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gurrion

Para no creerlo...: eccehomo

No salgo de mi asombro… No es fácil que un sonoro fracaso, acabe siendo un éxito. Seguro que hay unos cuantos ejemplos que podrían ilustrar tal circunstancia, no digo que no... Hasta hace poco tiempo, yo solo conocía uno. Me refiero a la epopeya de Ernest Shackleton, el explorador irlandés, capitán de la marina mercante británica, que fracasó en su intento de llegar y atravesar a pie la Antártida, (inició el viaje en agosto de 1914). Finalmente, la gesta de organizar a los 28 tripulantes del Endurance (nombre del barco con el que iniciaron el viaje, que fue atrapado por el hielo y, finalmente, resquebrajado y engullido por el océano), durante cerca de dos años, de modo que la pesadilla que vivieron se saldara sin víctimas, ha pasado a la historia como un ejemplo de gestión de un grupo humano en las peores condiciones posibles y lograr un 100% de supervivientes. Es posible que aquel viaje para conseguir un reto menor (en realidad, la gloria siempre sería para el noruego, Roald Amundsen, que fue el primero en alcanzar El Polo Sur, tres años antes: el 14 de diciembre de 1911), al final sea recordado o evocado con la misma admiración e intensidad que el de su colega noruego. Por cierto, la vida es así de cruel. Aquel héroe que se había salvado y había salvado a todos sus hombres de morir ahogados o congelados en condiciones límite, sometidos a todas las fuerzas adversas que uno pudiera imaginar, acabó muriendo a los 47 años de un vulgar ataque al corazón…

Alejada de ese dramatismo, sin duda, se encuentra la borjana Cecilia Giménez. Un buen día, se puso a enredar con la cara de un Cristo pintado y, literalmente, la destrozó intentando restaurarla y organizó un “cristo” de mucho cuidado. Lo que son las cosas; aquel desastre, de manera incomprensible, la catapultó a la fama. No quiero recordar la que se lió aquellos días de verano… Quien quiera puede consultar las hemerotecas o escribir en google “eccehomo” para alucinar durante horas viendo fotos y leyendo las opiniones más disparatadas que uno podría imaginar ante lo que ahora se denomina “intervención pictórica”, pero que no deja de ser una “fallida restauración”, por utilizar un término amable.

Traigo este asunto a colación porque la última semana de este mes de diciembre, he leído dos noticias que me han dejado asombrado, referidas a Cecilia y su eccehomo. La primera es del Heraldo de Aragón, página 48 de la edición del 24 de diciembre de 2014 y lleva por título “El eccehomo de Borja ya vende garnacha con fines benéficos”. Al margen de la personificación del titular que podría llevar a pensar que el cuadro en cuestión se ha hecho carne y anda por ahí trabajando de comercial de bodegas con D.O., una foto que ilustra la noticia, muestra a la señora Cecilia firmando un documento en compañía del Consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, quien presidía la firma de un convenio entre la citada Cecilia Giménez y las Bodegas Aragonesas, de la D.O. Campo de Borja. Un convenio “por el cual cede los derechos de la famosa imagen para que ilustre las etiquetas de sendas botellas de vino de garnacha”. Los beneficios obtenidos por la comercialización de los dos vinos citados irán a una Fundación que gestiona la residencia de la tercera edad que acoge a personas con escasos recursos de la comarca Campo de Borja.

No repuesto de la sorpresa de comprobar que las instituciones públicas de Aragón son incapaces de ofrecer los recursos necesarios para que una residencia de ancianos pueda sobrevivir y que tienen que agradecer a Cecilia haber hecho aquel desatino para rentabilizarlo un tiempo después, leo una nueva referencia periodística que también me deja con la boca abierta.

Esta vez, en la contraportada de El País, del 26 de diciembre de 2014, leemos lo siguiente: “Una ópera cómica para el Ecce Homo. La famosa ´restauración´ de un fresco de una iglesia de Borja, por una octogenaria inspira una obra musical en Denver, cuyos promotores quieren estrenar en España”. En el enlace siguiente podéis leer entera la noticia:

http://cultura.elpais.com/cultura/2014/12/24/actualidad/1419425227_956416.html

Resulta que un norteamericano, publicista retirado, de  nombre Andrew Flack visitó hace un año la localidad de Borja para conocer en primera persona la historia de Cecilia Giménez. El redactor de la noticia que ha iniciado el subtítulo de la misma con una expresión muy amable: “la famosa <restauración> de un fresco…” se explaya en el desarrollo del texto, utilizando otras expresiones más contundentes: “… La chapuza de esta vecina bienintencionada dio la vuelta al mundo en el verano de 2012…Cecilia, como si se hubiera tratado de una pintura colgada en la pared de su casa, entró en la iglesia y sin pedir permiso…” Total que al amigo Andrew todo esto le parece “una historia fascinante, llena de misterio, de fe profunda”. Y añade más adelante: “Es un proyecto muy bello, con una historia muy interesante detrás; porque en realidad no le dejaron terminar lo que había empezado”. ¡Hombre, Andrew, tal como había empezado, igual fue lo mejor!, ¿no te parece?

No sé si en Denver o en los alrededores ha podido encontrar, el bueno de Flack alguna historia parecida (a juzgar por el viaje que ha hecho para maravillarse por el rostro deforme del eccehomo, parece que no), pero no deja de ser sorprendente todo lo que dice. Es muy probable que, proporcionalmente, Cecilia Giménez sea la “pintora” que más páginas de prensa y espacios en otros medios de comunicación haya protagonizado…; lo que puede dar una idea de en qué punto de evolución estamos como especie y el papel que están jugando en ocasiones los medios de comunicación...

Los creadores de este proyecto artístico ven a Cecilia como a una heroína que luchó por imponerse a la voracidad de las redes sociales…”, leemos en el artículo y más adelante, la directora de la obra comenta que el objetivo de la ópera es jugar a la vez con el humor, “por lo horrible que parece la restauración” y la devoción que movió a Cecilia. El caso es que, poco a poco el proyecto de Andrew Flack va saliendo adelante, aunque confiesa que todavía le hacen falta un buen puñado de dólares.

Hace poco leí un libro de titular curioso y llamativo: “La utilidad de lo inútil”, escrito por Nuccio Ordine, del que he publicado una reseña en un blog colectivo (“El buscalibros”), donde publican otras personas reseñas de sus lecturas. Anoto el enlace por si alguien quiere echarle un vistazo.

http://www.el-buscalibros.com/2014/12/la-utilidad-de-lo-inutil-de-nuccio.html

Si el señor Ordine, pasados unos años, escribe una actualización de esta sugerente obrita y se entera de lo que he contado antes, estoy seguro que hablará del tema, porque de algo aparente y totalmente inútil como fue una restauración fallida y desastrosa, hay gente que le está sacando mucho rendimiento… El eccehomo será un buen ejemplo de cómo lo inútil, en ocasiones, tiene una enorme y sorprendente utilidad…; por los siglos de los siglos, amén.

2 comentarios

Mariano -

Amparo: como tú bien sabes, es muy frecuente que nos vendan humo y, más todavía, que asuntos menores o insignificantes, sean elevados a la categoría de extraordinarios. Yo personalmente, estoy avergonzado, cada vez que veo la cara del "restaurado" en medio de un asunto de negocio y rodeado de prohombres de la política, la cultura o la economía... ¡Lamentable!

Amparo -

Mariano, como siempre, das en el clavo.