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Hace unos días, Lupe, una niña de la clase (de origen mexicano) nos dijo que se marchaba con su familia a vivir a otra localidad. Lupe (5º A) y su hermano Raúl (4º A) llegaron a Fraga a comienzos del pasado curso y ahora vuelven al lugar del que vinieron, Pineda de Mar en la provincia de Barcelona. Hoy, Lupe ha repartido unos regalitos a sus compañeras y compañeros; le hemos dado también unas fotos ampliadas de toda la clase para que tenga un recuerdo y le hemos escrito algunas cosas bonitas para que no se olvide de este grupo de amigas y amigos. Le dedicamos este texto del blog para que pueda leerlo cuando le apetezca desde donde se encuentre y para que la marcha le resulte más llevadera.
- Has sido muy buena amiga. Espero que te vaya bien por Pineda. No quiero que me olvides. Lo que más me ha gustado de ti es que siempre en el recreo querías estar conmigo. (Roberta)
- Lupe, me ha gustado conocerte. Eras muy buena porque me dejabas escribir las contraseñas. Que tengas un buen viaje. (Younes)
- Lupe, pásatelo bien en Pineda. No te olvides de nosotros; puedes visitar el blog de Mariano cuando tú quieras y escribir en él para comunicarnos. Eres muy divertida y me lo he pasado bien jugando contigo en los patios. (Iván)
- Te encontraré a faltar mucho. Sobre todo tus masajes que, gracias a ti, he aprendido a hacer. Espero que me recuerdes mucho y que vuelvas pronto. (Guillem)
- Aunque te vayas, yo siempre te tendré en mis recuerdos. Te digo que me gustan mucho tus dedos, aunque tú digas que no te gustan. Espero que te vaya muy bien por Pineda. Un besazo muy grande. (Silvia)
- No quiero que te vayas porque tengo mucha amistad contigo. Nunca me olvidaré de tus ojos color marrón y de cuando jugábamos las dos. Deseo que vuelvas a Fraga. (Maika)
- Quiero que sepas que estos dos años me lo he pasado muy bien contigo. Yo siempre te llevaré en mi corazón para no olvidarme de ti, como la mejor amiga que has sido. Mi deseo es que te vuelva a ver. Lupe, me gusta mucho tu piel, me gustan mucho tus ojos, pero me gustabas más con el pelo largo. (Yaiza)
- Has sido muy buena amiga para mí. Espero que estés muy bien en Pineda y que tengas tantas amigas como en Fraga. Te prometo que cuando vengas a Fraga en verano te iré a ver. Gracias por habernos regalado un lápiz y una nota de despedida. Un fuerte abrazo. (Elena)
- Me ha gustado mucho que hayas estado en nuestra clase. Yo ya te he conocido bastante y me has caído muy bien. Me gusta tu físico. Como antes tenías el pelo muy largo y te lo has cortado, ahora te queda mejor. Creo que nos veremos en verano; hasta entonces, te echaré de menos. Siento que te vayas. (Kamile)
- Lupe, me ha gustado mucho en ti el corte de pelo y ojalá que no te fueras. Me gustó mucho también el teatro que hicimos en la biblioteca. Dale muchos recuerdos a Raúl. (Pascual)
- Deseo que seas feliz en tu colegio nuevo y que tengas muchos amigos y amigas. En este año y medio hemos pasado momentos buenos y momentos malos, pero te echaré de menos. Espero que algún día nos vengas a ver. Cuando te conocí me pareciste un poco extraña, pero con el tiempo me caíste muy bien. (Tiffany)
- Lupe, te vamos a echar todos de menos. Me ha gustado mucho lo que me has regalado. Muchos recuerdos de mi parte. (Inés)
- Este año y medio que has estado con nosotros me ha gustado mucho y espero que vuelvas pronto. (Noelia)
- Lupe, nunca olvidaré esos buenos momentos cuando éramos amigas, pero tampoco algunos malos momentos. Pero lo que importa es que lo hayas pasado bien este año y medio. No te olvides de escribir, así todos te recordaremos. Deseo que tengas muchos amigos nuevos, que en el colegio te vaya bien y que sigas siendo tú, Lupe. (Andrea)
- Me ha gustado ser tu amigo. Entre los dos nos hemos reído y jugado. Sé que, a lo mejor nos volveremos a ver. No sé si lo deseas tú, pero yo sí.
