Se muestran los artículos pertenecientes a Agosto de 2007.
El pasado sábado, mi hija Ana, se vino de vacaciones desde Barcelona, pasó por Fraga y se trajo en el maletero del coche, todos los ejemplares del número 108 de la revista trimestral EL GURRION, de Labuerda y de Sobrarbe; el número correspondiente a agosto de 2007.
Una de las cosas de las que me siento más orgulloso, es precisamente del hecho de haber insuflado vida y energía a este pájaro de papel que periódicamente sobrevuela el Sobrarbe. Nació en noviembre de 1980, ha pasado por diversas vicisitudes y ha aparecido puntualmente cuatro veces cada año: en los meses de febrero, mayo, agosto y noviembre. Por sus páginas han desfilado algunos centenares de colaboradoras y colaboradores que han encontrado en la revista un territorio amable y literario donde exponer sus puntos de vista o publicar sus investigaciones, lo que habían pensado o sentido, la crónica de un acontecimiento o de un viaje…
Nadie que no haya permanecido varios años al frente de una publicación periódica sabe lo que ello significa. Cuando quieres escribir un libro, te dedicas a ello durante un tiempo determinado, sabiendo que cuando termines la faena, ya no tendrás que acordarte nunca más de ello. Cuando dejas en la imprenta un número terminado de una revista, vuelves corriendo a casa para empezar el siguiente. Después de un número viene otro y así sucesivamente y, además no depende sólo de ti, cuando hay entre veinte y treinta personas que colaboran en cada número. Yo creo que, al final, es un pequeño milagro que cada tres meses aparezca un nuevo “gurrión” con 44 páginas. Eso significa que al final de cada año, escribimos un libro colectivo de 176 páginas que habla de Labuerda y de la comarca de Sobrarbe, con textos y fotografías.
Hoy, lunes, hemos bajado a la oficina de correos de L´Aínsa los sobres de los suscriptores y por la tarde se ha repartido entre los suscriptores del pueblo o aquellos que están pasando ahora las vacaciones aquí (y así ahorramos unos sobres y unos sellos, por esta vez)…
Y centrándonos ya en este número recién salido del horno, voy a señalar los contenidos de más peso: el Paseo por el Sobrarbe nos lleva hasta la Punta Acuta y otras cimas. Varios artículos se centran en la presentación biográfica de personajes de diferentes épocas del pasado: D. Pedro Villacampa y Periel, de Laguarta; José Pardina Dueso, de Labuerda; el librero Gregorio Pueyo; Antonio Garcés Pallarés de Guaso; Miguel y Bernat de Mir de Bielsa…Una página recoge la pequeña historia del “otro banco azul” y, por espacio de dos páginas se recopilan refranes y sentencias sobre libros; están presentes en este número “la luna y la Peña Montañesa” y hay un artículo sobre los Apellidos infanzones de Lamata. EL GURRION número 108, nos habla de una colección de calendarios de bolsillo y se ofrecen noticias desde el Ayuntamiento. Se hace un amplio repaso a diversas Noticias de Amigos y Suscriptores y a una singular concentración de familias en Labuerda. La vida de las mujeres en el Sobrarbe nos habla de “La historia no contada de las mujeres de preso”; hay versos y textos, hay correos electrónicos y fotos de la Peña Montañesa y personas leyendo la revista en lugares como Roma o el circuito de Le Mans. La portada es una fotografía del río Ara en el valle de Bucaruelo, muy refrescante para estos calores de agosto.
Una vez distribuida la revista por los domicilios de las personas suscriptoras, comienza el auténtico viaje de este pájaro singular. Cada par de manos que lo acaricien y cada par de ojos que lo miren estarán conectados con una mente que irá procesando lo que vayan leyendo y se sorprenderá de algunas cosas, refrescará otras que ya conocía pero que se le habían olvidado; sonreirá o se pondrá serio; hará comentarios en voz alta con las personas que tenga a su alrededor o leerá en voz baja para interiorizar mejor la información… Es posible que algún lector o lectora se plantee escribir un artículo para la siguiente revista, al hilo de una lectura realizada en ésta o que realice una consulta en un diccionario o en una enciclopedia para recabar más información sobre un término geográfico, sobre una palabra… Y dentro de tres meses, si los contratiempos no son insalvables, un nuevo “gurrión” desplazará al 108 y ocupará ese lugar de privilegio que las personas solemos guardar a los libros y a las revistas que nos interesan: un espacio tan pequeño como dos manos abiertas y un resplandor tan amable como el brillo de unos ojos…
P.D. La revista EL GURRION puede leerse en Internet, pues desde el número 100 están todos los números en formato pdf, en la siguiente dirección: http://www.elgurrion.com
Aunque es complicado escribir sobre un acto público, haciendo de eventual “secretario” habiendo sido principal protagonista, trataré de hacerlo con la mejor voluntad y con la mayor honestidad.
