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Se muestran los artículos pertenecientes a Octubre de 2013.

Recopilación de folklore oral, durante el curso 2012-2013 (I)

Las buenas intenciones no siempre se pueden llevar a la práctica en el tiempo que convendría. Me pasó el curso pasado con un trabajito que hicimos sobre folklore oral. Introduje la cuestión, ayudado de recopilaciones anteriores (realizadas en el colegio o en mi clase) y de materiales más elaborados (libros de Ana Pelegrín o de Carmen Bravo Villasante, por ejemplo). Los chavales de clase anotaron en las hojas de las encuestas lo que recordaban en su casa: madre, abuela, padre… Recogí las hojas con el propósito de elaborar un libro desplegable (al uso de los libros libres que solemos editar en el aula) y también de trabajar un poco con ese material. Cumplimos con este segundo objetivo y algo de ello se puede ver en el siguiente enlace de La Cadiera de Macoca (http://macoca.org/folklore-oral-como-punto-de) pero quedó sin hacer el primero.

Pasan con rapidez las cosas y el tiempo, una faena lleva a otra; lo vas dejando y se acaba el curso sin haber podido encontrar motivación y tiempo para plasmar las aportaciones de los chicos en un post para alguno de los blogs. Y han sido estos pasados días de septiembre cuando me he reencontrado con los materiales y he realizado esta selección que pongo a disposición de quien la quiera consultar y copiar… Esta realizada en el Colegio Público Miguel Servet de Fraga, con aportaciones de Iván, Alba, Marc, Paula, Mónica, Rocío, Ana, Gerard, Yolanda, Eva, Sanae y corresponde a un trabajo del curso 2012-2013, cuando estos chicos y chicas cursaban 6º de Primaria. Son canciones de dedos y manos, nanas, formulillas para elegir, canciones de comba, canciones de goma, etc.

  Duérmete niña,

duérmete ya,

que vendrá el coco

y te comerá.

 .......................

 En la calle-lle

veinticuatro-tro

ha ocurrido-do

un asesinato-to.

Una vieja-ja

mató un gato-to

con la punta-ta

del zapato-to.

¡Pobre vieja-ja

pobre gato-to

pobre punta-ta

del zapato-to!

 ..............................

 Debajo del puente

hay una serpiente

con ojos de cristal

para ir al hospital.

¿Quiere usted salir?

Sí / No

 ...................................

 Cinco lobitos

tiene la loba;

blancos y negros,

detrás de la escoba.

Cinco tenía,

cinco cuidaba

y a todos juntos,

tetita les daba.

 ...........................

 Soy la reina de los mares.

Señores, lo van a ver:

tiro mi pañuelo al suelo

y lo vuelvo a recoger.

¡Pañuelito, pañuelito!

¡Quién te pudiera tener

guardadito en el bolsillo

como un pliego de papel!

Que una,

que dos

y que tres.

¡Qué salga la niña que va a perder!

 .............................................

 Al pasar la barca

me dijo el barquero

que las chicas guapas

no pagan dinero.

Yo no soy bonita

ni lo quiero ser.

¡Arriba la barca,

una, dos y tres!

 .....................

 Al pasar la barca

me dijo el barquero:

-Las niñas bonitas

no pagan dinero.

-Yo no soy bonita

ni lo quiero ser.

Al pasar la barca,

una, dos y tres.

Al volver la barca

me volvió a decir:

-Las niñas bonitas

no pagan aquí.

-Yo no soy bonita

ni lo quiero ser.

Al volver la barca,

una, dos y tres.

 ..........................

 Amarillo.

Yo conocí a un profesor

que de mates

me puso un dos;

de inglés

me puso un tres

y de lengua

me suspendió.

Amarillo

se puso mi papá

cuando le enseñé

las notas de este mes.

colorada también me puse yo

cuando me enseñó

su nuevo cinturón.

Me pegó, me castigó,

me tiró por el balcón;

menos mal, que había un colchón,

ésa fue mi salvación.

 .......................................