Tú eres como una rosa clara y resplandeciente.
Tos ojos son como dos estrellas brillando como el sol.
Tu pelo es suave como la piel de un bebé. (Santiago)
- Me ha gustado mucho conocerte y, aunque nos hemos enfadado algunas veces, me ha gustado ser tu amigo. Quiero que te lo pases muy bien por Pineda y que seas muy feliz. (Jesús)
- Me ha gustado mucho estar contigo todos los días de colegio. Me gustaría que no te fueras a Pineda, que te quedaras aquí en Fraga y en este colegio. (Sergio)
- Tú has sido muy amiga mía y me da pena que tengas que marcharte. Que sepas que yo me he sentido muy bien contigo y cuando me he enfadado con alguien, tú me has apoyado. Yo no quiero que te marches, pero si tiene que ser así, pues vale. Sólo que sepas que yo he estado muy bien a tu lado y que espero que para el verano vuelvas por aquí unos días. Que tengas mucha salud y que te cuides. Muchos besos y adiós, guapa. (Paula)
Tomo prestadas las palabras de mi amigo Herminio Lafoz, recuperadas de su blog, para sumarse a esa denuncia. No es necesario añadir nada a lo que dice Herminio; sólo darlo a conocer e invitar a leerlo:
"A veces pienso que nos concibieron en una biblioteca, entre los rincones mullidos de los libros de misterio. Hemos pasado por este valle de lágrimas unas cuantas generaciones de gentes que estamos locos por los libros. No hemos hecho otra cosa que robar y comprar libros en nuestra adolescencia, consultar libros y comprar libros en nuestra juventud y leer, devorar, incluso escribir, y comprar, libros en nuestra madurez. Qué duda cabe ahora de que amamos los libros. Ellos nos han acompañado en nuestros momentos más angustiosos y en los felices; los hemos regalado y nos los han regalado; han venido a nosotros con amor y con necesidad. Hemos aprendido en libros, hemos odiado en libros y hemos enseñado desde, por y con los libros. No hay clase que imparta ahora en la que no hable de uno o dos libros. Por provocar. Hemos ligado con libros. Estamos anotados (nuestro nacimiento, nuestra boda y estará nuestro fallecimiento) en libros. Mañana presentaré tres libros. Nos quejamos de que los jóvenes no lean libros. Pero, a menudo, con nuestra ansiedad porque lean, les obligamos y pierden las ganas de abrir los libros. Nos obsesiona el libro y no encontramos el camino para animar a la lectura de libros.
Pero hay a quien le gusta quemar los libros. Y otros los secuestran. Una vez nacidos, los guardan en cajas en oscuros subterráneos. No es que sean celosos y los guarden para leerlos ellos, no; es que quieren que nos los lean otros. Así ocurre en ocasiones con las administraciones de todo pelo y pelaje. No aman los libros. Sólo les sirven de excusa para hablar de ellas. Cuando quieren salir en los periódicos, pagan jornadas de estudios, que generan libros, pero luego los guardan. Es como si las jornadas, las aportaciones de los que allí han dejado su trabajo, sus opiniones, no sirviesen para nada. Es como si nos secuestraran a nosotros. Estas tenemos, en estas estamos. Así me lo dice Victorjuan, en un comentario a mi blog de ayer. Hay que denunciarlo. Y yo lo hago desde este rincón con las palabras que mejor sé".
