MEACUERDOS DEL PRIMER TRIMESTRE
En vísperas de vacaciones, acordamos utilizar esta fórmula para intentar sacar de nuestro interior aquellos recuerdos que se nos habían adherido a la piel y que estaban relacionados con el trabajo y la vida escolar de este primer trimestre del curso 2011-2012. Es una actividad muy apreciada. Todos los niños y niñas pueden responder al pequeño desafío, y hacerlo con un amplio número de respuestas. La lectura posterior de unos y otros nos hace caer en cuenta de cuántos recuerdos son compartidos y qué hay de originalidad en algunos de ellos; e incluso nos permite calibrar qué cosas se recuerdan… Esta es una lista incompleta, pero curiosa; es un resumen de lo que los niños y niñas de quinto recuerdan de lo que han hecho, observado y vivido en este trimestre que termina. Es también una manera de reflexionar y de mirar hacia atrás y es un documento base para comentar y, en muchas ocasiones, para sonreír. Por todo ello, ha merecido la pena hacerlo…
Me acuerdo que el primer día de clase nos mezclaron. Me acuerdo que tenía muchos nervios el primer día de clase. Me acuerdo cuando Mariano dijo mi nombre para que él fuese mi tutor. Me acuerdo de cuando nos separamos de los amigos. Me acuerdo de cuando aprendimos la primera contraseña poética. Me acuerdo de cuando hicimos un texto colectivo sobre las vacaciones con nombres y adjetivos calificativos. Me acuerdo del primer texto largo que hicimos. Me acuerdo del primer día que hicimos biblioteca. Me acuerdo de todos los trabajos que hemos hecho. Me acuerdo de cuando supimos de la muerte de Wangari Maathai. Me acuerdo de cuando Octav trajo bombones. Me acuerdo del día que empezamos el “Cuaderno con nombres propios”. Me acuerdo de cuando me caí por la cuesta de Santa Ana. Me acuerdo que en estudio, leíamos libros. Me acuerdo de los goles que he marcado. Me acuerdo de cuando hacía el saxofón para el festival de navidad. Me acuerdo de los dibujos para Zafra. Me acuerdo del primer día que recité la contraseña poética. Me acuerdo cuando tuvimos problemas con la pelota. Me acuerdo cuando nos dijiste que cada fin de semana haríamos un texto. Me acuerdo cuando Mercè nos vino a felicitar por el patio tan limpio que estábamos dejando. Me acuerdo de cuando ensayábamos la canción. Me acuerdo de la reunión de Representantes. Me acuerdo de cuando no podía escribir porque me hice daño en un dedo. Me acuerdo cuando Mariano dijo una cosa y todos nos pusimos a reír. Me acuerdo cuando jugábamos al toro en el recreo. Me acuerdo cuando el maestro nos dijo la página de “servetbiblio” y la dirección para poder leerla. Me acuerdo de cuando nos llegó el primer paquete desde Zafra.
Me acuerdo cuando apunté mi primer libro en el “Diario de lectura”. Me acuerdo cuando una vez tuvimos que sacar el calendario de la pizarra porque nos molestaba. Me acuerdo del día que creí haber perdido el estuche. Me acuerdo de cuando Mariano nos enseñó los grados del adjetivo. Me acuerdo de jugar en Educación Física a zorros, gallinas y víboras. Me acuerdo de la primera presentación que hice. Me acuerdo del primer comentario que hice en un blog. Me acuerdo de la salida escolar a la Laguna de Sariñena y a Villanueva de Sijena. Me acuerdo de que, cuando llegué, no sabía a qué clase iba. Me acuerdo de cuando empecé mi “Cuaderno de contraseñas diarias”. Me acuerdo del día que Mariano nos dijo quién era Wangari Maathai. Me acuerdo del día que nos dijeron que algunos seríamos padrinos lectores. Me acuerdo del día que empezamos a hacer materiales para los niños de Zafra. Me acuerdo de cuando empezamos a hacer el Cuaderno de Aventuras Bibliotecarias. Me acuerdo del día que Mariano nos leyó un poema sobre “Zafraga”. Me acuerdo de estudiar con Mariano hombres y mujeres importantes de este mundo. Me acuerdo del primer día de tablets. Me acuerdo de cuando nos enseñaron a hacer presentaciones en powerpoint. Me acuerdo de cuándo escribimos nuestro nombres en japonés. Me acuerdo cuando nos dijeron que nos hiciéramos fotografías con árboles. Me acuerdo de las votaciones que hicimos para elegir a un representante. Me acuerdo de la reunión que hicimos para resolver conflictos. Me acuerdo de la contraseña del diablo hocicudo… Me acuerdo que en una clase de biblioteca, dibujamos poesías.