 Esta por esta, San Juan de la cresta.

Me ha dicho mi madre que coja ésta.

 ………………

 Una, dola, tela, catola,

quila, quilete

estaba la reina en su gabinete.

Vino Gil,

apagó el candil.

Candil, candilón,

cuenta las veinte

que las veinte son:

una, dos, tres…. veinte.

Justicia y ladrón.

 .............................

 Pinto, pinto, gorgorito

saca las cabras del veinticinco.

¿En qué lugar?

En Portugal

¿En qué calleja?

La Moraleja.

Saca la mano que viene la vieja.

 .............................

 Pinto, pinto, gorgorito

saca la vaca del veinticinco.

Tengo un buey que sabe arar

y un borrico que va a la era.

¡Pim, pam, pum, fuera!

 …………………………

 A la una, pirula.

Cabeza de mula

que tiene la (nombre)

 

Una y dos,

que viene Don Ramón,

con el escobón.

- Coge los libros,

vete a la escuela.

- Madre, no quiero

porque el maestro me pega.

Tiene razón

porque no te sabes la lección.

Lección una, dos, tres,….

 

Una, dos y tres,

pluma, tintero y papel;

para escribirle una carta

a mi querido Miguel,

que se ha marchado a la guerra

y no lo he vuelto a ver.

 ......................................

 Miliquituli que matuli la potingue

Hastalamatica política chifláutica;

Miliquituli que matuli la potingue

Menuda repotingue que tiene mala gaita ta ta.

 .......................................

 Viva la media naranja,

viva la naranja entera.

Vivan los guardiaciviles

que van por la carretera.

Ferrocarril, camino llano,

por el vapor se va mi hermano.

Se va mi hermano,

se va mi amor,

se va la vida que adoro yo,

que adoro yo.

El hueso de la aceituna,

de la aceituna, un tintero;

del tintero, una pluma,

de la pluma un palillero.

 ..................................

 Al cocherito, leré,

me dijo anoche, leré,

que si quería, leré,

montar en coche, leré.

Y yo le dije, leré,

con gran salero, leré;

no quiero coche, leré,

que me mareo, leré.

 ...........................

 El nombre de María

que cinco letras tiene:

la M, la A, la R, La I, la A:

¡M A R Í A!

01/10/2013 23:05 gurrion #. sin tema Hay 2 comentarios.

Sorpresas que provocan los libros y las bibliotecas...

1. Debo confesar, ya de entrada, que nunca había pensado en tener un bolso rojo; pero mira por donde, este pasado mes de septiembre comenzó a llegarme uno por capítulos…

 Ya estoy viendo el rictus de tu cara, como no entendiendo nada… “¿Un bolso rojo por capítulos?, ¿qué dice este tío?

Pues sí. Un día de septiembre, como decía, recibí en mi buzón una postal diferente de las que se suelen recibir habitualmente (aunque de tiempo en tiempo). La ilustración de la “cara A” estaba incompleta y por la “cara B” solo estaba escrita, con letra de avezada amanuense, la dirección de mi casa. A la izquierda de la misma había un texto impreso que comenzaba así: “Carlota colecciona cachivaches. ¿Y qué son los cachivaches?, pues todas aquellas cosas que los mayores consideran que no sirven para nada y que sin embargo los niños encuentran muuuuy útiles…”

 La letra con la que se había escrito la dirección postal, era bien conocida por mí y rápidamente adiviné quién era la que había tenido la sugerente idea de mostrarme una nueva forma de contar un cuento…

La postal, además, incorporaba en la parte inferior un código numérico (1/8); lo que me hizo pensar que aquella tarjeta era la octava parte de una ilustración grande y la octava parte de un relato… Cada día que llegaba una postal, la subía a clase, leía el dorso y la colgaba en la cartelera del aula para ir formando el puzzle de la ilustración. Los chicos y chicas de clase me preguntaban cada día si había llegado una nueva… Por fin, el día 14 de octubre recogí un sobre marrón certificado en correos. Dentro había una cajita con la postal que reproducía la ilustración completa que, en nuestra clase, habíamos ido completando a medida que íbamos recibiendo las tarjetas postales, junto con un libro de Ana María Matute. En la postal, unas palabras sabias: “... Sabed que todo se parece, pero que la originalidad estriba en hacer con alma lo que pensamos...”

