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LA ESCRITURA Y LA MEMORIA

Soy de los que cree que poner por escrito lo que vamos haciendo, que reflexionar y escribir, que dejar constancia escrita de las sensaciones y vivencias es una manera de contribuir a dar forma a un corpus amplio y universal, probablemente muy significativo de lo que somos, de lo que hemos hecho, de lo que han generado nuestras interrelaciones con otras personas, etc.

Como maestro entiendo que es conveniente, con frecuencia, que el alumnado escriba con una finalidad determinada, que sepa el niño y la niña cuál es el objetivo de ese texto libre o sugerido, de esa reflexión, de esa composición imaginativa… si acabará siendo una carta para intercambio escolar o un “libro libre” de textos y poemas o un pregón para leer en algún acto o un regalo para un familiar o  una reflexión para publicar en el blog… es evidente que lo que se escribe permanece y puede ser enviado y publicado y leído con el paso del tiempo.

A medida que crecemos, en ocasiones, vamos descubriendo lagunas en el recuerdo porque nos faltan materiales que puedan estimularlo y refrescarlo con más precisión. Una fotografía puede hacer ese papel de activadora de la memoria y de propiciar una “lectura” compartida de la misma con todos los que aparecen en ella. Los textos, crónicas, reflexiones, poemas, cartas, etc. que vamos escribiendo apuntan igualmente, y con más precisión, en esa dirección.

Como lo veo así y así lo pienso, he buscado siempre la manera más eficaz de ponerlo en práctica. Para conseguirlo, estimulo todo lo que puedo la edición de revistas y boletines; la confección de libros de distintos tamaños, formatos y contenidos; la correspondencia e intercambio escolar; la creación y mantenimiento de este blog; el trabajo escolar con cuadernillos personales: que fijen noticias, reflexiones y valoraciones, trabajos de investigación, viajes y visitas… Todo tiene la misma finalidad: que cada cual guarde esos materiales que podrán ser, con el paso del tiempo, elementos autobiográficos de interés y también es una manera de poner en valor una parte de nuestro trabajo.

 

 

Cuando escribo estas líneas, el número 59 del boletín BIBLIOTELANDIA está ya dispuesto en la imprenta. La colección de esos boletines guarda con precisión una buena parte de la historia de nuestra biblioteca escolar. En sus páginas se pueden leer los principales acontecimientos, los relatos de la mayor parte de las actividades impulsadas, algunas fotografías, comentarios, reseñas de libros, opiniones, noticias culturales… Y todo eso, con el paso del tiempo, adquirirá mucho más valor porque cualquier persona podrá, hojeando esos documentos, acercarse a un equipamiento pedagógico significativo e innovador, a un esfuerzo colectivo que ya lleva 21 años vivo y podrá conocerlo, valorarlo y tomar nota de lo que allí se cuenta, para repetirlo o para evitarlo…

En este número de Bibliotelandia, por ejemplo, algunos chicos y chicas que han ejercido de cuidadores de la biblioteca en el primer trimestre del curso 2008-2009, escriben unas líneas sobre su experiencia. Creo que son opiniones que merecen nuestra atención… Estarán “doblemente” escritas: impresas y reales en el boletín de la biblioteca y en formato virtual en este blog y podrán ser leídas por muchas personas.

 

.. La experiencia de ser bibliotecaria, me ha parecido muy interesante, por 4 razones: La primera, es que me he podido sumergir durante unos meses, explorando  todos los materiales que hay dentro, que por cierto, ¡Hay unos cuantos! La segunda, es que mientras ordenaba la biblioteca, iba mirando los libros, y me sorprendía, porque algunos los habíamos comentado en clase, pero no sabia que estaban... La tercera, es que muchos días consultaba revistas que había allí, periódicos... La cuarta, es que también tenía la posibilidad de hacer algún trabajo, conectarme a Internet...