El caso es que el sábado, 11 de agosto, a las ocho de la tarde se realizó el acto de presentación del libro “Vocabulario aragonés de Labuerda – A Buerda (Sobrarbe)”, en el salón social del Ayuntamiento de Labuerda. Era la primera vez que se realizaba un acto de estas características en mi pueblo.
Unas 70 personas, que llenaban el recinto acondicionado para tal efecto, asistieron al acto y escucharon y aplaudieron los distintos parlamentos. Debo ya, sin más preámbulos, nombrar al Concejal de Cultura del Ayto. de Labuerda, Emilio Lanau Barrabés artífice del acondicionamiento de la sala, de la elaboración de carteles anunciando el acto y de las notificaciones a las familias del pueblo de la citada presentación. Mi agradecimiento por su trabajo que se tomó como si fuera un asunto personal.En la mesa se sentaron la Consejera de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, la sobrarbense Mª Victoria Broto Cosculluela; el Alcalde de Labuerda y Presidente de la Comarca de Sobrarbe, Enrique Campo Sanz y el autor del libro, Mariano Coronas Cabrero.
Enrique Campo habló en primer lugar para agradecer la asistencia y explicar la colaboración del Ayuntamiento y La Comarca en la edición del libro, realizada por la Editorial Xordica. Se refirió también al trabajo realizado por el autor del libro y a la presencia de la Consejera en el acto.
Seguidamente, quien intervino fue Mariano Coronas. Leyó un poema del libro “No deixez morir a mia voz” de Ánchel Conte y habló de lo que supuso la presencia de este profesor monegrino en el Instituto de L´Aínsa en los años sesenta y setenta. Hizo, posteriormente, un recorrido por las obras y los autores de investigaciones lingüísticas realizadas en la comarca de Sobrarbe durante el siglo XX y un repaso a los libros publicados más recientemente sobre aspectos lingüísticos de la comarca. Terminó hablando del libro que se presentaba, leyendo un poema en aragonés de su autoría y agradeciendo la presencia de quienes habían acudido al acto.
Cerró el acto Mª Victoria Broto, quien dedicó su parlamento a reconocer y elogiar el trabajo del autor del libro y director de la revista trimestral El Gurrion ( a punto de cumplir 27 años de existencia) y también el trabajo de Mariano Coronas como maestro y animador de bibliotecas escolares, “un referente en la educación aragonesa”. Señaló la Consejera el esfuerzo que realizaron muchas familias de Sobrarbe en los años sesenta para permitir que sus hijas e hijos estudiaran y pudieran alcanzar otras metas diferentes a las que estaban abocados hasta entonces y se congratuló de haber participado en el acto, “el primero al que me han invitado como Consejera”. Tras esas palabras, el autor firmó ejemplares del libro a quienes lo compraron en el acto y a quienes lo traían de casa, tras el reparto que hizo el Ayuntamiento de un libro por familia.
Este sería, más o menos, el resumen protocolario de un acto que tuvo una duración de una hora y que, como he dicho al principio, inauguró lo que puede ser una nueva línea de actos culturales en Labuerda: la de presentaciones de libros…
Personalizando un poco más la cosa, me gustaría –también desde aquí- agradecer la presencia de quienes acudieron a acompañarme en un momento personal significativo. No voy a nombrarlos uno a uno (ya sabes, por aquello de los inmerecidos olvidos), pero sí citar a Mercé y Ana (Daniel llegó finalizando el acto porque estaba trabajando); a mis padres (que aunque con una manifiesta sordera, se sintieron felices y orgullosos del protagonismo de su hijo); a mis hermanos, sus hijos y cónyuges; a la gente que bajó expresamente desde San Vicente de Labuerda; a los amigos que vinieron de otros puntos de la comarca y, por supuesto, a todas las personas de Labuerda (“indígenas” o veraneantes) que quisieron compartir ese tiempo cultural. Por último, un agradecimiento especial a Enrique Campo por el apoyo económico del Ayuntamiento y La Comarca y a Mª Victoria Broto porque, con su presencia, el acto adquirió más relevancia, claro, no olvidemos que es Consejera del Gobierno de Aragón.