 Y el mismo día, al bajar del colegio, tras la sesión de la tarde, recogí en el buzón la postal (8/8). El martes, antes de iniciar las clases, completé el puzzle y procedí a leer el cuento entero. Lo leí dos veces para facilitar la comprensión o para aumentar el efecto emotivo que pudiera tener el final de la pequeña historia. Después de comentar algunas palabras y echarnos unas risas tratando de pronunciar el nombre de dos de las cosas sorprendentes que encontraron Carlota y su hermana Ana, dentro de “El bolso rojo”: un afracalitríntico odintocálico y un esperticofláutico empedritonado, les pedí que escribieran un poco, contando la aventurilla…

 Dice Ana: “Cuando hemos entrado a clase, ya estaba colocada la última pieza del cuento. Nos hemos hecho una foto para enviarla a Rosa (que es el nombre de la profesora que nos ha mandado las postales). El cuento trata de una niña que se llama Carlota que guarda en un bolso rojo un montón de cachivaches…” Candela lo inicia así: “Una amiga de mi profesor nos manda cada semana dos postales de “El bolso rojo”. Hay ocho postales y detrás del texto del cuento hay un puzzle, que ya hemos terminado con la llegada de la última postal…” Y Anass piensa que: “Este cuento es increíble, porque está lleno de imaginación y de misterio. Yo recomendaría este cuento porque no importa la edad; es para adultos y pequeños”.

    El bolso rojo es una idea, escrita e ilustrada por Raquel Díaz Reguera. Forma parte de la colección “Cuentos por correo”, de ediciones TTT. En su página web se puede encontrar más información (por ejemplo, qué cuentos hay disponibles y cómo se pueden adquirir): www.trestigrestristes.com

 En mi caso, la descubridora del original recurso y la que nos ha enviado las tarjetas es mi amiga Rosa Serdio, una auténtica agitadora de las letras: lectura, poesía, promoción de ambas cosas, presentaciones de libros, entusiasta de las bibliotecas… Siempre está “felizmente conspirando” con esos asuntos y nos hace partícipes a los demás de sus descubrimientos y delirios... ¡Pues que sepa que igual nos “apropiamos” de la idea y generamos un pequeño universo de lecturas por tarjetas postales! ¡Sería la bomba!

 

2. COSAS QUE PASAN… PERO COMO DICEN QUE LAS CASUALIDADES NO EXISTEN, PUES A VER QUIÉN ME LO EXPLICA…

 Jueves 17 de octubre, a la hora del recreo. Abro la biblioteca, como hago todos los martes y jueves lectivos. A los diez minutos, hay quince chicos y chicas leyendo, terminando trabajos, charlando… He recogido un par de libros que me han devuelto y prestado otros dos… Me dirijo a la sección “PRF”, con más de dos centenares de documentos y cojo al azar un dossier de noticias relacionadas con la lectura, los libros y las bibliotecas y me pongo a leer.

  Durante muchos años, he ido realizando esta recolección de artículos o noticias que hablaban de esos temas, los he ido colgando en las carteleras o los he colocado, encuadernados “en fascículos”, en los expositores de la sala del profesorado o de la biblioteca… Me fijo en la portada del dossier y veo que corresponde al curso 2003-2004. Voy leyendo y copio algunos titulares: “Nélida Piñon reivindica la lectura para no ser manipulados”. “Alberto Manguel vindica el futuro del libro, la lectura y las bibliotecas”. “Millás revoluciona a editores y bibliotecarios” (y les dice para terminar su charla: “Lean mucho, por favor, aunque no me lean a mí”). Entrevista con Mario Benedetti: “Los otros géneros son de ficción. La poesía, no”: (Quisiera conocerme y conocerte / y calmar esta sed entre tus labios / olvidarme de todos los resabios / y jugar sin el miedo de perderte…) “La maleza acecha la casa del poeta Vicente Aleixandre”. “El mago Potter sembró la Concordia. El Premio Príncipe de Asturias reconoce la obra de J.K.Rowling por ser vínculo de unión entre generaciones”. “Barcelona dedicará un año temático al libro y la lectura en 2005”.

