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Anotaciones feisbuseras (V)

Aún faltan días para acabar este mes de diciembre, pero es posible que, con la llegada de las vacaciones no escriba tanto o no escriba más hasta comenzado el año nuevo... Por eso, he tomado la decisión -ante la remota posibilidad de que mañana se acabe el mundo- de publicar ya estas "crónicas feisbuseras" del mes de diciembre. En los últimos días, además, he escrito bastante y el post ya es suficientemente largo...

Día 1 de diciembre de 2012:

 Lo prometo. No os daré más la barrila con fotos otoñales en lo que queda de año…
La verdad es que hoy, tras un paseo inesperado, he visto desde lejos un fuego que salía del suelo, justo debajo de un ginkgo desnudo. Ha sido llegar a casa y salir disparado hacia la Pinada con la máquina de fotos para tomar las últimas instantáneas amarillas. Después de una severa helada nocturna, las hojas de algunos árboles han bajado al suelo en un definitivo planeo. Hace 15 días, los ginkgos estaban totalmente vestidos, con algunas hojas en el suelo. Hoy no tenían ni una sola hoja en las ramas; todas alfombraban, como encendidas, el césped del suelo. Que pasen un buen fin de semana.

 3 de diciembre de 2012:

 Amor en las alturas. ¿Qué le estará diciendo la cigüeña al cigüeño o viceversa? ¿Notarán -esta pareja- la inquietante y bella coloración del cielo, en este atardecer de diciembre? Bajaba del colegio y me he encontrado con estos colores y estos amores…

 Hacia algún lado hay que mirar en el que no aparezcan los saboteadores de la vida: esa pandilla de carroñeros, empeñados en jodérnosla. Abríguense si andan por la calle. Póngase cómodos en casa, antes de leer unas páginas, unos versos… Y no olviden que los días 6, 7 y 8 hay FLA en Monzón: Feria del Libro Aragonés.

 5 de diciembre de 2012:

 Primer Premio FÉLIX DE AZARA, categoría escolar para el CEIP MIGUEL SERVET DE FRAGA por el trabajo realizado desde la BIBLIOTECA ESCOLAR, relacionado con el año Internacional de los Bosques.

 Ayer recibimos llamada de la Diputación Provincial de Huesca en la que se nos comunicaba la concesión de Primer Premio Félix de Azara. Hoy salía la información, al menos, en el Diario del Altoaragón y en el Heraldo de Huesca y por eso la hago oficial en este rincón. En ambos periódicos se dice que ha sido la convocatoria en la que “mayor número de colegios se han presentado”. Esta pequeña anotación aumenta el valor del premio, pero es indicador también (y esto es una conjetura personal) de que los centros docentes se han lanzado a buscar dineros allí donde los haya, debido a esta política restrictiva que nos está privando de algunas posibilidades.

 Tendremos tiempo de hablar más del tema, pero de momento ahí está la buenísima noticia para compartirla en esta red social. Yo, particularmente, estoy que me salgo de alegría. Sobre todo porque haya sido la biblioteca escolar la promotora de esta actividad; porque en ella hayamos participado todos los estamentos (qué narices será un estamento) del colegio y porque todo esto haya pasado este año de celebraciones: Xº aniversario de la colaboración de las madres y XXV aniversario de apertura de la Biblioteca escolar. Me voy de puente con mucha alegría en el cuerpo y espero que vosotros y vosotras también os alegréis al leer estas líneas. Feliz largo finde.

 En el enlace siguiente, puede verse algo de lo que hicimos en el primer trimestre del pasado curso:

 http://macoca.org/estamos-emboscados-en-la

 11 de diciembre de 2012

Reunión de gatos, ratones en peligro.

Sí, porque estos que ves en la foto, no son gatos falderos, de esos que andan de mano en mano, con sobredosis de caricias. Blandos por fuera y por dentro, de tanto compartir sofá, tele y modorra… Éstos son gatos “tejaderos”, que cuando ven un pajarillo saltando de teja en teja o de losa en losa, erizan el lomo, estiran las extremidades y prueban a darle un “bocau”, mientras dan un salto acrobático que nos deja boquiabiertos. Además, éstos son “gatos gurriones”, o sea, de Labuerda; son los gatos de mi vecino, que no sé cuántos debe tener (algún día he pillado a media docena durmiendo al sol en el tejado).

