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I JORNADAS DE BIBLIOTECAS ESCOLARES DE EXTREMADURA

Un viaje es siempre una aventura y eso es así aunque no se vaya expresamente a buscarla ni se adentre uno por territorios inexplorados (de los que ya casi no quedan hoy día). En este caso, mi destino era Don Benito, provincia de Badajoz, donde un importante número de enseñantes extremeños habían organizado las I Jornadas de Bibliotecas Escolares de aquella Comunidad Autónoma.
Por cierto, para viajes con menor riesgo de cansancio, nada mejor que explorar las baldas de una biblioteca escolar bien abastecida; coger un libro y dejar que la mente imagine lo que su autor o autora nos propone.
Viajé desde Lleida hasta Madrid en un confortable vagón del AVE (uno de los ¨pájaros” más rápidos que he visto). Allí me esperaba el taxista Leopoldo que había salido de Mérida por la mañana para recogernos en Madrid, a Guillermo Castán (ponente también en las jornadas) y a un servidor y acercarnos hasta aquellas tierras extremeñas. Como suele suceder, aún sin salir de la capital, empezaron los contratiempos: atascos, dirección equivocada, visita turística sin pretenderlo (incluida la chamuscada Torre Windsor) y acumulación de una hora larga de retraso sobre lo previsto. Salíamos de Madrid pasadas las ocho y media de la tarde y llegábamos al hotel de Mérida a las doce de la noche del jueves 14 de abril (el día más republicano del año). Encuentro con Laura Andreu (amiga y ponente en las Jornadas) y cena fría (o desayuno anticipado, según se mire), antes de retirarnos a nuestras habitaciones.
El día 15, tras el desayuno, viaje hasta Don Benito. Allí, en un amplio recinto ferial, se celebraban las citadas Jornadas, en el seno del II Salón de la Educación y las Nuevas Tecnologías-FEVAL. El día transcurrió entre ponencia y ponencia, con abundante asistencia y una agenda apretada que liberaba poco más de hora y media para comer: buenos quesos y jamones tienen en Extremadura, doy fe. Tras la comida, vuelta a la sala de trabajo para asistir a otras tres intervenciones que remataron con la clausura de las Jornadas y con las palabras de la Consejera de Educación del Gobierno de Extremadura. Finalizado el acto, iniciamos el viaje de regreso.
Personalmente creo que este tipo de encuentros, generan, al margen de la tensión ante la intervención (de la que no logro despegarme) un intercambio muy valioso de puntos de vista, de acciones emprendidas en lugares tan dispares y un estrechamiento de lazos invisible entre las personas que allí nos damos cita. Es tanta la precariedad en la que se sustenta el entramado deslabazado de las bibliotecas escolares que las coincidencias se trocan en ánimos para seguir, sabiendo que otras personas, en otros puntos geográficos están embarcadas en parecidas empresas. Eso no debe apartarnos de continuar exigiendo mayores compromisos políticos y administrativos para que ese equipamiento, que mejora claramente las perspectivas educativas de un centro escolar, se generalice y se normalice.
Con Guillermo y Laura ya hemos coincido en otras Jornadas y hemos recorrido ya un largo trecho en este tema. Allí, en Don Benito, encontramos a un amplio grupo de entusiastas bibliotecarios escolares: Mercedes Nacarino, desde el CPR de Trujillo, Ana Nebreda desde el Colegio Público de Torrecillas de la Tiesa; Alfonso Pornet, desde un IES de Coria; Luis Sáez desde el IES “Enrique Díez Cancedo”; Mª Dolores Moreno desde un CEIP de Mérida; Antonio Tejero, desde el colegio “Miralvalle” de Plasencia o Eloy Martos y Ángel Suárez desde la Fundación Alonso Quijano. Álvaro Valverde, como Coordinador del Plan de Fomento de la Lectura de Extremadura y Pilar Cortejoso y Rosario Olmos que traían noticias del Plan de BB.EE. de Asturias.
Eso sin contar con buena parte de las personas asistentes que también, en conversaciones de pasillo, manifestaban trabajar con ahínco, según sus posibilidades, por potenciar en sus centros el uso y funcionamiento de la biblioteca escolar. Al frente de todo el entramado organizativo estaba Casildo Macías y su equipo de ayudantes y ayudantas que hicieron posible el adecuado funcionamiento de todo lo que rodea estos eventos. Un recuerdo especial para Marta y Encarna, cuyas atenciones fueron constantes. A todos y todas mi agradecimiento; agradecimiento también por el precioso regalo que nos hicieron a los ponentes: un marcapáginas metálico con las iniciales de cada uno grabadas. Para mí, que colecciono marcapáginas ese será, sin duda, un ejemplar especial.

2 comentarios

Casildo Macías Pereira -

Perdona que no haya escrito nada hasta ahora, pero nos puede el trabajo.

Antes de nada un beso de Marta y Encarna, alma, corazón, pies y manos de las jornadas.

Creo que personalmente ya te dije casi todo, pero no se si te di las gracias por tu enorme humanidad y tu complicidad. Con personas como tu es facilisimo organizar algo como esto.

Nos mantendremos en contacto, pero de todas formas ya sabes donde tienes amigos, si decides visitar nuestra tierra otra vez.

Gracias.

DANIEL -

Hola Mariano, me hubiera gustado haber estado contigo en Extremadura. Tengo ganas de que llegue el día 16 de mayo para poder realizar el viaje y ultimo viaje con casi todos mis compañeros. Es un viaje que tengo muchas ganas de realizar, le doy mucha importancia también porque será el ultimo, espero que no, que haya hecho contigo. Para mi serás un trozo de mi infancia que espero no olvidar jamás, porque has sido un estupendo profesor. Contigo he ido a sitios que no podía imaginar, he conocido a gente que sin ti no conocería, he aprendido cosas que sin ti no hubiera aprendido y así muchas cosas mas. Este trimestre me estoy esforzando para mostrarte todo lo que tú me has enseñado. Esto lo hago para que cuando yo me marche de primaria no nos despidamos desilusionados, porque yo a esta relación le doy mucha importancia. Aquí me despido hasta otra. Saludos.