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EL GURRIÓN 121 VUELA LIBRE

Cada cierto tiempo, no puedo resistir la tentación de escribir sobre EL GURRIÓN. Su aparición trimestral, dilata suficientemente el tiempo de escritura y no hay miedo de repetirse. Esta vez, la justificación es de mayor calado, porque en noviembre de 1980 apareció el número 0 de la publicación: apenas una docena de páginas grapadas y regularmente impresas en multicopistas prestadas. Hace por tanto treinta años de aquella iniciativa. Y, claro, no es frecuente celebrar el treinta aniversario de empresas de estas características.

El caso es que, el pasado 18 de noviembre, recogimos la revista en la imprenta de Fraga. Durante el fin de semana procedimos al “embolse” de los suscriptores y el lunes, día 22 por la tarde ya muy oscura, el recadero recogió las cuatro cajas llenas de sobres con “gurriones enjaulados”. El martes, miércoles y jueves fue llegando el “pajarito” a los domicilios de suscriptoras y suscriptores y empecé a recibir comunicados de agradecimiento y felicitación: Debo decir que estos comunicados escritos a mano, por correo electrónico e incluso por teléfono constituyen la ración vitamínica adecuada para poder seguir empujando este empeño.

Por teléfono han ido llegando las palabras cariñosas de Kepa desde Tres Cantos; de Rosa desde Oviedo; de Julián desde Madrid; de Manolo desde Huesca; de Sebastián desde Lleida; de José Manuel desde Huesca… Por correo electrónico han enviado felicitaciones: Víctor y Pepe desde Zaragoza; Blanca desde Euskadi; Ángel desde Huesca; Antonio desde L´Aínsa; Carmen desde Zaragoza; Sacra desde Badajoz; Víctoria desde Zaragoza… Por poner algunos ejemplos de personas que, nada más recibir la revista con 56 páginas, se han apresurado a  aportar una pequeña dosis de energía a quienes coordinamos el invento.

 Y es que el número es y será especial por varias razones: por ser capicúa (121); por recoger muchas palabras dedicadas a José Antonio Labordeta, fatalmente desaparecido; por salir con 56 páginas (el segundo número más gordo, después del número 100 que se publicó con 60 páginas); por poder celebrar con él, el 30 aniversario de su nacimiento; porque algunas de las personas que escriben en él lo hacen por primera vez; por recoger las aportaciones de una amplia nómina de personas colaboradoras, sin las que la empresa tendría menos o ningún interés, personas que quiero nombrar a continuación:

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Victoria Trigo – Luis Buisán – José Luis Ara – Paco Sierra – Jesús Castiella – Ramón Azón – Antonio Chéliz – Anny Anselín – Luc Vanhercke – Rosa Pardina – Ramón Bosch – Ana Coronas – Sandra Sesé – José Antonio Castillón – Carmen I. García – José Boyra – Montse Estruch – Rosa Piquín – José Luis, Evaristo, Mari Carmen, Mamen, Ana, Candelas, Anita, Guillermo - Susana Aliaga – Humberto Calvo – José María Lafuerza – Julián Olivera – Javier Milla – Esteban Trigo – Enrique Gómez – Vicente Lafarga – Jaime del Olmo – Felipe Díaz – Dulce Orst – Rufino Plana – Juan Carlos del Moral – Ángel Garcés – José María Morales – José Antonio de Juan – Pilar Buil

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 En definitiva, El número 121 de El Gorrión está ya en los domicilios de todos los suscriptores; en la librería donde lo vendemos y en la página web donde puede consultarse íntegramente desde el número 100: http://www.elgurrion.com. Lo cierto es que para cuadrarlo, no han aparecido algunas secciones habituales, como “Curiosidades con gorriones”, “Rincones con magia”; “Libros de Sobrarbe”… y algunos artículos se han guardado para el número 122. Ha habido problemas de espacio, sin duda. Eso siempre es mejor que no poder sacarlo porque faltasen colaboraciones.

 Cuando retiramos de la imprenta y “ensobramos” un número, me olvido del mismo y empiezo a preparar el siguiente. Normalmente me regodeo poco con el número recién publicado… Es más adelante, cuando suelo coger un volumen encuadernado y pasarme un par de horas leyendo artículos de hace cinco, diez, doce, veinte años, recordando de cada uno, no sólo su contenido, sino las circunstancias en las que me llegó o de dónde saqué la ilustración que lo acompaña o los comentarios que me hizo alguna persona después de leerlo en su día… Debo confesar que alguna de esas lecturas me coloca delante de un texto que no recordaba haberlo leído… Y es que la memoria va fallando poco a poco.

Y para no alargarnos más con disquisiciones varias, coloco a continuación la presentación que escribí para este número especial y que llevaba por título:

 TREINTA AÑOS “gurrioneando”

 Que el tiempo pasa a gran velocidad es algo de todos sabido y resulta una frase muy manida. No por ello, dejamos de pronunciarla y utilizarla con frecuencia.

Resulta que en noviembre de 1980 poníamos a volar, medio en serio, medio en broma, un primer “gurrión”, sin pensar siquiera si sería para un único vuelo o si lograríamos que realizara una docena, cinco decenas, un centenar o algunos más…antes de estrellarse. Estas modestas empresas culturales nunca pierden su enorme fragilidad y resulta complicado aventurar su desarrollo, su consolidación y su supervivencia.