 Sigo avanzando, pasando páginas: aparecen Antonio Skármeta y Susana Fortes, ganador y finalista del Planeta de ese año 2003; aparece el escritor libanés, Amin Maalouf porque los editores de Madrid premiaron su labor de desarrollo del libro y de fomento de la lectura; Mariasun Landa gana el Premio Nacional de Literatura Juvenil con una obra en euskera; “La ciudad y los perros”, cumple cuarenta años…

  Algunas de las páginas de este dossier son de tamaño DINA-3 y están dobladas, como la que contiene el adiós definitivo a Vázquez Montalbán (del que estos días se celebra ya el décimo aniversario) o la siguiente que habla de que la edición en España sigue subiendo, por una cara, y de “Liberadores de libros” o bookcrossing, por la otra… Al pasar otra página doble, me encuentro con un título familiar y caigo en cuenta de que la última que he nombrado sobre edición y bookcrossing la puse dos veces, está repetida… La arranco del dossier, la coloco en una bolsa de papel que me he bajado de clase y, cuando toca el timbre señalando el final del recreo, me la subo de nuevo a mi aula.

 A las 12:45 tenemos reunión del Seminario de Biblioteca y Literatura Infantil del colegio. Reparto a las personas asistentes algunos documentos de lectura: un fragmento del relato “Noche”, de la recién elegida Premio Nobel de Literatura, Alice Munro; un artículo titulado “Cuentos crueles para niños sanos” de B. Ventura; el Pregón de Laura Gallego para el Día de la Biblioteca y también el documento-compromiso o Plan de trabajo para este curso, que se incluirá en la Programación Anual del Centro.

 Y, en estas estábamos, cuando una de las presentes interviene oralmente en la reunión porque acaba de venirle a la mente algo que no sabe cuándo le contaron o lo vio o lo escuchó… Se refiere a que algunas personas dejan un libro abandonado en un local o en un banco y otros se lo encuentran y… Mientras la compañera trata de poner en orden sus recuerdos, yo meto la mano en la bolsa de papel, saco el DINA-3 doblado que he arrancado hace una hora de un dossier y se lo dejo encima de la mesa… Hay un momento de estupefacción, de risas, de qué cosas pasan, no me digas que el artículo habla de eso… de las casualidades, de no es posible, de que las casualidades no existen, etc. Pero el caso es que yo hoy he elegido de entre los más de seis mil documentos que guarda la biblioteca, un dossier de noticias para leer a la hora del recreo y dentro de ese dossier había una hoja repetida; la he arrancado; me la he subido a clase dentro de una bolsa; estábamos hablando de temas que nada tenían que ver en absoluto con la “liberación de libros” y una de las personas presentes se ha puesto a recordar algo que había oído una vez sobre ese tema… Y ya me callo, porque, en estos casos, nunca sé qué decir.

18/10/2013 22:35 gurrion #. sin tema Hay 2 comentarios.

De cunas y nubes

Con este título: “De la cuna a la nube. Un itinerario lector que involucra a la familia”, se ha celebrado en Casa del Lector (antiguo Matadero de Madrid) un Seminario que comenzó el viernes 25 de octubre por la tarde y continuó hasta las 19:30 horas del sábado, 26 de octubre. En los enlaces siguientes, hay más información:

 http://casalector.fundaciongsr.com/story.php?id=762 

 http://servetbiblio.blogspot.com.es/2013/10/hemos-vuelto-de-madrid.html

 Como Coordinador del Seminario, conté con la ayuda de un experto en estas lides, como es mi amigo Kepa Osoro, estimulador de cerebros y provocador necesario con sus planteamientos y reflexiones. Participaron también, Teresa Corchete, con quien había compartido mesa en uno de los simposios que organizaba Felicidad Orquín; dos madres del colegio que colaboran con la biblioteca escolar desde hace 11 años: Nati Ibarz y Mari Carmen Díaz, dos madres que llevan diez años colaborando activamente con la biblioteca escolar del CEIP Miguel Servet, y el gran Antonio Basanta, un hombre con una energía y un modo de entrelazar palabras y conceptos que nos dejó profundamente cautivados: lo más parecido a un sabio.