El “Vocabulario” en cuestión es el número 2 de la colección “Cuadernos de Jean-Joseph Saroïhandy”, de Xordica Editorial y recoge vocablos aragoneses y frases hechas que fui replegando (en clara labor de coleccionista), sobre todo a principios de los años ochenta. Los primeros números de la revista El Gurrion recogieron algunos repertorios de esas palabras. Posteriormente, se publicó casi íntegro en la revista Treserols del Centro de Estudios de Sobrarbe (entre los números 2 y 7, ambos inclusive) y, por fin, ha visto la luz en formato libro gracias al empeño de Raúl Usón, editor de Xordica. Yo, la verdad, muy feliz de tener el libro en las manos y también muy contento y agradecido del acto de presentación del pasado 11 de agosto en Labuerda.
Por tot ixo, a yo me paice que teneba que rematar iste testo con bellas coplas, asinas que astí van:
Fa unos días n´o mío lugar
se fizo una charradeta
ta presentar o libré
d´aragonés de A Buerda.
As Chens que astí se chuntón
ta sentir a os que fablaban
s´en fueron, en rematar,
con güen cuerpo y güena cara.
Y l´autor d´ixe treballo
quedó muito agradexiu,
por tantisma compañía
y os aplausos recibius.
Lo prometido es deuda… La lista de los cincuenta “primeros” cabreos debe ser completada porque así lo anuncié en su momento. No agoté entonces el tema (ni creo que vaya a hacerlo ahora). Así que hoy amplío el listado de circunstancias y personas, porque a mí me cabrean…
Bueno, hasta aquí otras cincuenta razones para cabrearme. Es posible que haya una tercera entrega más adelante, pues quedaron temas en el tintero (sólo leyendo el periódico un día cualquiera, podríamos, con toda seguridad, relacionar otras cincuenta, y no digo que no lo haga…) Creo que esto de la “cabreoterapia” es una buena terapia, porque te permite repasar la vida cotidiana desde otro punto de vista. Yo, curiosamente y a pesar de tanto cabreo, me lo he pasado bien y animo a los posibles lectores y lectoras a que sigan describiendo en sus comentarios situaciones cabreantes con las que viven o con las que se encuentran con frecuencia.
A veces, en la vida, son necesarios fuertes contrastes para que las experiencias dejen huella. El caso es que este mes de agosto hemos pasado, en pocos días, de viajar por el corazón de Sobrarbe a hacerlo por el corazón de Noruega; y recién venidos del viaje y sin tiempo para que los pensamientos se acomoden y las sensaciones reposen, andamos algo confusos.
Los viajes por la comarca de Sobrarbe de este verano (realizados en varias etapas) han sido muy agradables y, en varios casos, hemos viajado hasta lugares donde no habíamos estado todavía. Tenían como finalidad revisar el patrimonio románico de la comarca, tomando algunas notas y fotografiando algunos elementos. De esa manera, y con esos objetivos, estuvimos por La Fueva, Abizanda y Samitier; la Tierra del Buxo; el valle de Chistau y la Comuna; Valle de Bielsa; Valle Vio; L´Aínsa, San Vicente de Labuerda… Fue la primera vez que llegamos a Sercué: despoblado que se está “repoblando”, con una pequeña iglesia alejada del pueblo con elementos arquitectónicos interesantes. También llegamos por primera vez a algunas localidades del Sobrarbe profundo: la Tierra del Buxo: Almazorre, Bárcabo, Sarsa de Surta, Paúles de Sarsa, Sta. Mª de Buil, Guaso… En todos los pueblos es posible fotografiar hermosos elementos de arquitectura popular y tradicional, y en casi todos podemos fijar con nuestra cámara, inesperadas vistas de la Peña Montañesa.