Este periodo de tiempo se me ha pasado volando. La función de un bibliotecario, es atender a la gente que viene, ordenar y limpiar la biblioteca. Desde que estoy de bibliotecaria leo mucho más, ya que yo voy viendo las novedades  del expositor, libros en la estantería... Me gusta mucho que la gente visite a la señora biblioteca, y que la gente se lleve libros a casa. (Alba Buisán)

 

.. Me ha gustado mucho la experiencia de ser bibliotecaria. Yo hago de bibliotecaria todos los lunes. Hay días que hay algún problema y lo que hacemos es avisar a nuestro tutor Mariano. Atender a la gente, ordenar las estanterías no es un trabajo muy duro, es muy sencillo. A veces niños o niñas se pasaban del plazo en que tenían que devolver los libros y los avisábamos para que los devolvieran. Me gustaría seguir siendo bibliotecaria durante todo el curso pero no puede ser.  Ha sido interesante ser bibliotecaria. Estar una hora a la semana no es nada, se puede pasar en la biblioteca  perfectamente, se pasa volando. Todos estos días en la biblioteca me han servido además para poder ver libros que nunca había visto. Mientras ordenaba, veía libros que me llamaban la atención,  los cogía y los ojeaba. Bueno ha sido una muy buena experiencia. (Marina Escandil)

 

.. Me ha parecido muy interesante ser bibliotecaria porque de esta manera he podido estar más rato en la biblioteca del Miguel Servet.  Me gustó mucho lo que teníamos que hacer; por ejemplo: ordenar toda la biblioteca, mantener la biblioteca en silencio, poner todas las tarjetas de los libros que se cogía la gente en su curso, si alguien tenía un libro hace mucho tiempo darle las tarjetas a Mariano, dejar a la gente ponerse al ordenador si tiene que hacer algo del colegio… Lo que me sorprendió fue algunas reglas que teníamos, por ejemplo: si venía alguna profesora, darle nosotros y nosotras las fichas que estaban en una carpeta.  Me ha gustado mucho ser bibliotecaria tanto tiempo. (Judit Ainoza)

 

.. Nunca había llegado a imaginar que pudiera llegar a ser bibliotecaria. Para mí ha sido una experiencia  muy bonita y os voy a explicar por qué. Pues veréis, a mí no me gustaba nada leer y desde que soy bibliotecaria no sé que me ha pasado que siempre tengo ganas de leerme un libro. Hemos tenido días buenos y días  malos, los malos ya los he olvidado solo me voy a quedar con los buenos momentos. He visto a mucha gente leer, disfrutar de su lectura, en los ordenadores buscando información, en los blogs poniendo comentarios…

Ser bibliotecaria ha sido fenomenal y creo que todos los que lo hemos sido somos más responsables. Todos los que hemos sido bibliotecarios hemos aprovechado una oportunidad maravillosa  y no me arrepiento de haberlo  hecho. (Ainoha Jodar)

 

.. A mí hacer de bibliotecario me gusta, aunque alguna vez no me acuerde de que tengo que ir a la biblioteca a ordenar libros, apuntar libros que se cogen y se devuelven, apuntar para buscar información en Internet, que son algunas de las faenas que hacemos en la biblioteca.

Aunque a veces no tengo muchas ganas de hacer de bibliotecario la mayoría de veces lo hago con mucho gusto. Hay veces que entra en la biblioteca niños problemáticos y nosotros los bibliotecarios tenemos que poner orden.

También a veces se encuentran libros dañados y tenemos que llevárselos a Mariano, nuestro profesor, para que los guarde y después repararlos. Éste, entre comillas, trabajo voluntario sirve para que la biblioteca sea un lugar agradable de estudio y lectura, por eso nos presentamos para bibliotecarios. A mí este trabajo me ha gustado realizarlo. (Julen Martínez)

 

.. A mí me gusta mucho ser bibliotecaria, sobre todo porque eres la responsable, la que manda… Ser bibliotecaria es bueno para los que no leen porque cuando estás anotando algún libro prestado, te fijas en el título y algunos te llaman la atención y te apetece leerlos. Pasa lo mismo con los libros de las estanterías; cuando estás ordenando, miras los libros y algunos te llaman mucho la atención. El trabajo consiste en anotar cuánta gente entra en la biblioteca, apuntar los libros que se lleva la gente y recoger los que devuelven, anotar a las personas que quieren hacer un trabajo utilizando los ordenadores, ordenar los libros en las estanterías… (Isabel Barrafón)

 

.. Todos estos meses que hemos sido bibliotecarios nos han servido para leer más, para conocer libros de la biblioteca que no conocíamos, para aprender más…

La biblioteca de nuestro colegio está dotada de muchos libros: unos infantiles, otros para adultos; unos nos harán reír, otros que nos harán llorar… pero en definitiva todos nos aportarán algo. Un ejemplo es que si leemos más al escribir no tendremos tantas faltas de ortografía porque ya las habremos visto y nos acordaremos.