 Para el documento de convocatoria de este evento formativo, escribí una breve presentación y para la finalización del Seminario, un texto de cierre. He querido recuperarlos para conformar esta nueva entrada en el blog.

  

 Presentación

 Parece razonable pensar que el núcleo familiar es el espacio adecuado para iniciar la construcción de un lector, ya desde la primera infancia. Sobre todo, teniendo en cuenta que es en ese tramo de edad cuando puede comenzar y asentarse la educación de los sentidos y de los sentimientos.

 De la misma manera, podemos considerar que es el momento adecuado para degustar la oralidad, aportadora de ritmo, afecto, complicidad…, y los primeros libros. Es tiempo de escuchar las palabras que arrullan, que duermen, que sanan; de ver, leer e interpretar las imágenes que proyectan sueños, que construyen historias.

 No podemos pasar por alto el hecho de que el estatus de padre o de madre ha ido cambiando con el tiempo, que atendemos a una notable variedad de familias, con una notable diversidad de compromisos ante las necesidades de las criaturas. La escuela ha asumido algunas de las funciones educativas a las que han renunciado los padres y las abuelas y los abuelos, suplen en muchas ocasiones a sus hijos y se ven obligados a desempeñar un papel que ya no debería corresponderles. Todo está cambiando.

A los padres, no obstante, podemos considerarlos como mediadores importantes en la aproximación de niños y niñas a la lectura, al conocimiento y la cultura y es necesario pensar en su formación o en desarrollar programas que los capaciten para realizar esa labor con algo más de eficacia; que sepan cómo seleccionar lecturas, qué recursos analógicos o digitales les pueden ayudar, qué programas bibliotecarios les permiten participar con mayor intensidad…

 Las bibliotecas escolares y las bibliotecas públicas son espacios de uso colectivo; recintos de acciones complementarias en los que las familias pueden participar: colaborando activamente y usando sus recursos, en el caso de las primeras y participando plenamente como lectores, aprovechando al máximo todos los programas que sean capaces de generar con esas intenciones, en el caso de las segundas. En general y en todos los casos creando una necesidad social de funcionamiento de las mismas y generando vías de participación y de reivindicación de servicios.

 Y a los viejos soportes –los libros- donde se ha venido codificando la ficción, la información, el conocimiento…, hay que unir las nuevas tecnologías que han dispuesto un panorama cambiante e incierto. Los soportes electrónicos de lectura y escritura van avanzando inexorablemente y forman parte de nuestras vidas. Convivimos con unos y otros, ¿con naturalidad?, pero ¿cómo se percibe toda esta revolución desde la librería?, desde ese establecimiento próximo al que acudimos a hojear novedades, a comprar nuevos títulos, a encargar futuras adquisiciones, a pedir asesoramiento o recomendaciones…

De todo ello se pretende hablar, contar y reflexionar en las jornadas que se organizan con ese fin.

