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Anchel fue mi profesor durante los cuatro cursos del bachiller elemental. Aquel que comenzábamos con diez años y que terminábamos con un examen de reválida, que duraba dos días y que hacíamos en Huesca. En esos años me dio clase de Geografía Universal, de Historia, de Francés y de Literatura. Todavía no lo he dicho, pero Anchel daba clases en el CLA (Colegio Libre Adoptado) de L´Aínsa; instituto creado en la década de los sesenta, de carácter privado, pero que posibilitó que pudiéramos estudiar los niños y niñas de Lafortunada, Labuerda, Escalona, Boltaña, L´Aínsa, La Fueva y de otros pueblos de la comarca. Luego yo me fui a estudiar bachiller superior a Huesca y él continuó su labor en L´Aínsa hasta que se le rescindió el contrato y fue expulsado del centro. ¡Qué injusticia! En toda la historia del instituto ha habido ningún otro profesor tan querido y recordado como él y conocen su nombre en la comarca de Sobrarbe hasta quienes no fueron sus alumnos, hasta quienes no fueron al instituto... Su labor docente estaba llena de frescura y de sentido común; era rigurosa y científica y él se mostró como una persona cercana y comprometida. Sin pertenecer a ningún Movimiento de Renovación Pedagógica, fue muy innovador en sus planteamientos: promovía frecuentes salidas y viajes para posibilitar que los chicos y chicas de Sobrarbe estirasen su mirada y sus sueños más allá de las montañas circundantes, de los angostos valles; escudriñó el medio para recuperar una cultura musical de bailes y danzas que se conservaban en algunos pueblos y creo el grupo folklórico “Viello Sobrarbe”. Conoció a través de sus alumnos y de las familias de estos la existencia del aragonés y animó a sus hablantes a utilizarlo y a sentirse orgullosos herederos de una forma de hablar que utilizaron nuestros antepasados... En 1972 publicó un libro emblemático de versos en aragonés: “No deixez morir a mía voz”, cuya primera edición (El Bardo – Barcelona) es hoy una joya de bibliófilo... Su trabajo iba bastante más allá de los muros de las aulas y trataba de involucrar a los padres y a las personas de los pueblos que conocían la lengua, la historia, el folklore...
El pasado 3 de julio, en el seno de la E.V.A. (Escuela de Verano del Altoaragón), en L´Aínsa, Anchel fue invitado a hablar de su obra literaria y yo fui invitado a presentarlo, por expreso deseo suyo. Personalmente quise resaltar su labor como profesor y su faceta innovadora, que en la década de los sesenta del siglo pasado no era ni fácil ni frecuente. Anchel se entregó en cuerpo y alma a su trabajo y consiguió que algunas personas que también nos hemos dedicado a la enseñanza lo hayamos tenido siempre como un referente, como un modelo. Guardo todavía un cuaderno de clase del curso 1966-1967; un cuaderno de geografía con textos en los que escribíamos sobre las razones por las que llovía más en L´Aínsa que en Huesca o sobre las características de la flora de Sobrarbe o en el que hacíamos perfiles del Cinca, dibujábamos los contornos de los países de Europa y pegábamos en las hojas cartitas de cajas de cerillas alusivas a esos países o cromos o recortes de prensa... Muchas cosas que luego se consideraron innovadoras y que hoy día, pocos maestros y maestras estimulan. Él se quedó emocionado al ver el cuaderno y los presentes también apreciaron aquel trabajo realizado hace justamente cuarenta años. Anchel habló de aquel tiempo, desgranó recuerdos, dio su versión sobre aquella isla de libertad que era el CLA y habló de su obra literaria. Fue un emocionado reencuentro con un hombre de verbo fácil y ameno, con una persona inteligente, con un ciudadano socialmente comprometido, con un “viejo” profesor que ahora disfruta de una merecida jubilación pero que dejó un recuerdo imborrable; con una persona a la que Sobrarbe, algún día (y mejor pronto que tarde) deberá homenajear como se merece. Me sentí muy afortunado por poder asistir a ese encuentro y por presentárselo a los contertulios y hay que agradecer a la EVA que invitara a Anchel a ese reencuentro con la tierra que probablemente más le impactó y le cambió a lo largo de su vida.
P.D.: He empezado a escribir este texto el día 6 de julio y he terminado, sin darme cuenta, en San Fermín, pero no me ha pillado el toro...
En verano, uno de los elementos naturales más codiciados es el fresco. Esa sensación de caricia y rejuvenecimiento en tu rostro, en el cuerpo entero, después de muchos momentos de calor agobiante, es impagable y muy agradable.
- “¡Pepe, abre la ventana para que entre el fresco!, decía el viejo chiste...
- Y entró el fresco y se llevó la radio..."