El caso es que no sé qué hago yo aquí hablando de gatos… Hace mucho frío en la calle y esta foto al sol que les hice este fin de semana me ha puesto tierno. Será eso… Buenas noches.

 12 de diciembre de 2012 (12.12.12):

 Ayer, tres gatos; hoy, tres ovejas...

 Ayer, os pusisteis tiernos o tiernas porque hablaba de gatos y algunos de vosotros y algunas de vosotras tenéis como mascota uno o varios gatos (o gatas, claro).

Y hoy, ¿qué? ¿También os inspira tanta ternura la visión de “una oveja negra” como ésta? Quien más quien menos ha escuchado muchas veces esa frase y tal vez haya sido la oveja negra de algún círculo familiar, laboral, deportivo, de amistad… No está nada mal ser la oveja negra en un “rebaño”. Es casi la única manera de ser diferente y reivindicarse como tal. Uno de los problemas más gordos que tenemos actualmente es que predomina el rebaño sobre la individualidad, que no abundan las “ovejas negras” y que se escucha demasiado el “Beeeeeeeee”, colectivo.

No me hagáis mucho caso, el ambiente está muy frío y las neuronas es posible que se vean afectadas. Que acabéis de pasar bien la tarde.

 13 de diciembre de 2012:

 “El burro de San Vicente, lleva la carga y no la siente”. Esta amable formulilla recitábamos de pequeños a quien le habíamos colocado algo encima de la cabeza o del hombro sin que se hubiese dado cuenta… Y es que, otra cosa no, pero la infancia siempre ha estado llena de gestos de “comprensión y amabilidad” con los semejantes…, je, je.

Bueno, pues eso, que primero fueron los gatos, luego las ovejas y hoy les toca el turno a este par de burros salerosos que pasan su vida en la Plana de Labuerda, disfrutando del aire libre y viviendo a cuerpo de rey y sin trabajar. Viviendo infinitamente mejor que la mayoría de sus antepasados que alternaban la dureza del trabajo diario con las reducidas dimensiones de la mayoría de las cuadras donde pernoctaban. Platero podía ser más espabilado de tanto pasear con Juan Ramón, pero estos dos (que no sé cómo se llaman) tienen pinta de ser burros, pero muy felices. Os dejo en su asnal compañía…

 17 de diciembre:

 Vuelvo a los animales… (“Las vacas del pueblo ya se han escapau, riau, riau…”). Esta es una foto de unidades: una peña, un pueblo, un árbol y una vaca, ¡curioso!, ¿no? La foto tiene 3 años. Bajábamos de Escuaín y al aproximarnos a Escalona, hice unas fotos como ésta. Una de ellas fue la portada del número 117 de El Gurrión (noviembre de 2009).

 De las unidades anteriores, me fijaré en la vaca: (“Tengo una vaca lechera. No es una vaca cualquiera. Me da leche con tomate…”). Les tengo cierta devoción a las vacas, casi como los hindúes. Las vacas de leche nos permitieron vivir un poco mejor en los años sesenta y posteriores, y salir a estudiar, porque convertían su leche –ordeñada dos veces cada día- en una nómina mensual. Daban abundante faena, pero también sanearon las maltrechas economías de muchas familias de Sobrarbe… También me gusta la vaca porque uno de sus estómagos se llama libro (lo que no quiere decir que la vaca sea un animal más culto que el conejo, por poner un ejemplo). Y, antes de dejaros ya con la foto y esta pequeña reflexión, no olvidéis aquello de: (“Si t´a pillau la vaca, jódete, jódete…”)

 18 de diciembre:

 Buitres leonados. La verdad es que ver volar a un buitre común es un espectáculo, con esa capacidad de navegación aérea que tienen, sin apenas mover las alas, buscando las térmicas para ir ascendiendo y planear en círculo, majestuosamente. Esta fotografía está tomada en la semana santa de 2010, en un paraje de la huerta de Labuerda, muy cercano al pueblo. Por allí andaban ocho buitres “despistados” (aunque en la foto solo cogí cuatro, pues ocupaban posiciones distantes uno y otro cuarteto). El buitre es un ave carroñera. Siempre “trabajó” como sanitario del monte, limpiándolo de cadáveres. Los tiempos han cambiado, las cabañas ganaderas han disminuido y ahora tienen que buscarse la vida en los vertederos o acudir a los comederos que les han preparado en algunas zonas geográficas. El buitre ya no está en peligro de extinción, pero sí “en peligro de imitación”.