Me acuerdo que hicimos rimas con nuestro nombre. Me acuerdo de cuando había pájaros debajo del tejado y no se callaban. Me acuerdo que un día me corté en plástica con unas tijeras. Me acuerdo que Mariano nos lee en voz alta. Me acuerdo que Héctor nos enseñó a estirar, después de correr. Me acuerdo del día que hice un cuento sobre un árbol. Me acuerdo cuando hicimos un powerpoint sobre una contraseña poética. Me acuerdo del día que nos llegó el paquete de Zafra. Me acuerdo cuando nos presentaste a los niños y niñas de Zafra. Me acuerdo cuando nos dijiste que teníamos que tirar el envase del bebible en la basura. Me acuerdo cuando me cambiaste de sitio. Me acuerdo cuando Eva nos dijo que haríamos un festival de navidad. Me acuerdo del día que nos felicitó Mercè –la directora- por recoger bien el patio. Me acuerdo del día en el que el maestro nos mostró los libritos hechos por otros niños hace unos años. Me acuerdo cuando fuimos a ver la exposición de fotografías del pasillo. Me acuerdo del día que le hice una carta a Mariano. Me acuerdo cuando estábamos haciendo Educación Física y nos vino a buscar Mercè porque llovía mucho. Me acuerdo cuando me quedé sin patio por hacer el texto muy corto. Me acuerdo de cuando fuimos al cuentacuentos de los bosques. Me acuerdo de cuando comenzó el otoño. Me acuerdo de cuando nos dijeron con qué profesor nos tocaba. Me acuerdo de cuando comenzamos a estudiar las fracciones. Me acuerdo de cuando me aprendí la primera poesía. Me acuerdo cuando fuimos a la biblioteca y Mariano nos leyó un cuento muy interesante.
Me acuerdo que celebramos la fiesta de la Castañada y se puso a llover. Me acuerdo cuando Mariano nos hizo fotos para mandar a los amigos de Zafra. Me acuerdo cuando nos dijeron que teníamos que hacer fotos del otoño. Me acuerdo cuando en conocimiento del medio empezamos a trabajar con tablets y teníamos que buscar información de galaxias, planetas y satélites. Me acuerdo de cuando Héctor nos preguntó qué deporte nos gustaba. Me acuerdo cuando Eva, la profesora de plástica, nos dijo que debíamos traer materiales reciclados. Me acuerdo de leer y comentar noticias en clase. Me acuerdo que me explicaron cosas que no entendía. Me acuerdo de cuando me compré el “pen drive” para los tablets. Me acuerdo de cuando hablamos de los animales carnívoros. Me acuerdo de cuando nos explicaban la hora en inglés. Me acuerdo cuando tocó el timbre a las cuatro y nosotros no sabíamos por qué. Me acuerdo cuando sonó la alarma de incendios. Me acuerdo del primer libro que nos leyó Mariano. Me acuerdo de cuando el maestro nos dijo que íbamos a ser padrinos lectores de unos niños. Me acuerdo que los profesores dicen que no debemos pelearnos. Me acuerdo del primer entrenamiento de futbito en el colegio. Me acuerdo de cuando vimos la pizarra digital. Me acuerdo de cuando hicimos letras grandes para hacer carteles. Me acuerdo de cuando vinieron Ersin y Serkhan. Me acuerdo del primer día que puse un comentario en “servetbiblio”. Me acuerdo de cuando cada uno decía el resultado de una operación. Me acuerdo del día que llegué tarde. Me acuerdo del primer día que hicimos juegos en el pabellón. Me acuerdo de los números romanos. Me acuerdo del cuento que contó María José, de halloween. Me acuerdo del moratón que me hice cuando me atrapé el dedo con la mesa. Me acuerdo cuando en cono hablamos de los planetas. Me acuerdo cuando Mariano nos contaba cosas importantes. Me acuerdo cuando fui a buscar información sobre la xenofobia. Me acuerdo cuando nos hacías fotos con libros. Me acuerdo de mis compañeros antiguos.
¿Y ahora, qué hacemos con este texto colectivo? Ahora toca leerlo, comentarlo (oralmente y por escrito), jugar a reconocerse en esta lista de “meacuerdos” que ha tenido que pasar al ordenador el maestro…
6 comentarios
Mariano -
Anónimo -
Alba Doya Riera
Mariano -
Es muy alentador eso que dices de que de las cosas a recordar (casi todas son buenas). En todo caso, creo que hacer memoria de lo que uno vive y siente es un buen ejercicio y, aunque todavía sois pequeños y vivís en el presente encarando el futuro, está bien tener presente de dónde venimos y qué vamos haciendo.
Anónimo -
Marc Serveto Castañ
Mariano -
Anónimo -
Mónica Satorres Álvarez