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gurrion

DE CÓMO EL AZAR TE OFRECE AGRADABLES SORPRESAS

 Hoy hemos salido con el coche, a media mañana, sin rumbo definido. Nada más incorporarnos a la carretera ya hemos despejado la primera incógnita: todos los destinos hacia la izquierda quedaban excluidos (no hablo en términos políticos, claro, sino en términos geográficos). Con el coche ya enderezado en dirección norte, teníamos cuatro posibilidades, así a grandes rasgos: Valle de Añisclo y aledaños; Tella, con Lamiana, Revilla, etc.; Valle de Bielsa; Valle de Chistau. Ignorados los desvíos a los dos primeros, en Salinas hemos tomado la penúltima decisión: Valle de Chistau. Hemos enfilado la orilla izquierda del Cinqueta y no hemos subido ni a Saravillo ni al valle de la Comuna; hemos ido directos a San Chuan de Plan. El día es soleado y la ladera de San Mamés se ofrece con una variada gama de verdes, salpicados de bordas. Hemos recorrido el pueblo callejeando: iglesia, museo, plaza… Dudamos si comer en San Chuan o regresar a Plan. Tras el paseo, optamos por el regreso: “De Plan ta San Chuan as gallinas van” (más o menos, dice el dicho popular). Cuando terminamos de aparcar el coche, saludamos a un compañero de mili, Manolo, que nos informa de que son las fiestas de Plan y de que, hagamos lo que hagamos, a las dos y media nos espera en la plaza para participar en el vermouth popular y, ya de paso, saludar al alcalde. Ante esta inesperada y sorprendente propuesta nos quedamos sin saber qué decir, pero las palabras de Manolo son tan contundentes que quedamos en vernos, a la hora sugerida en la Plaza Mayor. Hacemos tiempo en un bar de la localidad y a la hora convenida subimos la cuesta que conduce  a la plaza citada.  

Hay una importante concentración de gente (muy puntual, por cierto): mujeres, hombres, niñas y niños que van dando buena cuenta del contenido de las bandejas que se van ofreciendo a los distintos corros de conversación que se han ido formando (buscando todos las zonas sombreadas, porque el calor aprieta) en la plaza. Manolo nos acerca un refresco y una tapa de piña con queso para empezar. Tal como había prometido, nos acompaña directamente al corro del alcalde. Nos damos un abrazo con José Mª Fantova, recién elegido alcalde de Plan por la Chunta y viejo amigo, compañero de estudios, de farras y de mili. A pesar de estar relativamente cerca, hacía algunos años que no nos veíamos, así que el azar ha propiciado este reencuentro lleno de novedades. La última vez que hablamos, Fantova estaba soltero; ahora está casado con Pilar y tiene dos preciosas criaturas: Noelia y Javier (éste de poco más de un año de edad). Mi amigo está, pues, criando o ayudando en la cría a su mujer y además es el alcalde del pueblo. El tiempo no pasa en balde y los dos lucimos barba blanca y pelo (él más que yo) notablemente “plateado”. En el corro está también el Consejero de la DGA, el Sr. Javier Velasco y aprovechamos para saludarle y para departir con él e intercambiar opiniones sobre la belleza del valle, la necesidad de salir a la naturaleza y desconectar de las actividades cotidianas.

No paramos de hablar, de beber algún refresco y picar de las distintas bandejas: tortilla de patata, almejas, jamón, gambas saladas, almendras, patatas chips… Me cuenta José Mari que ya es tradición que el día de la Fiesta Mayor, el Ayuntamiento invite a todo el pueblo a un generoso vermouth; tradición que él, como nuevo alcalde, piensa mantener. Finalizado el acto, el amigo Manolo dirige los trabajos de recogida de mesas y de limpieza y en pocos minutos la Plaza queda limpia y despejada. José Mari y Pilar nos convencen para que nos quedemos a comer en su casa y hasta allí nos dirigimos con un matrimonio amigo de Zaragoza. Charlamos de varios temas, nos tomamos un caldo reparador y picamos algunas otras cosas, mientras los zagales van a lo suyo, como es de ley. Cuando se acercan las seis de la tarde, un equipo de payasos anuncia su actuación y convocan a los pequeños, así que es momento de despedirse y regresar a Labuerda, de donde partimos. Con una sonrisa dibujada en nuestros rostros –en el de Mercè y en el mío- repasamos lo que ha dado de sí el día y comentamos que, en muchas ocasiones, el azar es quien mejor organiza algunos momentos de nuestras vidas. 

P.D.: 1.- Precisamente, el sábado pasado, también por la tarde, estuvimos con Mercé y Daniel en la feria REPLEGA de Monzón, feria del coleccionismo. Una fiesta también, sin duda, para quienes somos guardadores y aprendices de coleccionistas. Como también coleccionamos amigos, aprovechamos para pasar un buen rato de encuentro y charla con Mª José y Marcos y sus hijos gemelos. 2.- Y el lunes próximo iniciamos un nuevo curso escolar y, en mi caso, con nuevas criaturas de quinto de primaria. Algo de pereza ya tengo: nuevas caras, nuevos nombres y apellidos, nuevas familias (esto es lo que más pereza da) y, sin duda, nuevos retos. Veremos cómo se nos da la cosa y cuándo podemos activar este blog con las lecturas y comentarios de los nuevos…

1 comentario

Guillem -

Me parece muy bien la idea de ir sin rumbo. Porque puedes encontrar sitios muy bonitos a veces lo hago con mis padres y me lo paso muy bien. En la vida dicen que se tiene que ir sin runbo, pero a veces lo necesitas.
A si quéreis entrar en mi blog:
http://catarismo.blogspot.com/