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CLASE DE CIENCIAS NATURALES


Estos días pasados he estado en Fígols de Tremp, un pueblecito pequeño de la comarca leridana del Pallars Jusa (del que ya he hablado alguna otra vez en este blog). Un pueblo que me permite un contacto directo y completo con la naturaleza. En estas circunstancias, ocurre lo mismo cuando estoy unos días por Labuerda, salgo a pasear, a caminar todos los días y miro al suelo, a los árboles, a las plantas… con ojos especiales. Reconozco que es una deformación personal y profesional a la vez: busco siempre de qué manera puedo aprovechar aquello que veo o que encuentro, en el aula de clase. Es la servidumbre que pago por mi condición de maestro de escuela: fijar imágenes o recoger muestras que pueden ser objeto de explicación y de estudio con los chicos en el aula.
La naturaleza es muy generosa si ponemos atención y si sabemos leer todas las pistas que pone delante de nosotros. Hoy 30 de abril, por la tarde, en poco más de una hora he visto y recogido todo lo que sigue: unas agallas de roble, todavía colgando del árbol; las agallas, perfectamente esféricas son moldeadas por este noble árbol de manera muy especial (en nuestra infancia fueron las primeras canicas, incluso antes de saber que se llamaban canicas o pitos). En las ramas reverdecidas del albaricoquero he podido coger varias gotas grandes de resina, señal de que el árbol pasó bastante sed la pasada campaña; está solidificada y podríamos imaginar cómo en el pasado remoto quedaron algunos insectos atrapados en ella y como se transformó en ámbar (resina fósil muy codiciada como piedra ornamental y relativamente abundante en países como Alemania y el litoral del Báltico, Kaliningrado; también en Birmania…) Bajo uno de los almendros de la finca próxima encuentro varias almendras agujereadas de la campaña pasada, agujereadas por un ratón de campo que dio buena cuenta del fruto interior; recojo dos tipos de conchas de caracol, a las que la intemperie ha difuminado sus colores vivos y ha dejado con un tono blanquecino por el tiempo transcurrido desde que murió el gasterópodo del interior. Observo, fotografío y recojo muestras de diversas especies de líquenes que han crecido al amparo de la corteza del viejo olivo o al intermitente calor de las piedras de la pared semiderruida. Los líquenes son fiables indicadores de calidad medioambiental y por estos parajes la contaminación se deja sentir menos que por otros medios. En esta zona hay abundantes fósiles y encuentro turritelas, erizos, bivalvos, además de piedras nummulíticas y diversas pistas fósiles. Con la càmara de fotos puedo captar imágenes de tres nidos que se hacen visibles todavía porque las hojas primaverales de abril todavía no componen en tupido follaje, como el que tendrán estos mismos árboles en el mes de julio o agosto… Encuentro también un montoncito de excrementos esféricos de pequeño tamaño que denuncian el paso de algún conejo o alguna liebre. Y por si la naturaleza me había dado pocas pistas, encuentro una bala de fusil que lleva impresa la fecha de 1937, cerca del pistón y que trae recuerdos amargos de un sangriento conflicto, justo cuando se cumple el 70 aniversario del golpe de estado que acabó con la IIª República Española. Y quedan en reserva observaciones relacionadas con la floración de muchas especies silvestres (colores y olores); texturas de las cortezas de distintos árboles; etc.
Esta selección que he realizado constituye un cúmulo suficiente de materiales para que mañana por la mañana podamos dedicar la primera hora de clase a la extinta asignatura de las Ciencias Naturales (nombre que ha desaparecido del listado de asignaturas, integrándose y despersonalizándose en la Enseñanza Primaria, en un área más general llamada Conocimiento del Medio (o Desconocimiento del Medio, como les digo, bromeando a mis alumnos, pues si lo conociéramos no haría falta estudiarlo, probablemente). Hablaremos de estos hallazgos: los veremos, los tocaremos, los dibujaremos y “estiraremos” la información de cada muestra para aumentar el aprovechamiento, para comprender que las personas podemos aprender nuevas cosas cada día de manera insospechada, por caminos inimaginados, con materiales aparentemente intrascendentes… porque para aprender es necesario, sobre todo, tener curiosidad y ganas de hacerlo, pero también generar una motivación especial que invite a ello y acudir a las distintas fuentes informativas con cierto criterio y con destrezas adquiridas.

2 comentarios

Guillem -

Me gusta este texto tan interesante sobre ciencias naturales.
La naturaleza da unas sorpresas impresionantes si te fijas y también rebela muchas verdades.
Esto de hacer clases naturales se tendría que hacer más veces porque es muy buena propuesta.

Guillem -

Me gusta este texto tan interesante sobre ciencias naturales.
La naturaleza da unas sorpresas impresionantes si te fijas y también rebela muchas verdades.
Esto de hacer clases naturales se tendría que hacer mas veces porque es muy buena propuesta.