Hay unos tipos, operados de escrúpulos al nacer, que no vuelan pero levitan. Tienen dos patas, como los buitres, pero en lugar de alas tiene manos con las que falsifican, firman, sustraen, evaden, borran pistas, etc. Se ceban con los dineros públicos y carroñean a todo cristo viviente. No se encuentran ni en Doñana, ni en Ordesa ni en Monfragüe ni en ningún otro espacio natural; se han especializado en entidades bancarias, sociedades de inversión, oscuros complejos financieros, inmobiliarias fantasmas... Me da pena llamarlos buitres (me da pena por los buitres, claro, que son aves necesarias), pero su proceder de ensañarse con las víctimas y su relación directa con el derrumbamiento y la desaparición del dinero de este país, los convierte en animales depravados y reprobables; indecentes especimenes que ya nos gustaría que estuviesen en peligro de extinción y finalmente extinguidos. Un saludo muy cordial a todos los que utilizáis esta red social.

 19 de diciembre:

 Gallina labuerdense. Alzada hasta un primer piso, esta gallina labuerdense, mira altiva, por debajo de la cresta, pero casi por encima del pico, hacia el horizonte. Quizá lo haga confundida por ese entramado hexagonal que la separa de la calle; tal vez está ofendida porque esa malla recuerda a un panal y ella no quiere sentirse abeja (ni obrera ni zángano).

Las gallinas son muy suyas (y no solo la gallina Turuleta); hay otras con personalidad, por ejemplo aquella gallina catalana, amiga de Llac que decía “la gallina diu que no, visca la revolució”; o la gallina Avecrem… ¡Ah, la gallina cúbica, concentrada en cubitos, que producen un caldo gustoso, también llamada Knorr… O las gallinas del Valle de Chistau (“De Plan ta San Chuan, as gallinas van”)…

con comillas, nos da 447.000 referencias. No sé si venían a cuento estas informaciones, pero no está mal señalarlas para dejar claro –con esos datos numéricos- que el tema interesa.

A muchas y muchos, ya hace meses que se nos pone la carne de gallina cada vez que escuchamos que a un colectivo de personas se les rebaja el sueldo o se les quita una paga o se les cobra un nuevo impuesto… Y todo eso y más, por nuestro bien y para ahorrar. Hace ya meses que algunos ministros parecen gallinas de corral (y que me perdonen las pertenecientes al legítimo orden de las gallináceas): cada día cacarean una nueva ocurrencia y así consiguen cabrear a cientos o a miles de personas que ven como, injustificadamente, se modifican sus condiciones laborales, sus derechos al trabajo, a una vivienda o a un sueldo decente…; personas que, finalmente, sienten escalofríos momentáneos y acaban con piel de gallina, (sin importar que todo eso ocurra en meses fríos o en meses calurosos). ¡Cómo se puede ser tan indecente, tan arrogante, tan manipulador y tan mentiroso, como vemos que lo son algunas de las personas que ostentan poder en este país. Éstas han tomado la senda del desmoronamiento y la destrucción de un sistema sanitario, educativo, de asistencia social, de pensiones… y sobre todo de un sistema moral y ético que muchas personas habíamos construido y que, aunque es nuestro baluarte más contundente, siempre corre el riesgo de ser picoteado con saña y malas intenciones por esta cuadrilla de gallinas que ni ponen huevos ni sirven para hacer caldo. En realidad, solo sirven para tocarnos los huevos y para que los maldigamos con saña cuando nos tomamos a su salud un tazón de caldo, preferentemente, de gallina.

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