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gurrion

AULA LIBRE

Víctor, Javier y Antón, más rápidos que el rayo, ya han visitado mi blog y han añadido sus comentarios. Estoy asombrado. ¡Si todavía estoy ajustando los remos...! para esta singladura de la palabra. Gracias por estar ahí.

Hace un rato he llegado de Colungo, donde hacen anises y orujos y pócimas diversas. De esas que operan en las sobremesas y endulzan (y a veces desinfectan) los paladares. Allí, durante este pasado fin de semana, hemos estado reunidos veintinco maestras y maestros (de diversos niveles educativos), miembros y simpatizantes del Movimiento de Renovación Pedagógica AULA LIBRE. Nos reunimos sin subvención institucional, sin dietas (aunque luego nos aplicamos una dieta rica en calorías)ni desplazamientos patrocinados. Y, además, somos reincidentes porque esto ya lo venimos repitiendo desde hace muchos años. Nos reúne la necesidad de darnos calor pedagógico y humano, dar rienda suelta al humor, conocernos y reconocernos algo más, inventar horizontes de colaboración entre nosotros y nosotras, elaborar proyectos para el curso escolar, planificar nuestras próximas publicaciones: la revista Aula Libre (80 números y 7 extras), la colección CREATIVA o la de CUADERNOS...La próxima primavera, celebraremos 30 años desde el nacimiento y queremos hacer un libro colectivo y una exposición y contárselo a los amigos... Porque 30 años trabajando sin interrupción, reuniéndonos, escribiendo nuestras reflexiones, aprendiendo... bien se merecen una celebración.
He bajado de Colungo con las pilas cargadas, con nueva energía porque en este bosque de la educación hay algunos árboles reconocibles, en cuya sombra acogedora y creativa, merece la pena detenerse; hacer un alto, de tanto en tanto.

3 comentarios

Miguel -

Estuve allí, lo saborée y he vuelto a gozar al leerlo, contado como sólo los espíritus libres saben susurrarlo a los sentidos por fuera y calarte a lo más hondo del espíritu. Yo también quiero. Miguel, el aprendiz calvo

Jota -

Se lo dije a Víctor; os admiro, a esta generación de maestros tan volcados y concienciados de vuestra profesión. La suerte que tienen -sin saberlo- los alumnos de hoy.

A todo trabajo se le debe una responsabilidad, pero asumirla con ilusión y deseos de hacerla mejor cada día es admirable.

Seguid así, siempre habrá ojos que os mirarán agradecidos, aunque sea en silencio.

Saludos, J. ;)

Ayer -19/9/04 en el Heraldo- Félix Romeo nos dejó escrita una bonita página con sus recuerdos escolares.

víctor -

Hay que celebrarlo por todo lo alto!!!.

Treinta años es siempre. ¿Cómo era eso? "Hay personas que trabajan un día y son buenas..."

Treinta años os hacen ya imprescindibles.

Mucho ánimo para los próximos treinta años.

v.