LIBROS Y BIBLIOTECAS ESCOLARES EN ALBACETE Y LA GLORIA (Colombia)
He vuelto de Albacete. El pasado 31 de octubre, en el CEP de la capital castellano-manchega se celebraba la “II Jornada Provincial de Bibliotecas Escolares”, con el objetivo de “intercambiar experiencias y propuestas para dinamizar y organizar la Biblioteca Escolar”.
Ese día, viernes por la mañana, presenté dos ponencias en el encuentro, al que asistieron responsables de bibliotecas escolares de la provincia. En la primera, entre las 9´30 y las 11´30 de la mañana intenté centrarme en la trayectoria de trabajo llevado a cabo en la biblioteca escolar de mi colegio, desde 1988 hasta la actualidad: 20 años ya de acción modesta, imperfecta pero ininterrumpida, lo que probablemente le dé un valor añadido. Para completar, un rápido vistazo a mi blog (http://gurrion.blogia.com) para mostrar algunas de sus potencialidades, relacionadas con la lectura, la reflexión, la escritura y la comunicación…
Tras el descanso, en la segunda ponencia, me dediqué a presentar materiales realizados que tuviesen que ver con las cuatro tareas fundamentales que yo creo deben abordarse desde la biblioteca de un centro escolar: el fomento de la lectura, el apoyo y animación a la escritura, la práctica de la educación documental y la dinamización cultural del centro y del entorno escolar…
Esto que es muy fácil decirlo, no resulta nada fácil llevarlo a la práctica: cuadernillos de trabajo diseñados para realizar determinadas actividades con continuidad en el tiempo; libritos de diversas formas y tamaños realizados a partir de las respuestas a una pregunta o tras recoger datos de fuentes orales o como resultado de diversas técnicas de composición poética o de escritura creativa; repertorios alfabéticos para practicar el uso de diversas fuentes documentales; materiales de acompañamiento en algunas actividades organizadas desde la B.E.; boletines informativos; materiales-recuerdo que estimulen la relación afectiva entre usuarios y biblioteca; artículos-resumen para contar e intercambiar experiencias; guías de lectura; … Todo lo señalado y algunos otros documentos fueron pasando de mano en mano y de ojo en ojo, y si fuera posible, de corazón a corazón, para estimular en los presentes el ánimo que es necesario para variar nuestras prácticas pedagógicas y descubrir nuevos territorios imaginativos, nuevas maneras de abordar algunos temas, nuevos caminos por los que transitar de una manera más sugerente e innovadora…
Cuatro horas de trabajo intenso y de “sudar la camiseta”, para mostrar un amplio repertorio de actividades, de materiales y de realizaciones prácticas en torno a los libros, a la lectura, a las fuentes documentales, a la biblioteca escolar, etc. Hubo debate e intercambio de opiniones sobre algunos aspectos y hubo, como casi siempre, menos tiempo del necesario, quedando muchas cosas por decir. Por mi parte, agradecimiento por la numerosa asistencia y por el respeto mostrado, a todas las personas que estuvieron y a Silvio y Manuel, como responsables de haberme llevado hasta una ciudad desconocida para mí.
Por la tarde había otras personas intervinientes en la jornada que hablaban de organizar la B.E. y de Planes de Lectura. Supongo que les iría bien y que esas reflexiones deberían ayudar a lograr una mayor implantación de las bibliotecas escolares en los centros escolares de la provincia de Albacete.
No obstante, no sé si estas sesiones sirven para convencer a algunos indecisos, para animar definitivamente a algunas personas titubeantes ante la posibilidad de variar algo su práctica pedagógica o si, realmente, tienen pocos o nulos efectos. Uno quiere pensar que habrá alguien escuchando que se sentirá reconocido o que vislumbrará una posibilidad en la que no había pensado, en un asunto del que ya hace tiempo se escribió y se dijo casi todo. Creo que hay que hablar menos, dejar de sermonear y ponerse a trabajar con dedicación y constancia, con compromiso y naturalidad…
Pues resulta que en La Gloria (un pueblecito colombiano, del norte del país) vive un maestro de Primaria (¡un colega, vaya!) que se llama Luis Soriano. Desde hace ya unos años, Luis carga cada fin de semana a sus dos burros con libros y recorre pueblos y aldeas prestándolos o leyendo en voz alta a grupos de personas (sobre todo, niñas y niños). Su iniciativa lleva el nada sugerente nombre de “Biblioburro”.