Hoy he caminado por el monte. A las siete y media de la mañana estaba ya entre árboles y silencio. Sólo el arrendajo (presente a cualquier hora que uno se aventura por sus territorios) me ha saludado con su grito característico de alarma o de alerta. Cuanto más subía, más notaba esa sensación de insonorización tan maravillosa. Me he sentado en una piedra plana y he estado escuchando, mirando hacia la Peña Montañesa, en sombra por la cara visible para mí y con una ligera neblina que puede presagiar un día de calor intenso o alguna tormenta vespertina, oliendo a pino y a humedad de las tormentas de los últimos días. Estoy leyendo “El clan del oso cavernario” y todas las peripecias de un grupo de aguerridos neardentales que se enfrentan, con su desarrollo cerebral ya al límite, a duras pruebas de la naturaleza. Es un libro sorprendente (no es fácil novelar la prehistoria). Hoy, sentado bajo un pino, con la espalda apoyada en su vetusta corteza, pensaba en algunos personajes de dicho libro: Brun, Ayla, Iza, Creb, el celoso e inmaduro Broud... deambulando por los bosques y por los riscos, procurándose el alimento cazando y recolectando hierbas, raíces, frutos silvestres y compartiendo una cueva como hogar común... Como sólo se escuchaba el rumor lejano del Cinca y el paisaje acompañaba, no me ha costado nada imaginar que en cualquier momento podría aparecer uno de ellos, tratando de seguir las huellas de jabalí que habían quedado marcadas en una plancha de barro o persiguiendo con la honda a un conejo para aportarlo como alimento fresco... Bueno, la imaginación no tiene límites. El caso es que, en vacaciones, uno puede regular su exposición al sol y al calor, sus horas de sueño para aprovechar las primeras horas de quietud, soledad y frescura que nos regala cada mañana. Y eso es lo que trato de hacer cada día. Luego, ya de vuelta a casa, espera la ducha y el almuerzo reparador, la lectura y la escritura para completar la mañana.
P.D. Por cierto, en el caso Zidane-Materazzi, si el italiano, en esos segundos de conversación que mantienen en la final, le hubiera dicho al francés:
- Eres guapo Zizou, buena persona y además me gustaría cambiar mi camiseta con la tuya porque quiero tener un recuerdo de uno de los mejores futbolistas que ha pisado un campo de fútbol,
no creo que hubiese existido nunca el cabezazo (lamentable, desde luego). Yo estoy del lado de Zidane y en contra de quienes acosan vilmente y luego se hacen las víctimas. Para el bien del fútbol, la historia recordará las genialidades de Zidane y no las marrullerías del italiano.
Ayer por la tarde estuve fichando 35 libros nuevos para la Biblioteca Municipal de Labuerda, pasando con ellos la barrera de los 3.900 títulos.
Fue en 1979 cuando presentamos la idea a la gente del Ayuntamiento de entonces para crear una Agencia de Lectura en el pueblo. Tal cuestión había que solicitarla a la Coordinadora de Bibliotecas de Huesca y si tenías un espacio que reuniera unas mínimas condiciones y alguna persona que se hiciera responsable, solían concederla sin problemas. Recibimos un lote fundacional de 300 libros y hasta la fecha.
Siempre ha estado ubicada la biblioteca en la Casa-Escuela: un edificio emblemático de Labuerda que se construyó a finales de la década de los años veinte del pasado siglo con los jornales de trabajo aportados por los vecinos. Fue remodelado hace unos años y alberga todas las instalaciones municipales: secretaría, archivo, consultorio médico, biblioteca, telecentro, salón social, sala de exposiciones y las instalaciones comarcales de radio Sobrarbe.
Con pequeñas aportaciones de algunas otras personas; con unas épocas más implicado y otras un poco menos, me he ido ocupando desde el principio de mantener la biblioteca. Durante mucho tiempo con una gran precariedad de medios: ecribiendo a embajadas de países extranjeros en España, a entidades públicas o privadas que editaban revistas o libros, pidiendo a las entidades bancarias y utilizando los pocos dineros que recogíamos con el carnet de socio de la misma y la cuota anual. De unos años a esta parte, recibimos subvenciones anuales que nos permiten comprar un buen número de novedades, libros de notable valor económico y, por tanto, mejorar la oferta a quienes acuden frecuentemente a buscar libros prestados. Además suelen llegarnos también muchas novedades publicadas por la Diputación General de Aragón y por otras entidades oficiales de la comunidad. Igualmente recibimos un buen número de publicaciones periódicas y otros materiales como intercambio con la revista trimestral EL GURRION.Los fondos están ordenados por secciones y cada libro tiene dentro un sobre-canguro con una ficha de préstamo. Los sobres-canguro son medios sobres de cartas recibidas reutilizados. Tenemos una sección dedicada a la comarca de Sobrarbe, con todas las publicaciones que hacen referencia a la misma o que están escritas por personas de nuestra comarca y otra muy interesante con los libros antiguos de la escuela (“joyas” de la educación en la etapa franquista). Disponemos también de una amplia y bien surtida sección de libros infantiles y juveniles.
