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LAS PEQUEÑAS Y SORPRENDENTES COSAS DEL DÍA A DÍA…

Una de las cosas más sorprendentes de la vida es lo que nos depara la vida misma por sorpresa. ¡Jo, diréis, qué listo, afirmar que lo sorprendente es la sorpresa…! Quiero decir que, además de lo que uno tiene más o menos planificado, la vida se mueve alrededor y te convoca, te sorprende, te reclama, te ofrece, te lleva y te trae, te orienta y te desorienta, te junta o te separa…

 

Como las imágenes de nevadas siguen siendo frecuentes en los informativos y hasta en la prensa, vuelven a mi retina y a mis oídos las imágenes y las palabras de Lorenzo Ortas, montañero aragonés que estuvo dando una charla en Labuerda el pasado 3 de enero. Lorenzo participó en diversas expediciones al Himalaya y las imágenes proyectadas mostraban glaciares y campos de nieve de espectaculares grosores. No llegó a la cima, pero estuvo en la cordada aragonesa que sí la hizo en 1991 en el Everest y tampoco pudo llegar a lo alto del K-2 (“la montaña asesina”, como se le denomina o “La montaña sin retorno”, título del libro que cuenta esa peripecia dramática), cuando otro grupo de alpinistas amigos si llegaron pagando con su vida (1995). Una vida sembrada de logros colectivos, de aventuras en grupo, de amistades fraguadas en las dificultades y de dolorosas ausencias. ¿Qué te atrae, qué os atrae de la montaña para arriesgar la vida en cada ascensión?: “La posibilidad que tienes de que tus sueños se hagan realidad, se cumplan”, contestó Lorenzo. Siempre que veo un documental, escucho una conferencia, leo una crónica de alpinismo, contengo la respiración y me quedo asombrado ante tanto esfuerzo, tantas penalidades, tanto riesgo…

 

Una de las faenas que me encarga mi amiga Marta (revista “Educación y Biblioteca”) es la lectura y reseña de libros que le envían a la redacción. Suele dejar a mi albedrío cuándo leerlo y cuándo escribir la reseña; luego ella lo publica en el número que está preparando cuando se la mando o en el siguiente. La verdad es que no deja de ser un trabajo que hay que realizar, pero esa circunstancia también me obliga a echar un vistazo, leer u hojear algunas publicaciones que, de otro modo, no conocería y por las que muy probablemente no me interesaría. Estas fechas pasadas, me ocupé del libro “Guía para bibliotecas escolares”, un volumen de cerca de 400 páginas, en el que colaboran 15 personas aportando, cada cual, una ponencia de un curso-máster sobre el tema. El libro está editado por “A Universidade da Coruña” y, como pasa ya hace tiempo con el tema de las bibliotecas escolares, gran parte de los contenidos del libro ya están escritos y publicados en otras obras de referencia.

 

Y como hablaba de sorpresas, hace pocos días, recibí un libro procedente del Ministerio de Educación de la República de Chile que llegaba por recadero desde el aeropuerto de Sevilla (¿?). El libro lleva por título “Leamos juntos. Orientaciones para fomentar la lectura en familia” (ISBN: 978-956-292-254-8) y lo más sorprendente, fue encontrar en el interior un texto firmado por mí, sin que nadie antes me hubiese invitado a hacerlo o comunicado que iba a ponerlo. Se trata de un texto que escribí en 2004 por encargo de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y que titulé “Escuela y familia. Miradas confluyentes” y que se convirtió en un díptico de la colección “Punto de lectura”. Fue una sorpresa agradable porque, a diferencia de otros casos lamentables, en éste se reconoce y explicita la paternidad del documento y se identifica su procedencia; de modo que me hizo ilusión verme ahí, aunque como la felicidad nunca es completa, al final del libro, cuando habla de los autores, encontré una errata “imperdonable”, ya que hablan de mí como nacido en Fraga y, aunque ya llevo muchos años viviendo aquí, por nada del mundo voy a renunciar a mi condición de “gurrión”, nacido en Labuerda, je, je.

 

La siguiente sorpresa también tiene que ver con los libros. Resulta que la Clínica Universidad de Navarra ha abierto una pequeña línea de publicaciones que “pretende ser un homenaje, a través de sus historias,  a las personas que sufren la enfermedad y que, paradójicamente, sacan gracias a ella lo mejor de sí mismas”. Al ritmo de un librito al año, va publicando, de la mano de prestigiosos escritores esas historias. Esta semana recibí varios ejemplares del número 3 de la colección: “Noticias de la nieve”, de Gustavo Martín Garzo. Los números anteriores fueron escritos por Soledad Puértolas y Juan Manuel de Prada. Amaya Z. es una ex alumna que ahora trabaja en el Departamento de Comunicación de la citada entidad y la que se ocupa de enviarme ejemplares para que los regale a los componentes del Grupo de Lectura del cole.