Dice Luis que comenzó con 70 libros, pero que ahora trajina ya con cerca de 5.000. Esta pequeña institución fue creada por el maestro Soriano porque estaba convencido (y aún lo está) de que “poner libros al alcance de la gente que no los tiene podría mejorar esta pobre región, y tal vez incluso, Colombia”.
Soriano nunca ha salido de su país, pero sigue dedicándose a traer a su gente retazos del mundo exterior. Su proyecto ha sido elogiado por expertos en alfabetización del país y es el tema de un nuevo documental de un director colombiano. Dice el cronista de la noticia (Simón Romero) que el poblado de La Gloria está todavía más alejado del mundo que Aracataca, pueblo éste que inspiró Cien años de soledad a Gabriel García Márquez.
Viendo el poder transformador que la lectura tenía sobre sus alumnos, nacidos en una época de conflicto aún mayor que cuando él era pequeño, el maestro Luis Soriano, de 36 años, puso en marcha esta iniciativa que “empezó como una necesidad, después se transformó en obligación y luego en costumbre. Ahora es una institución”, añade.
El pequeño artículo que recoge esta iniciativa se publicó el jueves 30 de octubre de 2008 en el suplemento (de doce páginas) que encarta El País ese día de la semana y que responde al nombre de “The New York Times” porque se nutre de una selección pequeña de lo publicado durante la semana anterior en ese diario estadounidense. Yo lo leí por la tarde del viernes 31 en el tren que me llevaba a Madrid y después de la mañana de trabajo en el CEP de Albacete. Me quedé impresionado por la magnitud del esfuerzo y del compromiso, de una sola persona y en un país y una zona geográfica delicada, donde la guerrilla, los paramilitares y el ejército mantienen un pulso tremendo que tiene atemorizada a la población civil. La actividad que Luis impulsa no es sólo emotiva y necesaria, es también arriesgada y comprometida. Él ha fundado una pequeña biblioteca ambulante (y a falta del “bibliobús”, utiliza el “biblioburro”)… Quienes conocemos algo del empeño revitalizador de las Misiones Pedagógicas, que se crearon en este país nuestro en tiempos de la república, para hacer llegar algunas expresiones culturales a los más recónditos lugares de la geografía española, incluyendo una pequeña biblioteca, podemos calibrar la magnitud del trabajo voluntario de Luis Soriano.
Hace pocas fechas, en una entrevista que le hacían al escritor y profesor francés, Daniel Pennac, autor del libro: “Mal de escuela”, decía: “Vivimos en una sociedad escindida entre el deseo y la necesidad. Los profesores se dirigen a las necesidades –leer, escribir, razonar-, y el resto de la sociedad se contenta con satisfacer sus deseos superficiales: la ropa, el móvil, el ordenador”.
En otro momento de la entrevista, el profesor Pennac decía: “Basta un solo profesor para salvarnos”, queriendo sugerir la necesidad que tiene la sociedad de cuidar a sus maestros y maestras porque son las personas que educan en buena parte a la sociedad del futuro.
Es posible que Luis Soriano, con esa iniciativa y con su ejemplo de compromiso solidario, “salve” a algunos y algunas de una vida de sometimiento, o les conjure algunos miedos; también es posible que su trabajo se interrumpa bruscamente por quienes pueden entenderlo como peligroso para sus intereses… ¡Hay varias posibilidades! Entre otras, estas iniciativas que surgen de la voluntad, del convencimiento, de la necesidad de entender que para arreglar algo que no funciona hay que poner manos a la obra y no dilatar infinitamente la puesta en marcha de las soluciones o de las acciones que pueden paliar significativamente los daños y los efectos.