A mediados de mes, además, celebramos las fiestas de Labuerda: fútbol entre solteros, solteras, casados y casadas; juegos infantiles; rondas; bailes de tarde y nocturnos; actuación de grupo folklórico; disco-móvil; karaoke… Este año se prolongaron por espacio de seis días, entre unas cosas y otras, finalizando el día 19 de agosto con la primera cena popular realizada en el pueblo y que resultó ser un rotundo éxito de asistencia y buen ambiente. Es cierto que, a medida que uno va cumpliendo años, las fiestas del pueblo se celebran y viven de una manera más tranquila y sosegada pero, por unas razones u otras, solemos comer y beber más de la cuenta y los cuerpos se descomponen un poco.
Total que, en esas andábamos, cuando casi sin darnos cuenta nos acercamos al aeropuerto de Barcelona, nos montamos en un avión y ¡para Noruega!… Naturaleza en estado abrumador: bosques y bosques; ríos caudalosos, violentos; cascadas de todos los tamaños y caudales; lagos interminables; fiordos inabarcables; paisajes de postal; glaciares espectaculares; casas de madera sembradas por las montañas… Ciudades para recordar: Trondheim, Alesund, Bergen, Oslo… Un país grande, poco poblado, con recursos abundantes: petróleo, gas natural, agua, madera… Tienen aquello que ya es valioso o aquello que acabará siendo lo más valioso de todo (el agua dulce que baja de las montañas con una generosidad inaudita y sorprendente). Los noruegos son un pueblo de nuevos ricos (antes de los años setenta era un pueblo de bajo nivel económico y con una tasa alta de emigración). Hoy día disponen de muchísimo dinero. Aún así, no regalan nada: se paga por entrar en algunas ciudades; por atravesar un túnel; por pasar por un puente… Tarifas con las que financian la construcción de infraestructuras. Atravesamos docenas de túneles, necesarios para sortear una orografía difícil, debido a la estructura recortadísima de su costa… Muchas carreteras terminan en un barco, necesario para cruzar el fiordo correspondiente (pagando, claro). Los noruegos realizan un exhaustivo control de la entrada de extranjeros en su país. Esta entrada está muy limitada y controlada. Choca esa actitud (ahora que son ricos) con la que mantuvieron cuando no lo eran (se iban a otros países que sí les abrieron las puertas).
La vida en Noruega es cara y su capital, Oslo, ha sido distinguida con el dudoso honor de ser una de las tres ciudades más caras del mundo (la primera al decir de algunos). Viajamos en avión, barco, autocar, tren, funicular… Visitamos el Museo de barcos vikingos, el FRAM y el Museo Folklórico de Oslo, así como el Parque y complejo escultural de Gustav Vigeland (impresionante), el Bryggen de Bergen, la casa del músico E. Grieg, la catedral de Trondheim… Navegamos por distintos fiordos contemplando paisajes muy sugerentes, cascadas, pequeños y pintorescos asentamientos humanos y “viviendo” la divertida experiencia de pertenecer durante ocho días a un microcosmos variopinto y lleno de matices: el que formábamos las cincuenta personas que realizábamos juntas el circuito.
No pienso aburriros con el relato del viaje; sólo resaltar, cuando se vuelve del mismo, esa sensación de cabeza llena de recuerdos que hay que ordenar y de sensaciones que hay que ubicar correctamente. Todo transcurre tan deprisa que resulta difícil asimilarlo y no es fácil pasar del “Biello Sobrarbe” a la verde y azul Noruega, aunque en ambos espacios geográficos, los inviernos sean poco amables; en un caso por la escasez de población y en el otro por el aislamiento que tanta nieve y tanto hielo provocan. Otra sensación curiosa es la ausencia total de noticias de tu país durante una semana: el noruego no es lengua fácil y, aunque ojeáramos la prensa diaria, sólo reconocíamos algunas imágenes, algunas fotos. Cuando volvimos a pisar territorio español, nos enteramos de algunos acontecimientos deportivos, políticos, culturales y sociales que habían ocurrido sin que tuviéramos noticia de ello… El mundo sigue su curso, aunque uno desconecte; cuestión, no por sabida, menos curiosa de experimentar.
P.D. En un par de días comienza un nuevo curso escolar y vuelven, por tanto, algunas incertidumbres. Trataremos de irlas despejando. Mañana y pasado mañana (1 y 2 de septiembre) se celebra en Monzón la Feria de coleccionismo Replega. Habrá que ir a dar una vuelta.
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