VACACIONES S.S.
Viajamos a Barcelona los primeros días de este periodo vacacional. Aunque la primavera ya se había instalado en El Corte Inglés, en la calle, todavía no se adivinaba del todo: lloviznaba y la chaqueta no estorbaba de ningún modo cuando recorrías sus calles: Ronda Universidad, Plaza Universidad, Pelayo, Plaza Cataluña, Ramblas, Paralelo
Por todas partes, mucha gente paseando, deambulando, caminando en grupos familiares, en grupos de amigos y amigas, en solitario
generando un clima cosmopolita, una visión multirracial: todos los colores en la piel y en la indumentaria
¡Una gozada! Confieso que me cansa más caminar por las calles de una ciudad que por el monte. Alguna razón habrá, pero la desconozco.
Un paseo dominical y matinal por el Mercado de San Antonio (Mercat de Sant Antoni) es una aventura interesante para quienes disfrutamos mirando libros, minerales, monedas, cómic, carteles de cine, periódicos viejos, postales viejas y actuales, cromos, coronillas de cava y cualquier cosa que uno pueda imaginar. Si sales de allí y te diriges a la Plaza Real, vuelves a encontrarte con centenares de personas todas con una edad ya- que andan cambiándose o comprando y vendiendo coronillas de cava, cromos, billetes, monedas, chapas de bebidas, etc. Una reunión informal de coleccionistas de todo. Con Daniel aprovechamos para aumentar la colección de chapas de bebidas: cambiamos, compramos unas pocas, pedimos en los bares... Actuaciones inconfesables, todas ellas.
La oferta de cine nos llevó a ver la película El penalti más largo del mundo. En el libro Cuentos de fútbol coordinado por Jorge Valdano, se inserta un relato de 9 ó 10 páginas, de un autor sudamericano, titulado de manera parecida El penal más largo del mundo y que ha servido de base para el guión de esa divertida película. Echar unas risas es una de las cosas más saludables que podemos hacer y esta película las propicia.
El MACBA es un museo construido en el corazón del Barrio del Raval; barrio otrora degradado y que ha mejorado su perfil, no sé si sólo, pero también con esta instalación que ha generado alrededor talleres y tiendas con singulares artistas y una afluencia continua de gente de todo tipo a visitar las exposiciones. Visitamos una del fotógrafo suizo Robert Frank, con el título de Argumentos. Imágenes de París, de Londres, de Detroit, de Gales de los años 40 y 50; imágenes en blanco y negro que ofrecen un panorama curioso y duro de la vida a mediados del siglo XX en algunas partes del mundo.
Viajamos desde Barcelona a Fraga, dormimos y al día siguiente salimos hacia Figols de Tremp. En otro texto de este blog hablé de este pequeño pueblo del Pallars Jussà. Pasar de Barcelona a Figols es pasar de la cultura urbana de una gran ciudad a la vida rural de un pequeño pueblo del prepirineo catalán: hay que podar las parras, hacer fuego en el fogaril, sacar agua del pozo, abrir las ventanas de la casa para que se aireen las habitaciones y mirar cómo florecen por fin los almendros y cómo la poco agua que ha caído en días anteriores y ese día por la mañana llena de bruma las montañas de los alrededores y empieza a permitir la germinación de los sementeros. Desde la era de la casa podemos ver cómo ha desaparecido aquella frase, tan visible desde allí, en la montaña de enfrente: A España servir hasta morir; frase dibujada en el suelo, en los terrenos aledaños a la Academia de Suboficiales de Talarn. Por la tarde, después de comer y descansar un rato, emprendemos el viaje en dirección a Labuerda. Es miércoles y todavía las carreteras están despejadas de tráfico: las carreteras que unen estos dos pueblos han mejorado sensiblemente en los últimos años. Recordamos tiempos en los que el viaje era un auténtico suplicio de curvas, estrecheces y firme mal asfaltado, con agujeros Paramos en L´Aínsa a dejar EL GURRION (la revista trimestral de Labuerda) en la librería (¡hay que pensar en todo!). Una vez en Labuerda hay que encender también el fogaril y abrir la correspondencia recibida en las últimas semanas: invitaciones institucionales, sobres con libros, colaboraciones para la revista siguiente, ejemplares de distintas revistas que recibo como intercambio con El Gurrion Otro día subimos a la Plana, a caminar y a oler la naturaleza húmeda, a ver las huellas en el barro y a escuchar los cantos de diversas aves que revolotean por entre los pinos, los cajigos y las carrascas. Las nubes bajas se retuercen y enmarañan en los montes y el espectáculo es hermoso.