13 comentarios
Luis Gonzalez -
Mariano -
Para Mercè y para mí fue un placer atenderos. Los dos creemos que nos resultará muy enriquecedor que personas externas echen un vistazo a nuestro trabajo y nos den una valoración del mismo, cómo se percibe, si se ve movimiento real Estoy cansado de escuchar relatos de bibliotecas escolares imaginarias (que nunca han existido y probablemente nunca existirán) de gente que nunca pisó una escuela El trabajo en la biblioteca escolar real -cuando se debe compaginar la docencia con la dedicación voluntaria a esa instalación con dos horas semanales de liberación- es duro (aunque más se trabaja en la mina, por supuesto) porque hay que luchar además contra muchos imponderables Algún día hablaremos de todo ello Nos alegrará volver a veros a ti y a Tita. Un abrazo para las dos.
Rebeca -
tus propuestas son un oasis en el panorama, y los niños siempre están sedientos:-)
Desde Salamanca, después de un viaje largo y una semana muy enriquecedora, tanto Tita como yo te mandamos a ti y a Mercé muchos recuerdos y un abrazo. Nos vemos pronto!
Rebeca
Mariano -
¡Anda que ya te vale, Anita! O sea que uno de tus sueños, confesables desde este momento, es tener un burro. Te imagino como dices, de pueblo en pueblo, regalando historias, recitando versos Desgranando una carga de palabras que transportaría el burro en su lomo y alforjas, en forma de libros. Bueno, escríbeles a los reyes magos otra vez. Algún día es posible que se haga realidad tu sueño-deseo. Un abrazo fuerte.
Rosa, esta Anita es más joven, pero entre tú y yo- los de nuestra generación conocimos a los burros en circunstancias poco literarias: viejos, cargados siempre, rodeados de moscas, con sus rebuznos tan poco musicales Cuando me enteré de la relación de Juan Ramón y Platero, no me lo podía creer, viendo los burros que circulaban por mi pueblo. Pero el tiempo pasa y a fuerza de no verlos (y viendo la cantidad de burros de dos patas que salen por la televisión) uno acaba por añorarlos
No tengo la dirección de Luis Soriano, el inventor del Biblioburro, pero su iniciativa y trabajo son realmente admirables. Un abrazo fuerte, como siempre.
Mª Rosa SERDIO -
Por eso me emocionó mucho pensar en el hombre del burro llevando ilusión por esos andurriales. ¡Cómo me gustaría poder hacerle llegar mi admiración! ¿Tendrás tú su dirección?
Y para ti, con burro o cargando como tal con tus "muestras de calidad", también va mi cariño de siempre.
Ánimo, arriero que en el caminito nos encontraremos.
Anita dinamita -
Mariano -
marina -
Bueno adiós Mariano
Alba -
La noticia me parece muy interesante, porque Luis Soriano, lo hacia con toda su voluntad. Y que también fomente la lectura, les enseñe a leer y él tenga que ir con burros, porque seguramente no hay otra forma de llegar a eso pueblecitos. ¡Seguro que se lo agradecerán!
Julen -
Pablo -
Mariano -
Lamento mucho no habértelo dicho. No pensé en ningún momento en esa posibilidad, pero hubiera sido, también para mí, un momento emotivo porque nos falta ese conocimiento en carne mortal que redondee nuestra relación. Fue un viaje rápido, ya te puedes imaginar, pero intenso, tras una mañana entera de trabajo. Confiemos en que haya nuevas oportunidades de conocernos, mientras tanto seguiremos con estas intermitencias bloggeras. Te mandaré el artículo fotocopiado por correo postal.
Un abrazo fuerte.
Pedro Villar -
El testimonio sobre Luis Soriano me deja impresionado.
Un abrazo amigo