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Sorpresas que provocan los libros y las bibliotecas...

1. Debo confesar, ya de entrada, que nunca había pensado en tener un bolso rojo; pero mira por donde, este pasado mes de septiembre comenzó a llegarme uno por capítulos…

 Ya estoy viendo el rictus de tu cara, como no entendiendo nada… “¿Un bolso rojo por capítulos?, ¿qué dice este tío?

Pues sí. Un día de septiembre, como decía, recibí en mi buzón una postal diferente de las que se suelen recibir habitualmente (aunque de tiempo en tiempo). La ilustración de la “cara A” estaba incompleta y por la “cara B” solo estaba escrita, con letra de avezada amanuense, la dirección de mi casa. A la izquierda de la misma había un texto impreso que comenzaba así: “Carlota colecciona cachivaches. ¿Y qué son los cachivaches?, pues todas aquellas cosas que los mayores consideran que no sirven para nada y que sin embargo los niños encuentran muuuuy útiles…”

 La letra con la que se había escrito la dirección postal, era bien conocida por mí y rápidamente adiviné quién era la que había tenido la sugerente idea de mostrarme una nueva forma de contar un cuento…

La postal, además, incorporaba en la parte inferior un código numérico (1/8); lo que me hizo pensar que aquella tarjeta era la octava parte de una ilustración grande y la octava parte de un relato… Cada día que llegaba una postal, la subía a clase, leía el dorso y la colgaba en la cartelera del aula para ir formando el puzzle de la ilustración. Los chicos y chicas de clase me preguntaban cada día si había llegado una nueva… Por fin, el día 14 de octubre recogí un sobre marrón certificado en correos. Dentro había una cajita con la postal que reproducía la ilustración completa que, en nuestra clase, habíamos ido completando a medida que íbamos recibiendo las tarjetas postales, junto con un libro de Ana María Matute. En la postal, unas palabras sabias: “... Sabed que todo se parece, pero que la originalidad estriba en hacer con alma lo que pensamos...”

 Y el mismo día, al bajar del colegio, tras la sesión de la tarde, recogí en el buzón la postal (8/8). El martes, antes de iniciar las clases, completé el puzzle y procedí a leer el cuento entero. Lo leí dos veces para facilitar la comprensión o para aumentar el efecto emotivo que pudiera tener el final de la pequeña historia. Después de comentar algunas palabras y echarnos unas risas tratando de pronunciar el nombre de dos de las cosas sorprendentes que encontraron Carlota y su hermana Ana, dentro de “El bolso rojo”: un afracalitríntico odintocálico y un esperticofláutico empedritonado, les pedí que escribieran un poco, contando la aventurilla…

 Dice Ana: “Cuando hemos entrado a clase, ya estaba colocada la última pieza del cuento. Nos hemos hecho una foto para enviarla a Rosa (que es el nombre de la profesora que nos ha mandado las postales). El cuento trata de una niña que se llama Carlota que guarda en un bolso rojo un montón de cachivaches…” Candela lo inicia así: “Una amiga de mi profesor nos manda cada semana dos postales de “El bolso rojo”. Hay ocho postales y detrás del texto del cuento hay un puzzle, que ya hemos terminado con la llegada de la última postal…” Y Anass piensa que: “Este cuento es increíble, porque está lleno de imaginación y de misterio. Yo recomendaría este cuento porque no importa la edad; es para adultos y pequeños”.

    El bolso rojo es una idea, escrita e ilustrada por Raquel Díaz Reguera. Forma parte de la colección “Cuentos por correo”, de ediciones TTT. En su página web se puede encontrar más información (por ejemplo, qué cuentos hay disponibles y cómo se pueden adquirir): www.trestigrestristes.com

 En mi caso, la descubridora del original recurso y la que nos ha enviado las tarjetas es mi amiga Rosa Serdio, una auténtica agitadora de las letras: lectura, poesía, promoción de ambas cosas, presentaciones de libros, entusiasta de las bibliotecas… Siempre está “felizmente conspirando” con esos asuntos y nos hace partícipes a los demás de sus descubrimientos y delirios... ¡Pues que sepa que igual nos “apropiamos” de la idea y generamos un pequeño universo de lecturas por tarjetas postales! ¡Sería la bomba!

 

2. COSAS QUE PASAN… PERO COMO DICEN QUE LAS CASUALIDADES NO EXISTEN, PUES A VER QUIÉN ME LO EXPLICA…

 Jueves 17 de octubre, a la hora del recreo. Abro la biblioteca, como hago todos los martes y jueves lectivos. A los diez minutos, hay quince chicos y chicas leyendo, terminando trabajos, charlando… He recogido un par de libros que me han devuelto y prestado otros dos… Me dirijo a la sección “PRF”, con más de dos centenares de documentos y cojo al azar un dossier de noticias relacionadas con la lectura, los libros y las bibliotecas y me pongo a leer.