1.- Comenzamos la semana, del 13 al 17 de febrero, recibiendo un correo electrónico de Álex Cabrera, un alumno de la clase que no había venido a la escuela en toda la semana anterior, por problemas de salud. Nos escribía desde el “aula hospitalaria”, a la que acudía a trabajar cuando las pruebas y otras historias médicas le dejaban tiempo para ello. Lo leímos en voz alta en clase y nos dio alegría recibirlo. Fue un detalle muy emotivo. Lo tenemos guardado en el tablón de anuncios como un gesto significativo. Álex tampoco ha podido venir en toda esta semana, pero esperamos que sí lo haga la próxima. Por cierto, Maika Arévalo, otra alumna de clase tampoco ha venido esta semana última, aquejada de algunas dolencias. También esperamos que se incorpore el lunes próximo.
2.- El martes por la mañana, recibimos, repartimos y leímos las cartas que nos enviaron nuestros corresponsales de Torres de Segre. Tenemos unos amigos en ese pueblo de la provincia de Lérida, con quienes nos estamos escribiendo. Han tardado bastante en contestarnos, pero ya lo han hecho y ahora nos toca a nosotros hacerlo. Ellos nos escriben en catalán y nosotros lo hacemos en castellano y, además de las cartas, nos mandamos regalitos. Utilizaremos también el correo electrónico para comunicarnos. Les hemos enviado un ejemplar de nuestro libro de los abuelos y abuelas.3.- También esta semana, una de las niñas de clase: Elena Escandil, me trajo un regalo muy entrañable de su hermana Andrea. Andrea fue alumna mía hace ya unos años. Es una adolescente inteligente que, ya cuando estaba conmigo, escribía muy bien y mostraba tener mucha imaginación. Andrea me regalaba una poesía escrita por ella, con una dedicatoria muy hermosa para un maestro: “Para que te acuerdes de cuando me enseñaste a hacer poesía” y añadía “Dedicado a Macoca”, refiriéndose al seudónimo en el que me escondo con frecuencia. El poema dice así:
En el lago vi brillar sus ojos,la niebla me cegó
y en ese momentomi corazón de él se enamoró.
Le pregunté su nombre,él no contestó;
me miré en el lagoy su rostro desapareció.
Vi brillar la luna,vi amanecer el sol,
todo había sido un sueñoy producto de mi imaginación.
Una ola se estrelló en la costa,la marea subió;
cantando despaciouna sirena se asomó.
Me quedé con su sonrisa,y esa forma de mirar,
el cielo fue oscureciendoy la luna se iluminó en el mar.
Andrea Escandil
Gracias, Andrea, por regalarme este puñado de palabras.
Ya ha salido el número 102 de la revista trimestral EL GURRION. Yo creo que es un milagro (laico, por supuesto) que cada tres meses (desde hace ya más de 25 años) un nuevo número aterrice en las manos abiertas de lectoras y lectores, de suscriptoras y suscriptores.
Este fin de semana he hecho, con mi hija Ana, un rápido viaje hasta Labuerda para dejar listo el envío de los ejemplares que el servicio de correos llevará a diferentes puntos de la geografía peninsular y al extranjero. Estoy satisfecho de este número 102, que sale con 48 páginas, más una reproducción fotográfica ampliada como regalo para quienes pagan la suscripción anual. La foto es una panorámica de Labuerda, probablemente de la primera o segunda década del siglo XX (todavía no se había construido la Casa-Escuela). En realidad, originalmente, es una postal que realizó, según se escribe en ella, un fotógrafo de Boltaña: "M. Arribas".