Quienes hemos trabajado desde el inicio o quienes ya llevan ayudando un buen número de años en este tipo de “empresas”, somos quienes mejor conocemos y entendemos el trabajo y la constancia que supone mantenerlas… Porque en treinta años suelen pasar muchas cosas en todos los ámbitos: personales, sociales, políticos, culturales, locales, comarcales, regionales y nacionales… y EL GURRIÓN ha seguido saliendo en todo ese tiempo, puntualmente, cuando le tocaba; es decir, en febrero, en mayo, en agosto y en noviembre de cada año.

 Es natural que, sin estridencias, de las que somos declarados enemigos, nombremos esta efeméride en esta presentación y aprovechemos, como hemos hecho en otras ocasiones, para recordar a quienes colaboraron con entusiasmo un tiempo y nos los arrebató la vida; a quienes se fueron voluntariamente porque les abandonó el ánimo necesario; a quienes encontraron mejores plataformas para continuar; a quienes decidieron silenciarse temporalmente y convertirse en lectores de lo que cuentan los demás; a lectoras y lectores que nos animan constantemente; a quienes abandonaron el pájaro y el nido porque a partir de un momento determinado dejó de interesarles esta aventura; a quienes nos animan con su inquebrantable fidelidad desde el principio y a quienes se van incorporando, número a número, para echar una mano, cautivados por la singularidad de la empresa… No prometemos nada, pero seguimos pensando que todo este trabajo tiene sentido y que esta posibilidad doble de lectura: lectura en papel o lectura electrónica en la web, es una aportación que debemos mantener. Ese es nuestro deseo, siempre que sintamos que hay un eco fértil que prolonga los efectos y los afectos.

 Esta fecha redonda: “30 años gurrionenado” la vamos a celebrar compartiendo un regalo que tiene un enorme valor: poner a disposición del público los índices de todos los números publicados para poder localizar la información de una manera sencilla y rápida. El regalo nos lo han hecho nuestros amigos belgas Luc Vanhercke y Anny Anselin (colaboradores en estas páginas) a quienes agradecemos enormemente el tremendo esfuerzo que les ha supuesto realizarlos. En el interior de la revista se explica cómo funcionan y, esperamos que en muy poco tiempo estén disponibles en la web de El Gurrión.

 Y no podríamos terminar esta presentación sin recordar a José Antonio Labordeta, amigo de Labuerda, amigo de El Gurrión; amigo de mucha gente. Hombre de personalidad poliédrica, querido y admirado en toda la geografía del país. Su evidente y conocido polifacetismo: profesor, escritor, poeta, cantautor, político, hombre especialmente seducido por los medios: la prensa (Andalán), la televisión (Un país en la mochila) y la radio (tertuliano) le permitió llegar al corazón de muchas personas y ser reconocido como un hombre cabal, leal y solidario. En varias páginas de este número se habla de él y se le recuerda con emoción. Labordeta era una de esas personas consideradas ya como “patrimonio colectivo” y su desaparición nos ha dejado un poco más huérfanos, aunque su vida y su actitud ética nos dejan y nos señalan caminos por andar.

Un saludo otoñal para todos y todas, hasta que volvamos a encontrarnos.

 Como hago habitualmente en la revista, también desde aquí, invito a lectoras y lectores a participar en la confección de El Gurrión. Hay suficientes secciones como para que puedas elegir y siempre cabe la posibilidad de crear una nueva para albergar tu reflexión o tu trabajo. De modo que si te animas, aquí tienes un espacio de encuentro colectivo, un pequeño territorio literario y cultural en el que vamos descubriendo, desbrozando o construyendo nuevas sendas.

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P.D.: Al final del texto que aparecerá ante ti, al abrir el enlace que te propongo, verás también los pdfs de unos cuantos números de la revista: http://macoca.org/el-gurrion-representa-muy-bien-el Puedes abrirlos con facilidad y acceder a ellos, sin problemas y gratuitamente. Dentro de poco tiempo, esperamos poder colocar los documentos sobre índices que Anny y Luc han estado preparando para que puedas localizar fácilmente los artículos, las autoras y autores que han hecho posible este largo camino cultural y literario.

2 comentarios

Mariano -

Buenas tardes, querida Silvia: me alegro que, al fin, puedas acceder al pdf de la revista y puedas leer el reciente último número de EL GURRIÓN. Cuando te escribo esto, sabiendo que estamos separados por tantos miles de kilómetros, y sabiendo que en cambio podemos establecer esta comunicación instantánea, siempre me entra un cosquilleo de incredulidad y a la vez de magia. Ojalá pases un rato agradable. Un abrazo, casi “decembrino”.

Silvia Luz -

Hola Mariano! Bueno al fin el enlace ha cruzado el charco y estoy en proceso de bajarlo a mi PC e imprimir algunos artículos para leerlos tranquila, ya que cada vez me cuesta más leer textos en el monitor, (con los lentes viejos veía mejor)
Ya te mandaré mis comentarios, por ahora van las felicitaciones por este número especial y mis cariños de siempre.