Tengo una buena cantidad de libros por fichar y colocar en la biblioteca de Labuerda. Soy bibliotecario voluntario y a distancia (una figura singular) y preparo los libros, una vez comprados y registrados, con una ficha de préstamo para que quien quiera pueda beneficiarse del autopréstamo y pueda leer las últimas novedades o los últimos libros publicados sobre Sobrarbe.
Subimos a Tella, vemos el último diaporama recibido en el centro de visitantes, hacemos el recorrido de las ermitas y bajamos hasta el dolmen. En Tella hay una fuerza telúrica que se percibe con facilidad. Su enclave es realmente espectacular y uno imagina cómo podían vivir allí las personas hace 50 años; allí o en cualquiera de las otras aldeas próximas: Cortalaviña, Miraval, Escuain, Arinzué, Lamina, Revilla. Estaban incomunicados buena parte del invierno, cuando en otros tiempos, las nevadas eran espectaculares y todo estaba lejos: la escuela, el médico, el cartero, las tiendas Llegamos hasta Revilla y paseamos por su única calle y vemos cómo están rehabilitando varias casas, la iglesia, etc. retrocedemos y comemos con mucho gusto en el restaurante de Lamiana. Luego, una vez en el valle, me acerco a Boltaña a la asamblea anual del CES (Centro de Estudios de Sobrarbe), en el que soy vocal desde su fundación, hace ya 11 años. Como siempre, nos reunimos pocas personas, pero tomamos los acuerdos convenientes para continuar con nuestra labor de insuflar un poco de vida cultural a la comarca; publicamos las revistas Sobrarbe y Treserols, entre otras cosas.
En Labuerda visitamos una exposición muy interesante sobre Mujeres y Sociedad Rural: entre la inercia y la ruptura. Esta organizada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y nos tememos que no haya despertado gran expectación. Estamos en la era de la superficialidad, nos suena todo y eso actúa de rémora para profundizar en el conocimiento de las cosas. Al menos, eso me parece a mí.
Estos días he aprovechado para cumplir con mi Grupo de Lectura, leyendo y asombrándome ante los Cuentos perversos de Javier Tomeo y reflexionando conjuntamente con Susan Sontag Ante el dolor de los demás. Disfruté leyendo y viendo las ilustraciones del número de la revista Altaïr dedicado monográficamente a Nueva Zelanda.
Y el lunes, día 28 de marzo, iniciamos el camino de vuelta hacia Fraga. Las vacaciones empiezan ya a quedar en el recuerdo. Los días, como siempre, han pasado con rapidez, pero este año dejan esa sensación rara del cambio de fechas. Otros años, esta semana que empieza te dejaba los paisajes solitarios, las carreteras con poco tráfico, los restaurantes sin problemas de turnos para comer y los senderos sin apreturas ni filas de excursionistas tapándote el horizonte
Hoy, 29 de marzo, vuelta al tajo. Enfilamos el último trimestre del curso escolar que ha de desembocar necesariamente en la finalización del curso, allá cuando el mes de junio pase el ecuador y el calor se derrame sobre nuestros cuerpos en forma de torrentes de agua.