 

Y también fue una sorpresa muy agradable recibir un sobre con ejemplares del número 51 de “Biblioteca”. Se trata de una preciosa “revista-guía de libros” en color, que edita la Biblioteca Torrente Ballester de Salamanca. Una de sus bibliotecarias y amiga, Isabel S. me había invitado a escribir un texto para la sección “Palabras, libros y lecturas” sobre mi relación con todo ello. Le mandé un escrito titulado “De la carencia de libros a las bibliotecas…” y lo encuentro publicado en las páginas 2 y 3 de la citada revista, con foto y apuntes biográficos del autor y cuatro portadas de otros tantos libros del mismo. Me llevé un alegrón el día que recibí el sobre y le agradecí a Isabel la invitación y el cuidado.

Junto a ese sobre con ejemplares de “Biblioteca” había otra sorpresa en el buzón: otro sobre que venía directamente del Museo Pedagógico de Aragón: un sobre acolchado que guardaba un ejemplar facsímil del libro titulado “Las mujeres de mañana”, escrito por Doña Casilda Manzana de Quintillá (maestra de la Escuela Nacional de niñas de Tolva – Huesca) y publicado en 1927. Víctor Juan, el Director de dicho museo, está construyendo un fondo de publicaciones de interés, rescatando algunas obras que se publicaron en el pasado y que pueden ser muestra evidente de personalidades avanzadas, de maestras y maestros que veían más allá de los tiempos en los que vivían y que dejaron huellas que conviene refrescar. Ésta es la publicación número 16 del Museo Pedagógico de Aragón. Un apunte más, Doña Casilda murió a los 66 años, en 1954, año en el que yo nací…

 

Este sábado pasado finalizaba el tiempo de exposición de la colección de “viñetas humorísticas sobre el libro y la lectura” que presté a la Biblioteca Pública de Fraga para su exhibición en una de sus salas. La exposición ya estuvo en marcha el pasado curso en el colegio, siendo visitada por distintas clases y un resumen de lo que dio de si y de sus contenidos está publicado en el número 59 del boletín Bibliotelandia (enero de 2009). Esta vez, contra todo pronóstico, los medios de comunicación se hicieron eco de la misma varios días, culminando todo en un reportaje que se publicó en la página 11 del Heraldo de Huesca del día 9 de enero, con el título de “Humor encerrado en bocadillos”. Ahora ese medio centenar de viñetas ampliadas y plastificadas (que son una selección de la colección que guardo) viajarán hasta Zaragoza, al Centro del Profesorado y Recursos Juan de Lanuza para que una de las asesoras: Marina M. la vaya pasando por los distintos colegios que estén interesados en trabajarla. Y lo hará conjuntamente con otras láminas que forman otra exposición que llamamos “Animalectores” (una colección de ilustraciones, sacadas de los libros de LIJ, en las que aparecen animales leyendo) y que ya lleva tiempo itinerando por colegio y bibliotecas… Son pequeñas iniciativas a las que se les puede sacar un rendimiento pedagógico interesante, que cuestan poco dinero y que nos gusta compartir.

 

Esta semana, bajamos al colegio de Mequinenza. Estuve dos sesiones con un grupo de maestras y maestros, a finales del primer trimestre y quedaba una sesión pendiente para el día 12 de enero. Nos pusimos de acuerdo con Pili N. para que dicha sesión fuera mixta y en ella participáramos profesorado y madres. La idea era que las animosas madres que en Mequinenza quieren acercarse a colaborar con la biblioteca escolar escucharan el relato de lo que hacen algunas de las que colaboran en la de nuestro colegio y que lo contaran ellas mismas. Como estas cosas son poco habituales, que un grupo de maestras y maestros se junte con madres de dos colegios para intentar sembrar algo nuevo, pues la reunión fue un éxito. Las tertulianas fragatinas explicaron, mostraron los materiales que diseñan y contaron cuentos. Para mí, personalmente, esta posibilidad de que algunas madres vayan participando en actos de formación como éste me parece un gran avance que, como siempre, nada tiene que ver con las redes oficiales; sino que transcurre a través de las redes afectivas y de sentido común que vamos tendiendo quienes estamos en el tajo y conocemos de qué va el asunto…