  Durante muchos años, he ido realizando esta recolección de artículos o noticias que hablaban de esos temas, los he ido colgando en las carteleras o los he colocado, encuadernados “en fascículos”, en los expositores de la sala del profesorado o de la biblioteca… Me fijo en la portada del dossier y veo que corresponde al curso 2003-2004. Voy leyendo y copio algunos titulares: “Nélida Piñon reivindica la lectura para no ser manipulados”. “Alberto Manguel vindica el futuro del libro, la lectura y las bibliotecas”. “Millás revoluciona a editores y bibliotecarios” (y les dice para terminar su charla: “Lean mucho, por favor, aunque no me lean a mí”). Entrevista con Mario Benedetti: “Los otros géneros son de ficción. La poesía, no”: (Quisiera conocerme y conocerte / y calmar esta sed entre tus labios / olvidarme de todos los resabios / y jugar sin el miedo de perderte…) “La maleza acecha la casa del poeta Vicente Aleixandre”. “El mago Potter sembró la Concordia. El Premio Príncipe de Asturias reconoce la obra de J.K.Rowling por ser vínculo de unión entre generaciones”. “Barcelona dedicará un año temático al libro y la lectura en 2005”.

 Sigo avanzando, pasando páginas: aparecen Antonio Skármeta y Susana Fortes, ganador y finalista del Planeta de ese año 2003; aparece el escritor libanés, Amin Maalouf porque los editores de Madrid premiaron su labor de desarrollo del libro y de fomento de la lectura; Mariasun Landa gana el Premio Nacional de Literatura Juvenil con una obra en euskera; “La ciudad y los perros”, cumple cuarenta años…

  Algunas de las páginas de este dossier son de tamaño DINA-3 y están dobladas, como la que contiene el adiós definitivo a Vázquez Montalbán (del que estos días se celebra ya el décimo aniversario) o la siguiente que habla de que la edición en España sigue subiendo, por una cara, y de “Liberadores de libros” o bookcrossing, por la otra… Al pasar otra página doble, me encuentro con un título familiar y caigo en cuenta de que la última que he nombrado sobre edición y bookcrossing la puse dos veces, está repetida… La arranco del dossier, la coloco en una bolsa de papel que me he bajado de clase y, cuando toca el timbre señalando el final del recreo, me la subo de nuevo a mi aula.

 A las 12:45 tenemos reunión del Seminario de Biblioteca y Literatura Infantil del colegio. Reparto a las personas asistentes algunos documentos de lectura: un fragmento del relato “Noche”, de la recién elegida Premio Nobel de Literatura, Alice Munro; un artículo titulado “Cuentos crueles para niños sanos” de B. Ventura; el Pregón de Laura Gallego para el Día de la Biblioteca y también el documento-compromiso o Plan de trabajo para este curso, que se incluirá en la Programación Anual del Centro.

 Y, en estas estábamos, cuando una de las presentes interviene oralmente en la reunión porque acaba de venirle a la mente algo que no sabe cuándo le contaron o lo vio o lo escuchó… Se refiere a que algunas personas dejan un libro abandonado en un local o en un banco y otros se lo encuentran y… Mientras la compañera trata de poner en orden sus recuerdos, yo meto la mano en la bolsa de papel, saco el DINA-3 doblado que he arrancado hace una hora de un dossier y se lo dejo encima de la mesa… Hay un momento de estupefacción, de risas, de qué cosas pasan, no me digas que el artículo habla de eso… de las casualidades, de no es posible, de que las casualidades no existen, etc. Pero el caso es que yo hoy he elegido de entre los más de seis mil documentos que guarda la biblioteca, un dossier de noticias para leer a la hora del recreo y dentro de ese dossier había una hoja repetida; la he arrancado; me la he subido a clase dentro de una bolsa; estábamos hablando de temas que nada tenían que ver en absoluto con la “liberación de libros” y una de las personas presentes se ha puesto a recordar algo que había oído una vez sobre ese tema… Y ya me callo, porque, en estos casos, nunca sé qué decir.

2 comentarios

Mariano -

Querida Sylvia:
Quedé muy sorprendido de esa modalidad de recibir un cuento (extensible a otros documentos, claro y fácil de llevar a la práctica).
Ya he sacado por impresora el artículo que me dices y se lo pasaré a los miembros del Seminario de Biblioteca y Literatura Infantil del cole para incidir en nuestra autoformación. Gracias por escribir y por acercarme estos documentos. Un fuerte abrazo.

Silvia Luz -

Hola Mariano! qué hermosa forma de leer un cuento! me pareció genial lo de las postales. A propósito de la lectura, hoy salió en el diario un artículo muy bueno, voy a ver si puedo mandarte el link
http://www.rionegro.com.ar/diario/lo-dice-la-ciencia-la-lectura-cambia-el-cerebro-1326556-9539-nota.aspx Espero que puedas verlo, merece la pena, igual voy a tratar de subirlo al "feis"
Abrazo