MOHAR Y EL TSUNAMI
La verdad es que estas vacaciones de navidad serán recordadas por la catástrofe del Océano Índico. Una catástrofe natural nunca vista antes, con un saldo tremendo de vidas humanas perdidas y de daños materiales altísimos. Todos los días, desde que ocurrió la tragedia, los medios de comunicación dedican muchas páginas y muchos minutos a glosar pormenores de la tragedia, tareas de ayuda a los supervivientes, costes del desastre y a contar las dramáticas historias de muchas personas.
Hoy he escuchado la de Mohar (no sé si se escribe así), un maestro de Sri Lanka que el día de la tragedia decidió ir de excursión con sus alumnos y alumnas a la playa. Seguramente, Mohar quiso regalar a su alumnado una jornada diferente, de observación y convivencia, a orillas del Índico; probablemente pensaban jugar en la arena con una pelota, quizás construir castillos, correr y mojarse en el mar; probablemente recoger algunas caracolas, conchas diversas, mirar al horizonte viendo barcos pesqueros o la línea sinuosa de las pequeñas montañas por las que había salido el sol De pronto una ola gigantesca se acerca amenazadora hacia la playa; tras la sorpresa inicial, el pánico. El maestro grita a los niños y niñas que corran para ponerse a salvo. Entre las alumnas, hay dos hijas suyas. El agua los empuja violentamente y cada cual trata de agarrarse donde puede para ponerse a salvo: hay gritos desgarrados, miedo colectivo, esfuerzos denodados por salvar la vida y silencio. Un silencio desgarrador. El maestro Mohar no puede salvar a una de sus hijas y 25 niños y niñas de su escuela pierden la vida a causa del violento tsunami.
Cuando la escuela deje de ser un improvisado campo de refugiados, ¡quién no quedará sobrecogido ante tanta ausencia!
Hoy he escuchado la de Mohar (no sé si se escribe así), un maestro de Sri Lanka que el día de la tragedia decidió ir de excursión con sus alumnos y alumnas a la playa. Seguramente, Mohar quiso regalar a su alumnado una jornada diferente, de observación y convivencia, a orillas del Índico; probablemente pensaban jugar en la arena con una pelota, quizás construir castillos, correr y mojarse en el mar; probablemente recoger algunas caracolas, conchas diversas, mirar al horizonte viendo barcos pesqueros o la línea sinuosa de las pequeñas montañas por las que había salido el sol De pronto una ola gigantesca se acerca amenazadora hacia la playa; tras la sorpresa inicial, el pánico. El maestro grita a los niños y niñas que corran para ponerse a salvo. Entre las alumnas, hay dos hijas suyas. El agua los empuja violentamente y cada cual trata de agarrarse donde puede para ponerse a salvo: hay gritos desgarrados, miedo colectivo, esfuerzos denodados por salvar la vida y silencio. Un silencio desgarrador. El maestro Mohar no puede salvar a una de sus hijas y 25 niños y niñas de su escuela pierden la vida a causa del violento tsunami.
Cuando la escuela deje de ser un improvisado campo de refugiados, ¡quién no quedará sobrecogido ante tanta ausencia!
26 comentarios
Jhonny -
Debemos prevenir a la poblaciòn mundial de futuros desastres naturales que indirectamente son causados por la irresponsabilidad del ser humano, me refiero al calentamiento global.
Les hago una pregunta ¿què pasarìa si se desprenden grandes bloques de hielo del continente polar? ¿Imaginen el tamaño de las olas? ¿Cuànta gente morirìa?. Entonces reflexionemos y tratemos de advertir sobre los nuevos peligros descomunales que causarìan los diversos cambios en el ecosistema.
"cuidemos el medio ambiente"
victor -
DANIEL -
CARMEN, MAIRA Y AMANDA -
javi navarro -
javier simòn -
Me gustaría que volvierais a Miguel Servet por que estuvisteis muy poco rato con nosotros, me lo pase muy bien, pobre maestro por favor Víctor, rosa contestarme no he podido casi escribir. Espero que me contestéis
jenny -
Miguel Suarez -
Verónica vieyros -
Anónimo -
desagradable para las victimas del maremoto hay miles de muertos y heridos familias destrozadas casas y edificios derrumbados, es un desastre que ha dejado muchos niños huerfanos. Ha sido un placer escribir este comentario Mariluz
Javier Satorres Calvete -
Andrea -
Hay mucha gente ayudando sin dar nada a cambio y muchos muertos y a parte todos los familiares muy tristes o preocupados porque no sabe si sus hijos maridos o mujeres estan muertos o vivos.
Un saludo de Andrea Menén Millanes
sami gomez -
un saludo sami
Edgar vilar -
javi simón y santi -
Nosotros sentimos tristeza por el profesor que ha perdido a una de sus hijas y a muchos alumnos.
Ojalá no hubiera pasado lo del tsunami ,porque las familia sufren por sus familiares que ahora están muertos.Nos ha gustado escribir en el blog y tambien el texto.
Houda -
Sergio Chiné we we -
sebastian -
Lo que también me a aparecido violento es que hayan muerto niños y niños.
Este tsunami ha afectado ha muchas familias eso me ha entristecido.
También me sorprendido que una niña supiese que iba ha ocurrir un maremoto.
Ainhoa -
Los que viven en estas zonas, tendrían que saber cómo se detectan los tsunamis. Hay gente cómo una niña francesa que se salvó, gracias a que en clase habían hablado de eso. O a unos habitantes de una isla que por los sonidos de los pájaros se adentraron en la selva, y no hubo ningún muerto. Se alimentaron una semana de cocos.
Y es que ya lo dice mi padre, cuando pasa algo malo; ¡sigue a los animales!
Ender -
Marta Basolsswse -
Miguel -
jenny y javi -
Escandil -
Daniel -
antonia -