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gurrion

UNA DE BARRANCOS

 Hoy hemos comenzado con Mercè una nueva temporada de barrancos. Nada de barranquismo ni de neoprenos. Paseos de poco desnivel, a buena marcha por algunas de las heridas naturales por las que sangran las laderas de los montes y colinas que rodean Labuerda. Dicho de una manera menos trágica, recorrido ascendente por los cauces naturales de desagüe de las laderas de los montes que, aunque ahora están prácticamente secos, tras una fuerte tormenta se llenan de aguas impetuosas y de ruidos ancestrales. 

Alrededor de las ocho de la mañana salimos con intención de caminar una hora u hora y cuarto (nada heroico, evidentemente). Cada día entramos por un barranco diferente y vamos remontando su cauce seco o con ligeras manchas de humedad o, como mucho, con algunas balsitas que acogen a unas docenas de desesperados renacuajos que ven como su medio natural se modifica con velocidad, debido a la evaporación y a la filtración del agua. 

Todos los barrancos que caminamos repetidamente cada verano conducen al silencio. Después de muchas vueltas y revueltas, llega un momento que, sentados sobre una gruesa y fresca piedra, nos mantenemos callados y escuchamos el maravilloso rumor del silencio. Es esa una de las sensaciones que vamos buscando cada día. Sólo algunos pájaros, de vuelo titubeante y breve canto, lo rompen intermitentemente, sin debilitar esa sensación agradable de habernos liberado por unos minutos de cualquier ruido producido por nuestra “maravillosa” civilización. 

Es en esos momentos de soledad, de silencio, de concentración cuando nuestra mente piensa con mayor claridad y rapidez… Como ya llevamos años haciendo este ejercicio veraniego, es curioso como nuestros pensamientos retroceden con facilidad hasta el año anterior (o años anteriores) y recordamos qué estábamos haciendo por estas fechas o qué estábamos a punto de hacer. Sin querer, hollar el mismo camino estimula los recuerdos, los refresca y los hace presentes… El año pasado salí varios días con la cámara fotográfica, dispuesto a retratar todo aquello curioso que encontrara en mi camino. Fruto de las observaciones y encuentros, redacté un pequeño artículo que titulé “Un inventario de texturas, formas y colores” y que se publicó en el número 10 de la revista “Treserols” (septiembre de 2006) del Centro de Estudios de Sobrarbe. Allí lanzaba la idea de la creación de un Museo Virtual de la Naturaleza donde se expondrían las imágenes que cualquier caminante hubiese podido captar con su cámara digital y le pareciesen significativas y curiosas para aparecer en ese museo soñado. 

El suelo y las márgenes de cada barranco están jalonados de información: excrementos de animales, plumas, piedras de colores, pistas fósiles, aves que se levantan a nuestro paso, huellas de animales, pequeñas balsas “revolcaderos” de jabalíes, pequeños manantiales de aguas sulfurosas (esas que huelen a huevos podridos y que tantas aplicaciones tuvieron en el pasado), balsas con renacuajos, flores diversas, ramas de árboles gastadas y peladas y con formas sorprendentes, árboles con raíces aéreas (muy a su pesar), acumulaciones de piñas de pino arrastradas por la última barrancada… Materiales todos ellos susceptibles de ser leídos e interpretados por quienes nos adentramos por estos parajes.  Bueno, pues nada más, por hoy. Celebrar, en todo caso, que todavía queden lugares vírgenes, sin amenazas inminentes de urbanización, por los que se puede pasear y tomar el fresco y gozar del contacto directo con una naturaleza sin contaminar. Que el verano vaya transcurriendo con razonable lentitud y con una sucesión de emocionantes acontecimientos personales, familiares y sociales. 

