EL VALOR DEL SILENCIO... Y LAS "CINCO VILLAS"
Es lo que tiene esto de la pereza, que si quieres escribir resumiendo lo que ha pasado o lo que has vivido desde la última vez que lo hiciste, debes inventar títulos largos (para relacionar las dos o tres cosas que quieres contar) que pueden despistar o inducir a error o dejar frío a más de uno, a más de una. Hace una semana, un sábado como hoy, estábamos con Mercè, en nuestro retiro de Figols, disfrutando de la soledad y del silencio. Ya lo he dicho alguna vez, pero es que allí (especialmente por la noche) se oye, se siente. Al estar lejos de la carretera y también del resto del pueblo, la noche es especialmente silenciosa. Es la mejor terapia contra los ruidos habituales que la vida laboral nos “regala” durante la semana. Fuimos también a recordar las parras y a comer y coger parte de la cosecha de uvas, generosísima, por otra parte. ¡Qué bonitas “parábolas” nos ofrece la naturaleza! Podamos las parras en febrero o marzo (ya no recuerdo) y desde entonces, nada más, salvo un par de riegos veraniegos. El resultado, ¡inesperado!: un cosechón de uvas extraordinariamente sanas y absolutamente ecológicas pues ni una gota de sulfato o pesticida se ha derramado sobre las parras. No creo que cuidándolas hubiéramos podido mejorar la cosecha; otras veces, te esfuerzas en la siembra y en todos los procesos y el resultado es catastrófico... ¡Vamos, lo que pasa, a veces, en la escuela! Que dispones los mejores ingredientes posibles, pero se te quema la “pescadilla”, me entiendes, ¿verdad?
El domingo bajamos por la mañana hacia Fraga, pues teníamos una comida en casa de unos amigos y por la tarde la asistencia al concierto de Joaquín Serrat y de Joan Manuel Sabina (o como se diga) que actuaban en Lleida. ¡Vaya par de pájaros! Nos juntamos, dicen, unas ocho mil personas y la pareja de cantautores dio un espectáculo que no defraudó. Sabina con la voz cada vez más rota tiene un punto canalla que llena el escenario y Serrat también estuvo a la altura, en aquellos momentos en que intercambiaban diálogos divertidos o mordaces y andaba muy bien de voz. Estábamos gentes de varias generaciones y en algunas canciones, el silencio con que se escuchaban también sobrecogía. Personalmente salí encantado del recital y, además lo pude ver y escuchar, junto con Mercè, Angelines y Pili, “incómodamente” sentados en las gradas del reconvertido espacio deportivo de una antigua instalación militar, con usos bien distintos de los que ese día tuvo. Silencio en la noche “Figolina” y silencio multitudinario e intermitente en este concierto... “Dos pájaros de un tiro”, se subtitulaba la gira de los cantautores; “dos silencios bien distintos”, los que vivimos esos días.
El lunes y el miércoles, de esta semana que termina, viajé hasta las Cinco Villas, una comarca tradicionalmente agrícola de la provincia de Zaragoza. Samuel Alonso se empeñó en que me ocupara de un curso de diez horas sobre la lectura y la escritura que se hacía en el marco de una Semana del Libro, a celebrar en Ejea de los Caballeros (que para mí, en realidad podría llamarse Ejea de las Señoras pues de las 45 personas matriculadas en el citado curso, sólo dos eran “caballeros”). Esos dos días nombrados, después de trabajar toda la mañana en el cole, a las dos y media salíamos con el taxista Félix hacia la ciudad citada. Un rato después de llegar, me acercaba hasta el Centro del Profesorado y Recursos de Ejea y trabajaba con un amplio grupo (el curso se convocó para 30 plazas y, al final, se admitió a todos por las dificultades de hacerlo en dos tandas) de maestras, reflexionando, mostrando y poniendo en práctica algunas estrategias de lectura, escritura y organización y aprovechamiento de la Biblioteca Escolar.
Debo reconocer que el desplazamiento de ida y el de regreso son largos y cansados (y eso que Félix, el taxista, y Mariano, el ponente, formamos ya un tándem que podríamos amenizar algunos eventos sociales, porque no callamos ni en el viaje de ida ni en el de vuelta), pero el trabajo allí es un placer porque dispongo de tiempo para poder explicar y sugerir trabajos y porque el personal es puntual, atento y participativo. Todavía queda una tercera sesión que haremos el día 17 de octubre; día en el que, con la colaboración de las personas asistentes, recogeremos argumentos suficientes para construir y publicar en este blog el capítulo III de la “CABRE ® OTERAPIA”. El lunes, tras las presentaciones de rigor, me acerqué a la pizarra lateral del aula en la que estábamos trabajando y copié los siguientes versos de Luis Cernuda:
“Como un pájaro de fuego
la luna está entre las ramas del enebro” .
Era la contraseña poética, que copiaron con sorpresa y sonrisas, y que debían recitar el miércoles para entrar en el aula. El miércoles, como cuando yo llegué ya estaban la mayoría dentro hicimos, mesa por mesa, una recitación coral y divertida de la misma, recitándola individualmente solamente quienes llegaron con la sesión iniciada. Y así vamos pasando la vida extraescolar, que de la escolar ya iremos dando cuenta también en sucesivos textos.
P.D. Habría post-datas para llenar hojas y hojas. Hoy la dedico a la situación de la antigua Birmania (hoy llamada Myanmar). Avanzamos mucho, pero somos ineptos totales para erradicar el instinto totalitario y genocida de algunos militares degenerados que no dudan en apuntar y disparar al pueblo que les compró las armas... En ese país asiático están ahora pasando momentos dramáticos y se están cometiendo atrocidades, pero no olvidemos que (“en tiempos de paz”) muchas niñas y niños eran secuestrados o comprados para abastecer burdeles y que muchos clientes de los mismos son originarios de países occidentales. Para llorar de rabia y vergüenza, sin duda...
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ainoha -