Antes de cerrar este texto, quiero decir que este formato que nos ha regalado este curso escolar la Consejería de Educación me desagrada profundamente. No sólo nos han birlado un día de fiesta, sino que en aras de no sé qué racionalidad, nos han impuesto esta modalidad. ¡Ya me gustaría a mí que nuestras autoridades fueran tan racionales en otros temas educativos!
Un paseo dominical y matinal por el Mercado de San Antonio (Mercat de Sant Antoni) es una aventura interesante para quienes disfrutamos mirando libros, minerales, monedas, cómic, carteles de cine, periódicos viejos, postales viejas y actuales, cromos, coronillas de cava y cualquier cosa que uno pueda imaginar. Si sales de allí y te diriges a la Plaza Real, vuelves a encontrarte con centenares de personas todas con una edad ya- que andan cambiándose o comprando y vendiendo coronillas de cava, cromos, billetes, monedas, chapas de bebidas, etc. Una reunión informal de coleccionistas de todo. Con Daniel aprovechamos para aumentar la colección de chapas de bebidas: cambiamos, compramos unas pocas, pedimos en los bares... Actuaciones inconfesables, todas ellas.
La oferta de cine nos llevó a ver la película El penalti más largo del mundo. En el libro Cuentos de fútbol coordinado por Jorge Valdano, se inserta un relato de 9 ó 10 páginas, de un autor sudamericano, titulado de manera parecida El penal más largo del mundo y que ha servido de base para el guión de esa divertida película. Echar unas risas es una de las cosas más saludables que podemos hacer y esta película las propicia.
El MACBA es un museo construido en el corazón del Barrio del Raval; barrio otrora degradado y que ha mejorado su perfil, no sé si sólo, pero también con esta instalación que ha generado alrededor talleres y tiendas con singulares artistas y una afluencia continua de gente de todo tipo a visitar las exposiciones. Visitamos una del fotógrafo suizo Robert Frank, con el título de Argumentos. Imágenes de París, de Londres, de Detroit, de Gales de los años 40 y 50; imágenes en blanco y negro que ofrecen un panorama curioso y duro de la vida a mediados del siglo XX en algunas partes del mundo.
Viajamos desde Barcelona a Fraga, dormimos y al día siguiente salimos hacia Figols de Tremp. En otro texto de este blog hablé de este pequeño pueblo del Pallars Jussà. Pasar de Barcelona a Figols es pasar de la cultura urbana de una gran ciudad a la vida rural de un pequeño pueblo del prepirineo catalán: hay que podar las parras, hacer fuego en el fogaril, sacar agua del pozo, abrir las ventanas de la casa para que se aireen las habitaciones y mirar cómo florecen por fin los almendros y cómo la poco agua que ha caído en días anteriores y ese día por la mañana llena de bruma las montañas de los alrededores y empieza a permitir la germinación de los sementeros. Desde la era de la casa podemos ver cómo ha desaparecido aquella frase, tan visible desde allí, en la montaña de enfrente: A España servir hasta morir; frase dibujada en el suelo, en los terrenos aledaños a la Academia de Suboficiales de Talarn. Por la tarde, después de comer y descansar un rato, emprendemos el viaje en dirección a Labuerda. Es miércoles y todavía las carreteras están despejadas de tráfico: las carreteras que unen estos dos pueblos han mejorado sensiblemente en los últimos años. Recordamos tiempos en los que el viaje era un auténtico suplicio de curvas, estrecheces y firme mal asfaltado, con agujeros Paramos en L´Aínsa a dejar EL GURRION (la revista trimestral de Labuerda) en la librería (¡hay que pensar en todo!). Una vez en Labuerda hay que encender también el fogaril y abrir la correspondencia recibida en las últimas semanas: invitaciones institucionales, sobres con libros, colaboraciones para la revista siguiente, ejemplares de distintas revistas que recibo como intercambio con El Gurrion Otro día subimos a la Plana, a caminar y a oler la naturaleza húmeda, a ver las huellas en el barro y a escuchar los cantos de diversas aves que revolotean por entre los pinos, los cajigos y las carrascas. Las nubes bajas se retuercen y enmarañan en los montes y el espectáculo es hermoso.