La biblioteca funciona como un establecimiento de autopréstamo (un “self service” de libros). La persona que quiere tomar algún libro prestado pide la llave de la biblioteca en casa del alcalde, selecciona el libro o los libros que quiere llevarse, saca las respectivas fichas, escribe su nombre y la fecha y las deja en una cajita al efecto, así sabemos en todo momento quién tiene un libro determinado. Mi trabajo consiste en registrar cada libro adquirido en el libro de registro, pegar el sobre-canguro, completar la ficha de préstamo, poner los cuños de la biblioteca y colocar el libro en la sección correspondiente. Soy bibliotecario voluntario (sin sueldo, por tanto) y además, soy bibliotecario a distancia, porque habitualmente no estoy en Labuerda. Aprovecho las vacaciones y los puentes para hacer estas faenas y subir las novedades a la biblioteca.
Durante las vacaciones de navidad estuve unos ocho o diez años abriendo todas las tardes dos horas y manteniendo la biblioteca como un espacio de socialización de las niñas y niños del pueblo. Ya hace dos inviernos que he dejado esa práctica, pero sigo comprando libros, registro los que compro y los que nos llegan de las instituciones o de las donaciones de particulares y los dejo preparados para que cualquier persona de Labuerda pueda llevárselos para leerlos en casa con un cierto control.
Además de libros y revistas, hay una amplia colección de periódicos de muchas partes del mundo que me han ido trayendo los amigos; también vídeos, DVDs, CDs... Desde hace un tiempo se han instalado seis ordenadores, fruto del programa “Internet rural” y el espacio se ha visto muy reducido, pero, por contra, más frecuentado por los jóvenes que acuden todos los días y sobre todo una buena parte de la noche a navegar por los inacabables mundos virtuales que les ofrece Internet.
Yo creo que disponer en un pueblo como Labuerda, de poco más de cien habitantes, de una biblioteca como la que tenemos es un lujo y aún podría aprovecharse más si en lugar de tener un bibliotecario voluntario y a distancia (una auténtica rareza antropológica) hubiera personas que la abrieran todos los días a un horario convenido y pudieran promocionarse algo más los libros y el fomento de su lectura. Como cada vez que miro la cajita de las fichas de préstamo veo que han subido un buen número de personas a llevarse libros prestados, continúo animado a seguir, a rellenar algunos impresos burocráticos y a disfrutar del placer de gastarme unos euros al año comprando los libros que más me gustan. Precisamente ayer, cuando subía por la calle con tres bolsas de revistas y libros en dirección a la biblioteca, me abordó un vecino y me dijo: “¡Vaya, ahí viene EL HOMBRE DE LOS LIBROS! Todo un halago, la verdad.
Dice María Moliner en su diccionario que conspirar es “unirse varias personas contra algo o alguien; particularmente contra quien manda o gobierna”. Siguen otras acepciones: “Confabularse. Conjurarse. Intervenir en una conspiración...”
Bueno, pues sepan ustedes que en Boltaña, año sí, año no, hay un montón de personas que “conspiran” de manera evidente contra la monotonía, contra el desánimo, contra la soledad, contra la indiferencia, contra el derrotismo... y a favor de la música, de la alegría, del encuentro, de la participación, de la cultura... Una conspiración en toda regla, ¡vaya! que hay que agradecer.
Durante los días 21, 22 y 23 de julio se ha celebrado la Vª Feria Pirenaica de Constructores de Instrumentos Musicales en el pueblo de Boltaña. Gran número de luthiers (procedentes de diversas áreas geográficas: Cataluña, Euskadi, Francia, Castilla, Aragón...) acuden hasta esa localidad para mostrar distintos instrumentos, para enseñar los secretos de su fabricación, para realizar exposiciones y demostraciones de los mismos, para intercambiar información y conocimientos entre ellos o satisfacer la curiosidad de las personas que, en grandísimo número, acuden a la Feria. El programa de esta Vª edición comprendía exposiciones, proyecciones, talleres, demostraciones de trabajos para la construcción de instrumentos o piezas de los mismos, actuaciones, conciertos, actividades para niñas y niños y visitas a medio centenar de patios de otras tantas casas de Boltaña. Patios abiertos generosamente por sus dueñas y dueños para albergar instrumentos y personas; arte y conversación entre quienes sienten curiosidad y quienes acumulan conocimiento y experiencia sobre acordeones, grallas, flautas, guitarras, gaitas, zanfonas, etc. Una fiesta de la música, pero también una hermosa fiesta de la participación, del paseo ciudadano amable, del encuentro pacífico entre personas, de la mezcla (cultural, idiomática, geográfica, por edades...).