 

Ayer tarde volvimos a juntarnos un grupo pequeño de irreductibles lectoras en la biblioteca escolar del colegio, para mantener la reunión mensual del Grupo de Lectura NOSOTRASLEEMOS. Era la primera reunión de 2010 y, como siempre, recorrimos un amplio abanico de temas y dimos cuenta de las últimas lecturas que han quedado reflejadas en el “acta” publicada ya en el blog http://nosotrasleemos.bitacoras.com. Os invitamos a entrar en él y a que podáis, si queréis, escribir vuestras sugerencias de lecturas, recomendar libros, escribir resúmenes…

 

Para terminar, dejar constancia de que las sorpresas desagradables también forman parte de la vida y que estos días, la consternación y el estupor tiene un nombre: HAITÍ. Es difícil hacerse una idea del desastre tan tremendo, pero viendo los ojos, la expresión de algunos rostros filmados o retratados, uno siente una mezcla de indignación, hundimiento, dolor… ante un capítulo más del interminable libro de las catástrofes que la humanidad va escribiendo. Es cierto que es impredecible un terremoto, pero es una vergüenza el mantenimiento de los niveles de pobreza que conducen a que los efectos de la devastación se multipliquen de forma escandalosa. No nos olvidemos de aportar alguna generosa ayuda económica para colaborar con quienes están allí enfrentándose al desastre.

4 comentarios

Mariano -

Hola, Anny:

Anoche, cuando regresé de Huesca (nueva sesión formativa con maestras, sobre todo), medio mareado del viaje y algo cansado, vi tu comentario y lo dejé para hoy por la mañana (recién levantado, uno se encuentra más despejado para captar mensajes y devolverlos, ¿no crees?). Y tratándose de tu comentario, siempre es un buen regalo para empezar el día. Tienes mucha razón con las referencias a las personas individuales o a los grupos que realizaron expediciones a los lugares más remotos, con deficientes o nulas comunicaciones y no sabiendo qué se iban a encontrar. ¡Eso sí era un riesgo y una aventura llevadas al límite!, pues si sobrevenía algún problema, “el equipo de salvamento” no tenía prácticamente ninguna posibilidad de llegar a tiempo… Una de las gestas más impresionantes fue la de Roald Amudsen, junto con Hanssen y 6 compañeros más, quienes llegaron al Polo Sur el día 14 de diciembre de 1911 y no pudieron hacer pública su hazaña hasta el 7 de marzo de 1912, cuando, ya de regreso, atracaron con el “Fram” en Australia. Cuando estuvimos en Noruega, visitamos el “Fram”, el barco museo de tantas aventuras y fue –para mí que soy muy mitómano- uno de los momentos más emocionantes el viaje.
Lo de la errata imperdonable… ¡Hombre, viniendo el error de Chile, se puede perdonar, porque la distancia impide precisar!, pero ya tengo la confirmación por parte de mi amiga Constanza M. (una de las coordinadoras del libro) que corregirán el dato en la edición digital, je, je.
Esa exposición de viñetas tenía intención este próximo verano (si hacemos la segunda edición de la jornada de coleccionismo) de exponerla en Labuerda. Veremos a ver cómo se desarrollan las cosas. Y debo confesar que a mí me pasa como al tipo de la viñeta que tienes en tu casa: más que libros, lo que necesito son estanterías… ¡Jó, cómo crecen las pilas que vas dejando en el suelo…!
Y lo que dices de Haití es bien cierto. Uno siempre se queda asombrado de que haya “carroñeros” (con perdón de buitres y chacales) que en medio de los desastres más tremendos, se despojen de cualquier asomo de humanidad para aprovecharse de las desgracias y hacer negocios. Por eso, el concepto de Humanidad, debería ir unido al de Inhumanidad y utilizar los dos juntos, porque la evolución ha dado como resultado individuos que pertenecen a ambos grupos… Un placer poder comunicarnos de esta manera serena y reflexiva.