 

(Tras el desarrollo, creemos que muy satisfactorio, del programa del Seminario y, como despedida del mismo, por parte del Coordinador, leí en voz alta estas reflexiones, a medio camino entre el humor y la vida)

 

De la cuna a la nube. Despedida

 En mi pueblo, la interpretación de las nubes y los nublados corría a cargo de los mayores. Salían a la Plaza o a la calle, pronto por la mañana, y con una mirada rápida y las manos en los bolsillos afirmaban categóricamente que aquellas nubes que venían por el norte solo traerían aire, pero las que asomaban por encima de la sierra de San Vicente eran señales de que se avecinaba agua segura… Algunas veces, acertaban en el pronóstico. Más tarde, cuando la televisión en blanco y negro llegó a nuestras casas y a nuestras vidas, el intérprete de todo lo anterior era “El hombre del tiempo” quien, por su parte, anunciaba qué zonas se verían afectadas por nubes de evolución y borrascas amenazadoras…

  Hubo un tiempo en el que los niños pequeños, recién bajados de la cuna, miraban con fascinación las nubes. Veían cómo éstas se desplazaban por el firmamento a diferente velocidad, dependiendo de aquella con la que el viento soplaba. Su fascinación tenía que ver también con las formas reconocidas que las nubes iban adoptando en su deambular caprichoso… Hoy, todavía se pueden practicar esos juegos de reconocimiento del agua condensada por encima de nosotros… Cuando eran un poco más mayores y acudían a la escuela, las nubes eran un refugio temporal para quienes no entendían la explicación del profesor o preferían desconectar de los asuntos tratados en ese momento. Eran el maestro o la maestra quienes le recordaban al pequeño ciudadano “que bajara de la nube” (en singular o en plural)… Ahora, en cambio, lo que se nos pide es que subamos a la nube y que nos quedemos allí para siempre.

 La distancia de la cuna a la nube cada día se acorta un poco más. Los artilugios que los fabricantes ponen en nuestras manos, relacionados con las tecnologías de la comunicación y de la información, son muchos y enormemente variados; de modo que tenemos a nuestro alcance, un amplio abanico de posibilidades de practicar o de desarrollar estrategias de trabajo, de comunicación, de información, de construcción... Y, ya desde la más tierna infancia, los nuevos seres están en contacto con un muestrario enorme de aparatos  que pueblan nuestro hogares y que, supuestamente, harán nuestra vida más cómoda, fácil, sostenible, rápida, descansada, globalizada...

 Hoy, es una necesidad ineludible trabajar en la nube tecnológica que proporciona Internet... Por tanto, es conveniente subir a la nube con frecuencia, pero no quedarse allí demasiado tiempo. La vida sigue a ras de suelo y es ésa la que debemos cuidar porque es la que nos regala sensaciones y experiencias cálidas y emotivas; también la que nos curte con momentos dolorosos y ausencias definitivas. El destino, o quien sea, va jalonando nuestra vida, que al ser algo en continua evolución, nos coloca frecuentemente en situaciones insospechadas. La nube tecnológica y las nubes meteorológicas es muy probable que no tengan casi nada en común (o puede que sí, no lo he reflexionado), pero al margen de todo ello, cuando regresamos del trabajo diario, cuando hemos cerrado la ventana por donde hemos estado asomados toda una jornada laboral,  todavía debe emocionarnos una conversación, un abrazo, una mirada, un apretón de manos, una narración, una lectura, la contemplación de un paisaje, la visión de unas arrugas que certifican una vida de experiencia y trabajo... Está bien que subamos nuestras cosas a la nube, pero que bajemos de allí en cuanto podamos para seguir viviendo....

 Por lo demás, espero que lo que hemos compartido estos dos días en este espacio físico privilegiado, como es Casa del Lector, os haga buen provecho.  Si habéis podido apropiaros de alguna o de varias ideas; si habéis notado que crecía vuestro ánimo al ver cómo otros superaban algunas incertidumbres; si notáis que os vais con más energía para insuflársela al funcionamiento de la biblioteca escolar y que se han despejado algunas incógnitas que teníais enquistadas en vuestros horizontes particulares, creo que habrá valido sobradamente la pena habernos encontrado. La dichosa nube, por otra parte, nos permitirá seguir conectados si ese es el deseo.

 Gracias por vuestra asistencia y en nombre de quienes hemos participado en el desarrollo del Seminario, suerte, salud y buenas lecturas.

29/10/2013 16:26 gurrion #. sin tema Hay 2 comentarios.


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