Eurocopa de 1964.
La segunda en jugarse, la primera que ganamos. Recuerdos
Queda muy cercano el triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa de Alemania-2024. Cuarto título del combinado nacional, después de los conseguidos en 1964, 2008 y 2012. Y se me ha ocurrido escribir sobre aquella primera, la de 1964, en blanco y negro.
Había escuchado por la radio (no en mi casa, porque no teníamos), parte del partido y el resultado de la semifinal España 2 – Hungría 1. Ese partido se celebró el 17 de junio de 1964 en el estadio Santiago Bernabeu. Marcó primero España, por medio de Jesús Pereda y empató Hungría, cerca del final, por medio de Bene. Avanzada la prórroga, Amancio Amaro estableció ya el resultado definitivo y España pasó a la final. En la otra semifinal, la URSS ganó cómodamente a Dinamarca por 3 goles a 1. España alineó un equipo que nos sabíamos de memoria: Iríbar; Rivilla, Olivella, Calleja; Zoco, Fusté; Amancio, Pereda, Marcelino, Suárez y Lapetra. (Uno del Atlétic; dos del Atlético; tres del Barcelona; dos del Real Madrid; uno del Inter de Milán y dos del Real Zaragoza). No había cambios.
La final se programó para el día 21 de junio -domingo- en el estadio Santiago Bernabeu. En Labuerda no había ningún aparato de televisión y había inquietud por ver ese partido... En Lafortunada reinaba la empresa Iberduero con una amplia nómina de trabajadores que residían en dicho pueblo o en otros de la comarca. Algunos acudían a trabajar en bicicleta desde sus pueblos respectivos. Lafortunada contaba con dotaciones económicas, proporcionadas por la empresa, que les permitió tener instalaciones que no había en ningún otro pueblo de la comarca: consultorio médico, instalaciones deportivas, economato... y un casino. Allí estaba colocada la televisión (no sé si la única de Sobrarbe o una de las muy pocas). El caso es que, aquella inquietud que he nombrado, determinó que ese domingo, unas cuantas personas alquilaran un taxi para desplazarse hasta Lafortunada a ver el partido...Y mi tío Antonio, de casa Torrén, me invitó a acompañarlos, me metió en la expedición. Yo tenía ese día 9 años y cumplía los diez, justo un mes más tarde (el 21 de julio). El recuerdo que tengo, al margen del viaje apretados en el taxi y algo mareado por las curvas de la carretera, es la de llegar a Lafortunada, bajar del taxi, caminar hasta el casino y buscar sillas para sentarnos... Aunque el recinto (como comprobé años más tarde cuando íbamos de fiesta hasta dicho pueblo) no era muy grande, “veo” cada vez que recuerdo, una televisión pequeña alzada sobre una plataforma en la que, desde mi posición, no se podía apreciar la imagen con excesiva claridad... Pero para eso estaban los de delante, para transmitir pasión y gritos, ja, ja. El caso es que empezamos ganando, con un gol -de nuevo- de Chus Pereda y un empate rápido de Khusainov. Minuto 8 y empate a uno. En dos minutos, dos goles. Luego hubo que esperar hasta cerca del final para asistir al cabezazo imposible de Marcelino que logró batir a Yashin (la Araña Negra), que no era cualquier portero... La alineación de España fue la misma de la semifinal y, como no había cambios, pues esos 11 nombrados fueron los héroes de aquella gesta, de aquella primera Eurocopa que tardó 44 años en revalidarse. Ferrán Olivella recogió la copa, como Capitán, y José Villalonga era el entrenador.
No tengo ningún recuerdo concreto del viaje de vuelta que debimos hacerlo contentos y eufóricos por una victoria que, con el tiempo, supe que había tenido también un aprovechamiento político, por parte del franquismo. En el equipo de la URSS, además de los nombrados, jugaban futbolistas de clase mundial: Chislenko, Ivanov, Sherternev... Aquel España-Rusia fue luego repetido en nuestros partidos infantiles, en eras, campitos y plaza...
Un añadido posterior...
Dos años más tarde, se jugó el 8º Campeonato Mundial de Fútbol en Inglaterra. Estábamos en 1966 y la televisión ya había llegado a Labuerda, instalada en el Bar Lafalla o Casa Carrera. Las gaseosas “La Casera” habían sacado un álbum de cromos que los zagales íbamos completando con entusiasmo. Yo lo tengo lleno y guardado como un tesoro. Voy mirando los cromos y veo que, tanto en Hungría como en Rusia seguían jugando muchos de los futbolistas que participaron en la Eurocopa del 64. Por Hungría, veo a: Bene, Albert, Meszoli, Tichy, Rakosi, Varga, entre otros y por parte de Rusia, continuaban: Yashin, Chislenko, Ivanov, Khusainov, Sherternev, Voronin... Precisamente, en Cuartos de Final se enfrentaron Rusia y Hungría, con triunfo de los primeros por 2 a 1. En semifinales, Alemania le ganó a Rusia (2-1) y en partido para el tercer y cuarto puesto, Rusia perdió con Portugal, por 2 a 1 también, quedando clasificada en 4º lugar en aquel mundial. España, por su parte perdió en la fase de grupos con Argentina y con Alemania (los dos partidos por 2-1) y ganó a Suiza por 2-1. No pasó a Cuartos de final. Veo, en los cromos, caras conocidas de la Eurocopa del 64: Iríbar, Olivella, Zoco, Amancio, Marcelino, Lapetra... Los álbumes de cromos eran entonces libros en color y materiales de valor informativo.
Y una nota final: En el número 64 de El Gurrión (agosto de 1996), páginas 12-14, escribí un artículo titulado: “Recuerdos en blanco y negro: fútbol y televisión”, en la sección: “Lo que queda en la memoria”. Ese verano se disputó el X Campeonato de Europa de selecciones nacionales de fútbol, en Inglaterra. Llegaron a la final, Alemania y la República Checa. Los 90 minutos reglamentarios terminaros con empate a uno y en la prórroga marcó Alemania, por mediación de Oliver Bierhoff y se acabó el partido, porque se jugó con la regla del “Gol de oro”, que ya nunca más volvió a utilizarse. Mi artículo parte de la idea de que había sido un campeonato mediocre y aproveché para reivindicar la Eurocopa de 1964 y el Mundial de 1966.
Mariano Coronas Cabrero
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