Anny -

Hola Mariano
Asistir a charlas, escribir, colaborar con exposiciones, organisar sesiones con maestra(o)s y madres, grupos de lectura,...con una vida muy llena de actividades, planificadas o no, no es de extrañar que todo eso te depare una sorpresa de vez en cuando.
Yo también me quedo asombrado ante el comportamiento de gente como montañeros, espeleólogos, submarinistas en los aguas polares, practicantes de vela (a solas), etc..sin olvidar los exploradores de los mares y tierras ‘incognitas’ de antaño, que se lanzaban con tal entusiasmo en una aventura sin tener ni una idea donde iban a llegar, sin comunicaciones ningunas con el ‘otro mundo’ y eso durante largo tiempo…Qué personas muy especiales deben ser, para realmente disfrutar de este tipo de vida! En un libro sobre una ascención (al Everest) el autor confirme en unas frases muy hermosas mas o menos lo que te contestó Lorenzo: “..He vuelto a mirarme en el espejo de la inocencia. He recuperado el olor de lo maravillosamente elemental. He viajado a mis límites, he descendido a los infiernos del miedo y subido al paraíso del júbilo. Todas y cada una de las células que me component guardan memoria de haber formando parte de un cosmos en la frontera de lo posible..He sido, me he cumplido.”
Me hace sonreir tu comentario sobre la errata ‘imperdonable’ en relación con tu lugar de nacimiento! Ay, estos Sobrarbenses, es que realmente quieren a su tierra natal! Pero tienes mil veces razon.
La de la exposición con viñetas humorísticas sobre el libro y la lectura y la otra de ‘Animalectores’ me parecen unas initiativas muy originales. Sabes que en unas de nuestras estanterias con libros a casa, está colgada una viñeta que muestra una mujer, sentada en un sillon entre pilas de libros (con ya todos las estanterias llenas..), llamando con alguién sobre el tema de un regalo para su marido: “Un libro??” “No,no, no pienso que sea buena idea, mejor comprarle una estantería…”
Es una buena noticia que la reunión en Mequinenza fuera un éxito. Qué puedan desarrollar mas de este tipo!
Y para terminar, Haiti. Aportar alguna ayuda es sin duda una buena cosa, pero hay que tener cuidado, porque desafortunadamente (pero no sorprendente), la parte ‘inhumana’ del mundo aprovecha de la situación para crear falsificados canales de ayuda (sobre todo por internet) por donde tu dinero nunca llegará a Haiti…
Un abrazo.

Mariano -

Hola, Alicia:
Celebro el reencuentro. Gracias por tus palabras. Me llama la atención que digas que te gustaría escribir pero que “crees” que no lo haces suficientemente bien. Cuando intervienes en el blog, veo que lo haces con mucha corrección y sabiendo expresar muy bien lo que quieres decir; de modo que no debes infravalorarte. A mí no me preocupa nada mi “nivel literario”. Escribo sobre aquello que me apetece, me pasa o me preocupa; escribo con sencillez y naturalidad (o al menos eso pretendo) y siempre trato de hacerlo lo mejor que sé… Creo que esas premisas son suficientes para escribir dignamente.
¡Qué contrastes más curiosos se producen simultáneamente! Te imagino sentada ante el ordenador con las ventanas abiertas, con ropa veraniega y con bebida refrescante leyendo y comentando mi texto. Yo, por el contrario, tengo la calefacción encendida, las ventanas cerradas, ando bien tapado de ropa y lo que más me apetece es tomarme un café con leche calentito o un carajillo. Tu verano y mi invierno han quedado unidos por Internet, je, je. Un abrazo para ti y otro para Silvia y que disfrutéis por la playa; aquí seguiremos con la ducha calentita.

Alicia -

Mariano: Aunque no escriba muy seguido, no dejo de leer semana a semana tus comentarios, amenos, educativos, encantadores que me invitan a viajar en el tiempo y el espacio, unos más que otros.Horizontes para un nuevo año, me pareció muy original y aprovecho para desearte un nuevo año de felicidad, paz, trabajo y lectura por supuesto. Pienso, sin embargo que los deseos tendrían que ser para uno mismo y a lo largo del año trabajar para cumplirlos, si todos lo hicieramos que distinto sería el mundo.El colofón de Casablanca desperto en mí un sentimiento que no siento a menudo, envidia. Quisiera poder escribir todo lo que pienso, pero cuanto me lo propongo solo salen palabras insulsas que no representan lo que quiero, por eso mi admiración a tú forma de escribir sencilla y directa al corazón.El verano patagónico nos agobia con temperaturas de hasta 40 grados, la compu poco y nada, todo el tiempo posible en los balnearios del río Negro o en los clubes con pileta, la semana que viene a la playa con mi amiga Silvia que ya se encuentra allá, un abrazo con mucho calor para soportar el crudo invierno que estan pasando por esos lares, hasta cualquier momento.Alicia