Tengo una buena cantidad de libros por fichar y colocar en la biblioteca de Labuerda. Soy bibliotecario voluntario y a distancia (una figura singular) y preparo los libros, una vez comprados y registrados, con una ficha de préstamo para que quien quiera pueda beneficiarse del autopréstamo y pueda leer las últimas novedades o los últimos libros publicados sobre Sobrarbe.
Subimos a Tella, vemos el último diaporama recibido en el centro de visitantes, hacemos el recorrido de las ermitas y bajamos hasta el dolmen. En Tella hay una fuerza telúrica que se percibe con facilidad. Su enclave es realmente espectacular y uno imagina cómo podían vivir allí las personas hace 50 años; allí o en cualquiera de las otras aldeas próximas: Cortalaviña, Miraval, Escuain, Arinzué, Lamina, Revilla. Estaban incomunicados buena parte del invierno, cuando en otros tiempos, las nevadas eran espectaculares y todo estaba lejos: la escuela, el médico, el cartero, las tiendas Llegamos hasta Revilla y paseamos por su única calle y vemos cómo están rehabilitando varias casas, la iglesia, etc. retrocedemos y comemos con mucho gusto en el restaurante de Lamiana. Luego, una vez en el valle, me acerco a Boltaña a la asamblea anual del CES (Centro de Estudios de Sobrarbe), en el que soy vocal desde su fundación, hace ya 11 años. Como siempre, nos reunimos pocas personas, pero tomamos los acuerdos convenientes para continuar con nuestra labor de insuflar un poco de vida cultural a la comarca; publicamos las revistas Sobrarbe y Treserols, entre otras cosas.
En Labuerda visitamos una exposición muy interesante sobre Mujeres y Sociedad Rural: entre la inercia y la ruptura. Esta organizada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y nos tememos que no haya despertado gran expectación. Estamos en la era de la superficialidad, nos suena todo y eso actúa de rémora para profundizar en el conocimiento de las cosas. Al menos, eso me parece a mí.
Estos días he aprovechado para cumplir con mi Grupo de Lectura, leyendo y asombrándome ante los Cuentos perversos de Javier Tomeo y reflexionando conjuntamente con Susan Sontag Ante el dolor de los demás. Disfruté leyendo y viendo las ilustraciones del número de la revista Altaïr dedicado monográficamente a Nueva Zelanda.
Y el lunes, día 28 de marzo, iniciamos el camino de vuelta hacia Fraga. Las vacaciones empiezan ya a quedar en el recuerdo. Los días, como siempre, han pasado con rapidez, pero este año dejan esa sensación rara del cambio de fechas. Otros años, esta semana que empieza te dejaba los paisajes solitarios, las carreteras con poco tráfico, los restaurantes sin problemas de turnos para comer y los senderos sin apreturas ni filas de excursionistas tapándote el horizonte
Hoy, 29 de marzo, vuelta al tajo. Enfilamos el último trimestre del curso escolar que ha de desembocar necesariamente en la finalización del curso, allá cuando el mes de junio pase el ecuador y el calor se derrame sobre nuestros cuerpos en forma de torrentes de agua.
Antes de cerrar este texto, quiero decir que este formato que nos ha regalado este curso escolar la Consejería de Educación me desagrada profundamente. No sólo nos han birlado un día de fiesta, sino que en aras de no sé qué racionalidad, nos han impuesto esta modalidad. ¡Ya me gustaría a mí que nuestras autoridades fueran tan racionales en otros temas educativos!
7 comentarios
Daniel -
Álvaro -
Antonia -
Javier Simón -
Me hace gracia eso que has escrito sobre que en el corte inglés ya es primavera.
El día de la mona no lo celebré, pero mis padres si. Ya tenía ganas de venir al colegio.
Adiós a todos los compañeros.
Javi Navarro -
Jenni -
Raddle -