelta dependiendo de su cargo: si ejercía como ministro de Asuntos Exteriores, la chaqueta era roja con rayas negras, y si ejercía como ministro del Interior, era negra con rayas rojas”. La clave de humor con la que escribe Ende es perfecta para entender que deben ser otros los caminos y otro el talante si, de verdad queremos evitar conflictos.
Ruth Rocha nos cuenta la historia de “Dos idiotas sentados cada uno en su barril” y nos coloca como observadores de lo que puede producir la irracionalidad y la tozudez llevada hasta las últimas consecuencias: a un auténtico desastre, claro. El primer idiota se llamaba Mandón y el segundo Terco; excelentes nombres para provocar un conflicto con facilidad..., que en verso suena así: “Dos idiotas consumados / llamados Mandón y Terco./ Los dos siguen tan contentos / con su velita en la mano. / Están bien arrellanados / y se sienten satisfechos / en sus barriles repletos / de pólvora. Disputando / parecen niños pequeños”.
Anaïs Vaugelade plantea en “De cómo Fabián acabó con la guerra” una inteligente situación en la que el “pacifista” Fabián consigue poner de acuerdo a dos bandos, aparentemente irreconciliables, buscándoles a ambos un enemigo común, invitándoles a vivir juntos y conseguir que se acostumbren a ello y se olviden de aquel potencial enemigo al que nunca vieron y gracias al cual vinieron tiempos de paz. Víctor II era el rey de los Rojos, Armando XII reinaba en los Azules y Basilio IV era el rey de los Amarillos... Hay una frase, al comienzo del libro, que es muy esclarecedora: “La guerra duraba desde hacía tanto tiempo que ya nadie recordaba por qué había empezado”.
Las niñas y los niños, desde que nacen, pueden escuchar, ver y leer todos los días de su vida (a través de los diferentes medios de comunicación) una larga lista de conflictos y guerras, con las correspondientes imágenes que retratan la destrucción y todos los efectos secundarios, altamente dramáticos, que producen... Todo eso se vive ya con indiferencia, de tan cotidiano y repetido. ¡Qué peligroso, que ya ni nos conmuevan ni nos inviten a reflexionar sobre qué podemos hacer en algún ámbito de nuestra vida...! Para terminar, copio el manifiesto que hemos elaborado con los chicos y chicas de sexto para leerlo por megafonía en el patio del colegio y que contiene un ABCdario de acciones positivas, de verbos que debemos conjugar...
MANIFIESTO POR LA PAZ
Desde hace muchos años, el día 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia, el Día de la Paz. Es necesario seguir celebrándolo porque cada día, en el mundo hay muchas personas que pierden la vida en alguno de los conflictos, de las guerras, que hay en muchos países.
En este acto queremos invitaros a todos a la reflexión y a que pongáis vuestro grano de arena para que disminuyan los conflictos y podamos vivir de manera más amable, tratándonos con respeto y sin violencia. Por eso, las chicas y los chicos de sexto os invitamos a conjugar y a practicar los siguientes verbos:
Acoger y Abrazar; Brindar y Besar; Cuidar y Compartir; Dar y Dialogar; Enamorar y Estimar; Felicitar y Facilitar; Guardar y Gustar;Hospedar y Hermanar; Ilusionar e Imaginar; Jugar y Juntar; Leer y Llevar; Mimar y Mirar; Nacer y Navegar; Organizar y Orientar; Pensar y Proteger; Querer y Quedar; Reír y Recordar; Sentir y Saludar; Tolerar y Tranquilizar; Unir y Universalizar;Vivir y Valorar... Porque eXtendiendo esta idea, estaremos aYudando a que a nuestro alrededor haya una sensación de PAZ.
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Autor: yaiza
Fecha: 29/01/2007 12:37.
Autor: kamile
Fecha: 29/01/2007 18:09.
Autor: Alba
Fecha: 31/01/2007 10:35.
Autor: cristina y alba
Fecha: 01/02/2007 09:41.
Autor: David y Adrián del colegio Publico Pablo Iglesias.
Fecha: 01/02/2007 09:45.
Autor: Noemi y Anais del colegio pablo iglesias
Fecha: 01/02/2007 09:46.
Autor: Leticia
Fecha: 01/02/2007 14:39.
Autor: Mariano
Fecha: 01/02/2007 23:15.
Autor: Silvia,kamile y Elena
Fecha: 02/02/2007 19:26.
Autor: Paula
Fecha: 19/02/2007 21:07.
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