EL AGUA Y LOS RÍOS (II)
El día 21 de mayo publiqué en este blog un texto con el mismo título y dejé abierta la posibilidad de que hubiera una segunda parte o un segundo texto que refiriese nuevas aportaciones, y que también hablase del agua y de los ríos.Reflexionábamos en clase este curso sobre la importancia del agua y sobre la presencia de los ríos en la vida cotidiana de las personas de generaciones anteriores de nuestra ciudad o de otros lugares (en la clase hay niños y niñas de variadas procedencias geográficas). Ellas y ellos preguntaron en sus casas, especialmente a los abuelos y abuelas, para saber cómo se estableció esa relación en el pasado; por eso ahora les doy la voz y la palabra para que lo expliquen:
.. “Cuando mi abuelo y mi abuela eran jóvenes, no tenían agua corriente y la subían del río con cántaros y llenaban las tinajas de casa. La aprovechaban para lavarse, cocinar, beber... La ropa la lavaban en el río, restregándola sobre una especie de losas de madera. Cuando iban al campo se lavaban en las acequias...” (Elena Escandil).
.. “El agua ya no se puede beber del río, ya que lo estamos contaminando. Mi abuela, en cambio, podía estar al lado del río e irse a beber allí sin ningún problema. Mi abuela y sus hijos se duchaban calentando el agua que iban a buscar a un pozo y después de haberse lavado, el agua la reutilizaban para regar las plantas. (...) Las personas de entonces pensaban en dejar todo bien para las siguientes generaciones, que somos nosotros; en cambio, nosotros creo que no hemos pensado en eso”. (Andrea Sayar)
.. “Mi abuela me ha dicho que antes el agua se bebía del río, del cual la subían a cántaros. Costaba muchísimo esfuerzo traerla hasta las casas. Dice que subían el cántaro sobre la cabeza o el brazo. La ropa la lavaban en el río; ponían una madera y restregaban el jabón sobre ella... En las casas no había grifos como ahora. El agua llegó a las casas en 1940. La gente aún iba al río porque iban instalando el agua corriente en las casas poco a poco. Antes de empezar la guerra había algunas fuentes, una de las cuales estaba situada en la Plaza del Carbón, otra en la cuesta de Anta Ana...” (Guillem San Martín)
.. “Según cuenta mi abuela, cuando era joven el problema que había con el agua es que tenían que ir con el cántaro a buscar agua al río y la guardaban en una tinaja. Tenían que hacer varios viajes cada día para uso doméstico. En cuanto a la ropa sucia, la ponían dentro de un balde, cogían un trozo de jabón y una tabla preparada para “estregar” la ropa y se iban a lavarla al río. En verano lo pasaban bien mojándose en el agua, pero en invierno bajaba muy fría y lo pasaban muy mal.” (Iván Remón)
.. “Dice mi madre que cuando llegaba de la escuela, mi abuela le hacía ir a buscar agua a un pozo y que mi abuela le daba una peseta a la semana por el trabajo de ir todos los días a buscar agua. También cuenta que, a veces el pozo estaba seco y tenía que ir al río. Dice que se lo pasaba bien porque iban también sus amigas y se metían en el río y se mojaban. Ahora ya no es necesario hacer esos viajes, pero hay millones de personas en el mundo, sobre todo mujeres, que caminan varias horas cada día para ir a buscar agua para beber, para cocinar, para lavarse... No debemos contaminarla ni derrocharla.” (Silvia Plaza).
.. “Mi madre iba al río con su hermano y su tía. Iban un día sí y un día no. Cuando llegaban, se acomodaban. Su tía lavaba la ropa. Mi madre y su hermano se bañaban en el río. Entre los dos coleccionaban renacuajos y los tenían en el pozo de su casa. También coleccionaban piedras pequeñas y bonitas. Mi madre y su hermano cogían agua del pozo; se bañaban con cazos. Para lavar los platos ponían agua en un cazo metálico encima de la cocina de carbón...” (Santiago Velandia)
.. “Cuando las mujeres iban a buscar agua al río o al pozo iban con unos botijos o cántaros que llevaban en la cabeza y que estaban hechos de barro cocido. Mientras las mujeres iban a buscar agua, los hombres estaban trabajando en la ganadería y la agricultura, ya que la mayoría de las personas trabajaban en eso. El agua se malgastaba menos y se le daban varios usos. Al final, abrían la ventana y decían: ¡Agua va!, para avisar a los que pasaban por la calle.”(Paula Serveto)
.. “Cuando mis abuelos eran de mi edad, más o menos, iban a buscar el agua a los ríos. Se llevaban un recipiente y tardaban bastante tiempo en llegar al río. Iban a buscar agua al río porque en las casas no había ni grifos ni duchas; entonces, hasta se lavaba allí. (...) Mis padres y mis abuelos también jugaban en el río con juguetes antiguos. También lavaban los platos allí. Su vida era interesante y al mismo tiempo dura.” (Kamile Valanciute)
4 comentarios
Irene -
noteimporta -
Elena -
El texto que escribimos cada uno sobre los ríos me hizo imaginar los tiempos que pasaban mis abuelos.Me hizo imaginar cómo mis abuelos jugaban en los ríos, lavaban en los ríos...La vida de mis abuelos era interesante y a la vez dura, yo no quedría vivir en esos tiempos.
kamile -
Mariano, creo que has hecho bien en recordarnos que escribamos en el blog.