De vez en cuando, en distintos puntos de Sobrarbe, una comarca tan castigada por la despoblación, con índices bajos de población buena parte del año, donde los inviernos y la desesperanza se han cobrado tantas ausencias, surgen chispas de ingenio, de imaginación, de colaboración, de sorpresa que convocan a mucha gente y que demuestran hasta dónde puede llegar el talento humano cuando se pone al servicio de las buenas causas. De vez en cuando, algunas ideas sembradas al aire por un animoso iluminado o un grupo de ellos, germinan de una manera tan hermosa y sugerente que no parecen de verdad.
CONSPIREMUS tiene ya todo el perfil de una fiesta popular que es posible gracias a la colaboración de muchas personas y que, cada dos años, convierte a Boltaña en el centro de la música popular, de la fabricación de instrumentos y de un encuentro (muchas veces ya reencuentro) ciudadano pacífico y cultural que fomenta la curiosidad y el intercambio, algo tan necesario con la que está cayendo. Así que, ánimo, pelaires, y a seguir “conspirando”.
Hoy escribo para mostrar mi desacuerdo con lo que está ocurriendo en el Líbano. Llevo casi veinte días esperando que alguna autoridad mundial diga algo sensato y razonable sobre lo que está ocurriendo allí y detenga la guerra (algunos informativos la llaman “guerra no declarada”. Bonita manera de no llamar a las cosas por su nombre. ¡El colmo de la tergiversación del significado de las palabras!); porque lo que hay que hacer es detener la guerra y dejar de matar. Es evidente que Hezbolá está lanzando misiles que han causado muertos y siembran el miedo entre la población israelí potencialmente alcanzable por esas armas, pero es también muy evidente que el ejército hebreo ha matado a varios cientos de personas y ha causado la destrucción de instalaciones, viviendas y todo tipo de infraestructuras en el Líbano. Y no puede justificar esa salvaje destrucción apoyándose en el infantil “empezaron ellos”. Ayer sus bombardeos mataron a más de 30 niños y niñas. Eso es incalificable.
No me cabe en la cabeza que los herederos de quienes sufrieron una de las persecuciones más terribles en la historia de la humanidad hagan con sus vecinos palestinos lo que están haciendo desde hace años y que, quienes recuperaron una tierra gracias a un acuerdo de la ONU se pasen por el forro, todas las resoluciones que ese organismo ha ido aprobando en los últimos años y que condenaban los asentamientos ilegales de colonos, la construcción del muro, la destrucción de viviendas palestinas, los asesinatos preventivos y los bombardeos frecuentes de los campos de refugiados… Y, como siempre, los americanos USA apoyando y cubriéndose de gloria una vez más, vetando o dilatando resoluciones de la ONU para que el ejército israelí tenga tiempo de cumplir sus objetivos más impresentables. No tengo ninguna simpatía por los guerrilleros fanáticos de Hezbolá pero tampoco por los políticos y soldados israelíes; muchísimos de ellos igual de fanáticos, igual de peligrosos como vienen demostrándolo desde hace tiempo.
El pasado 27 de julio, publicaba El Roto una viñeta muy expresiva en El Pais. Se veía una casa semidestruida por la guerra: la parte izquierda había sido destruida por un “atentado terrorista” y la parte derecha, por un “bombardeo antiterrorista”. El Roto dibujaba a su propietario, frente a ella, contemplando los mismos efectos de dos razones, aparentemente diferentes… Muy expresivo, como siempre.
Hace unos días, los miembros del G-8 se reunieron en San Petesburgo, con gran pompa y lujo. Ya había comenzado este enfrentamiento y me resultó tremendamente asqueroso que la señora Rice “deleitara” a sus amigos tocando el piano, en lugar de viajar a Beirut para intentar mediar en el conflicto y convencer a ambos bandos de que la guerra es el peor camino posible. Y que no viajara sola, que lo hiciese en compañía de representantes europeos y del Secretario general de la ONU, claro… Esas autoridades mundiales de las que hablaba al principio son las que tiene que exprimirse los sesos para encontrar solución a los problemas mundiales y éste es gordo y dura ya demasiado. Ya sé que este conflicto es viejo y no es fácil solucionarlo, pero para eso está la diplomacia y para eso están los buenos y honestos políticos de alto nivel, ¿o es que ya no quedan?
Hace años que uno no puede pasar un verano tranquilo; siempre hay alguien, unos cuantos, que convierten cada sobremesa en una catástrofe, en un espectáculo desalentador, en un desafío a la inteligencia y el sentido común (que piden más concordia, más respeto, más aprecio por la vida)…¡Está claro que los malos deberían cogerse unas largas, larguísimas, vacaciones!Plantilla basada en http://blogtemplates.noipo.org/
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