Por lo que respecta a la revista, Mª Victoria Trigo escribe sobrer Ordesa; Jesús Cardiel, sobre la Botica de Castejón de Sobrarbe en el siglo XVIII; José Manuel Abad, sobre Recuerdos de infancia; Mª José Fuster (desde Bruselas), sobre Pedro Falceto Solans, uno de nuestros antepasados; Pedro Ayuso, sobre la ruta "Labuerda-San Vicente-L´Aínsa"; Gonzalo del Campo expresa sus reflexiones literarias en cuatro textos que titula: "Tardes de año nuevo"; José Antonio de Juan nos enseña su colección de libros antiguos de la mano de Pilar Buil; José Luis Tordesillas recupera el significado de las felicitaciones navideñas y Pepe López Sierra nos regala una emocionada felicitación; Irene Abad nos ilustra sobre las mujeres de Sobrarbe que sufrieron la represión del franquismo; José Luis Ara, sobre las carreras pedestres; Ramón Azón publica la segunda parte del artículo sobre plantas medicinales; Luis Buisán nos cuenta la historia de una guitarra, desarrolla un artículo que titula "Casualidad y coincidencias" y escribe algunas coplas/jotas con letras alternativas a las tradicionales; Joaquín Pérez trae noticias de las hogueras de San Antón en Escanilla; Emilio Lanau nos acerca un noticiario relacionado con el Ayuntamiento de Labuerda y luego se habla de El Gurrión en Salas Altas, de la Gala de los Altoaragoneses del año 2005, de la celebración de la fiesta de San Sebastián en Labuerda, de las Noticias de amigos y suscriptores, de la galería de lectoras y lectores... Bueno, creo que el menú es surtido y sabroso, apunta directamente a la inteligencia y al corazón y está esperando vuestra sensibilidad y vuestro compromiso con la lectura.
EL GURRION es algo más que una revista. Yo creo que es ya un sentimiento que implica cierto compromiso con lo alternativo; es una aventura colectiva y es una gozada poder reunir a tantos amigos y amigas bajo el tenue manto de las letras. El próximo número saldrá en mayo, cuando los campos se vistan de colores y el corazón de esperanza. Allí nos veremos.
Andábamos estos días a vueltas con el disfraz de carnaval y nos fijamos en el agua y en el tratamiento que el habla popular, la sabiduría tradicional, ha dado al líquido elemento. Cada niño, cada niña de la clase lleva en la parte delantera de la bolsa de basura del disfraz una gota de agua con un breve texto en el interior: refrán o frase hecha. Pasamos un buen rato leyéndolas y explicándolas todas. Ésta es la lista:
- No nos damos cuenta del valor del agua hasta que se seca el pozo.- No insultes a un cocodrilo mientras tus pies están en el agua.
- La vida es como el agua en una piragua: va de un lado a otro.- Agua corriente, no mata a la gente.
- Agua que no has de beber, déjala correr.- En abril, aguas mil.
- Las aguas de abril caben en un candil.- Agua de mayo, pan para todo el año.
- Agua de San Juan, quita vino y no da pan.- Agua del cielo, no quita riego.
- Agua fría y pan caliente, mata a la gente.- Agua pasada no mueve molino.
- Cuando el río suena, agua lleva.- Nadie debe decir, de este agua no beberé.
- Ahogarse en un vaso de agua.- Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
- Está más claro que el agua.- Estar con el agua al cuello.
- Hacerse la boca agua.- Son como dos gotas de agua.
- Bajar las aguas revueltas.Aquí queda esta colección, que podemos ir ampliando a medida que encontremos o escuchemos nuevas aportaciones.
Para terminar, debo agradecer las atenciones y el interés mostrado, así como el esfuerzo realizado por todas las personas asistentes, especialmente al grupo de maestras del colegio San Sebastián de Archidona que hace ya dos años se tomaron la experiencia de “La maleta familiar” como “un asunto personal”, la pusieron en funcionamiento con gran entusiasmo y la difunden allí donde van y pueden.
Termino -contradiciendo la sabiduría popular- diciendo que en esta ocasión “segundas partes también fueron buenas”; lo que ya no sé es si se cumplirá otro proverbio que dice que “no hay dos sin tres”. Cualquier excusa será válida y buena para regresar a esa tierra malacitana: a la Antikaria pre-romana, hoy transmutada en una floreciente Antequera.
Plantilla basada en http://blogtemplates.noipo.org/
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