P.D. ACERTIJOS DE VERANO. 1.- Cambiando totalmente de tema, propongo una adivinanza, para quien quiera jugar. Sería como un jeroglífico, pero con palabras solamente. La pregunta es ¿de qué tres personajes hablamos? Y la frase clave, la siguiente: - “Me resulta insoportable la dialéctica de algunos políticos, porque “Abeces”, de tanto “Rajar” y rajar demuestran tener un encefalograma “Zaplano” y no paran de engordar el ABCdario de la tontería”   

6 comentarios

kamile -

Hola, holita amiguitos! Ya veo que todos estais disfrutando de vuestras vacaciones, me alegro mucho. Yo Mariano, no he podido resolver el acertijo pero lo intentare mas veces. Veo que escriben pocos alumnos tuyos del 2006-2007 pero seguramente cuando pase mas tiempo apareceran otros nombres y otras palabras de gnte que conoces. Teneis suerte que donde estais hace buen tiempo pero donde estoi yo, llueve, y llueve, y llueve... os echo a todos de menos , y tambien echo de menos mi casa, mi madre, mis amig@s..., pero ya falta poco para que vuelva y entonces "volvera a ser todo cmo era antes".
Espero que nos veamos pronto.

Mariano -

Da gusto, ahora en verano que tenemos más tiempo, leer los mensajes de algunos "antiguos alumnos" ya y poder contestarles.
Tú sabes, Santi, que cuando uno escribe o trata de plasmar por escritos los sentimientos que se han puesto en funcionamiento tras un determinado estímulo, no puede contarlo todo. Lo que uno vive, sólo él tiene la información completa de la vivencia que, en muchas ocasiones, es intransferible.
De todos modos este blog trata de reflejar algunas pulsiones, sensaciones y vivencias para compartir con las amigas y los amigos. Me alegra mucho que, de vez en cuando, te asomes por este territorio virtual y escribas. Te animo a que sigas haciéndolo. Un abrazo

Santiago -

Me alegra mucho saber que estás disfrutando tanto en la naturaleza. Por mi parte, lo único que he podido percibir estos días es el ajetreante sonido de los coches cuando pasan por las avenidas y las calles. Bueno, me habré pasado un poco diciendo eso…, porque aún tengo algo, tres elementos de la naturaleza que recibo con mucha alegría… El agua, para refrescar mi garganta y mi cuerpo. El aire que roza mi piel acariciándome. Por último la tierra cubierta por baldosas, en las que poso mis pies cada vez que doy un paso.
¡Si!, el aleteo de los pájaros. El cielo con nubes de mil formas. El horizonte, que siempre me dice que hay algo bello al otro lado de las montañas que me rodean. Incluso a unos pocos kilómetros más. Seguro que tú percibes muchas más de las que nos cuentas…
Por último, diré que tengo bastantes "elementos" para recordar que este planeta es un maravilloso tesoro…

Fina -

¡¡Como que no tengo premio!!...ya sé que la solución era: Acebes, Zaplana y Rajoy...lo que yo ponía era otro acertijo -aunque muy "chorras" lo reconozco-.

Soy así de rápida porque lo primero que hago cuando enciendo el ordenador es leer tu blog. Hasta pronto

Mariano -

¡Qué rapida eres, joder! Algún día creo que escribirás el comentario antes de que yo publique el texto.
Lo siento, no puedo mandarte el perrito piloto de regalo porque la respuesta correcta no era "zapatero", ja, ja...
Yo es que a esta banda de agoreros de Pepelandia no los puedo soportar. Cada vez que abren la boca es para anunciar un desastre o proferir un insulto gordo. Podrían cogerse unas largas vacaciones y dejarnos tranquilos (y no me digas que son todos iguales..., que te conozco).
Lo de caminar en chanclas... A veces, encuentras gente, ya metida en el bosque o en caminos altos con un calzado que dan pena... Hasta la próxima.

Fina -

¿Acertijo político?...Zapatero a tus zapatos

Un saludo y...supongo que no hareis las caminatas en chanclas ¿no?...jejeje..es muy malo, lo sé, pero acabo de recordar lo que contabas hace más o menos un año de esos turistas de "pacotilla" que no van preparados para la montaña.

Abrazos para los dos.