Ya sé que les hemos de dejar sitio a la otra clase de sexto, pero no me quiero ir. (Marc Sarrau)

 

.. Me gusta mucho ser bibliotecaria. Como nuestra función es atender a la gente que viene a la biblioteca, y ordenar libros, conocemos a gente, y miramos libros sobre diferentes temas. A mí siempre me ha gustado leer, pero ahora que soy bibliotecaria, me acerco más a los libros. Y antes solo me gustaban los libros de literatura, y ahora, también me gusta ojear las enciclopedias, los diccionarios, los libros de ciencias naturales, de historia, etc. Lo que más me gusta de la biblioteca, es leer, y ver como los niños se sienten a gusto leyendo o buscando información. Lo que menos me gusta, es que la gente grite, corra o coma dentro de la biblioteca. (Ainoa Rivas)

 

6 comentarios

judit -

Me gustaría ser más tiempo bibliotecaria, pero le toca a la otra clase.
Ya hemos sido mucho tiempo.
Ahora leo más, me cojo más libros, estoy más tiempo en la biblioteca...
Hago muchas cosas más que antes no hacía.
Y me gustan mucho más los libros.

Mariano -

Pues no pensaba yo en asuntos tan caseros, interesantes y necesarios, como los que nombras, cuando escribía el texto. Pero tienes mucha razón, también por todo eso que dices. ¡Siempre tan ocurrente, Fina! Un saludo.

Fina -

¡¡ Pero cuanta razón tienes !!...y a medida que vas haciéndote mayor, escritura y memoria deben ir irremediablemente unidas, porque...si no fuera por la chuletita con la lista de la compra cuando voy al super, me olvidaría de un montón de cosas...si no fuera por que tengo un pequeño diario con fechas y anécdotas de mis hijos cuando eran pequeños, no recordaría quien de los dos fué el que ahogó al canario cuando lo cogió con las manitas, quien rompió aquella figura italiana de cristal de murano de un pelotazo o quien tiró la televisión de 28 pulgadas de un empujón....todo, todo eso y más lo conservo gracias a la escritura, porque la memoria ya falla.

Un saludo

Marina Escándil -

Voy a empezar como siempre: me ha gustado mucho este texto, esta muy bien escrito. ¡Qué pena!, ya no vamos a ser más días bibliotecarios. Pero los de la otra clase también tienen derecho a serlo. Me han gustado mucho los comentarios de Alba, Ainoa Jodar, Ainoa Rivas y Marc. También me ha hecho mucha gracia que en el comentario de Isabel ponía: “A mí me gusta mucho ser bibliotecaria, sobre todo porque eres la responsable, la que manda…” No somos los que mandamos porque nosotros no podemos echar a alguien, lo que tenemos que hacer es decírselo a Mariano y él lo echará si lo que ha hecho es de una persona irresponsable.

Anónimo -

Tomás Eloy Martínez es un periodista y escritor argentino. He leído una interesante entrevista que le hacen en El País del día de hoy (8.02.09). Una de las preguntas que le hace Juan Cruz, autor de la entrevista, es “¿Cuál es el diagnóstico acerca del porvenir del oficio?”.
- “Periodistas habrá siempre, como narradores. Defoe es anterior al periodismo, como Homero o Herodoto; eran todos narradores de hechos que daban como ciertos, y la historia sigue en pie gracias a que el hombre siempre tuvo vocación de narrar sus hechos. No narraba las ausencias: narraba aquello que le parecía narrable o contable. Sólo lo escrito permanece; aquello que no ha sido narrado no existe, y lo que ha sido escrito se convierte en verdad. Y eso seguirá siendo as텔

Alba Buisan Navas -

Me gustaría, que más gente visitara la biblioteca, que todos los niños se llevaran libros...Cuando rea pequeña, iba a la biblioteca del colegio e iba directamente hacia unos libros,(que en casa tengo, ya que me gustaban mucho)y me lo prestaba la señora biblioteca eran de la editorial Parramón, pero también me gustaban los de TEO...