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UNA RED... DE AFECTOS

Los barcos pesqueros lanzan, arrastran y recogen las redes para pescar; hay redes para cazar aves y anillarlas (también las deben utilizar algunos con otros fines menos ecológicos); hay quien sube a la red con frecuencia, volea y gana el punto; los hay que chutan o cabecean con clase hasta el fondo de la red marcando goles antológicos o que valen títulos importantes; hay trapecistas que trabajan con red y quienes nunca la utilizaron; hay ordenadores conectados en red y bibliotecas en red; hay redes mafiosas, de prostitución infantil y adulta, de narcotráfico, de venta de armas, de tráfico de esclavos…; está la Red de redes; hay redecillas para el pelo y una red de tuberías o red de alcantarillado en el subsuelo; hay personas que dicen tener una amplia red de contactos; hay quien cae en las redes de una secta; en algunas ciudades hay una red de túneles por donde circula el metro y una amplia red de transporte público de superficie; una red de acequias hace posible regar campos y huertas y una red de gaseoductos o de oleoductos reparte fuentes energéticas por doquier; hay una amplia red eléctrica que nos alumbra… Y aún podría nombrar más significados o perfiles significativos de la palabra red, tan polisémica ella.... De todos modos, creo que también podemos tejer una red de afectos que nos alimente, y de eso quería hablar hoy.

 

Creo que es ahí donde las personas podemos encontrar una fuente alimenticia determinante para fortalecer nuestro interior y, en muchas ocasiones, sobreponernos  a la modorra y a la mediocridad que, frecuentemente, nos rodea.

 

No sólo no he perdido mi afición a escribir cartas, sino que la sigo practicando con mucha frecuencia; eso y el envío de algunas de las cosas que hago o en las que participo a personas amigas o conocidas, a las que sé que les gustará recibir: una revista, un material para trabajar el alumnado, un marcapáginas, un librito… Esa afición me lleva a relacionarme con un amplio número de personas de las que, con frecuencia, obtengo reconocimiento y agradecimiento por esos detalles; es una relación simbiótica en la que las dos partes nos sentimos beneficiados por ese mutuo intercambio. Bueno, pues yo creo que esto que estoy describiendo es lo más parecido a una “Red de afectos”, nacida de la naturalidad y que podemos cultivar para mantenerla y aún aumentarla.

Ahora que estoy más en casa, por obligados motivos de salud, voy a aprovechar para ejemplificar esto que estoy diciendo con algunas muestras recibidas en estas dos o tres últimas semanas:

 

Edi S., desde Gran Canaria me escribe para decirme queTuve el gusto de conocerte en un curso en Cuenca hace dos años sobre lectura y mediadores. Te escribo ahora porque en el Centro del Profesorado donde trabajo, tenemos suscripción a las revistas "Mi biblioteca" y "Educación y biblioteca". En esta última vi tu artículo sobre "los libros no se comen, pero alimentan" y he decidido hacer la maleta para que los centros se la lleven en préstamo.

Mi pregunta es si podrías mandarme otra relación de libros (yo sé que hay bastantes) sobre algún tema que hayan trabajado y que les haya gustado a los alumnos. Gracias de antemano”. Le mandé a Edi lo que me pedía y, además, un sobre con algunas fotocopias de artículos recientes sobre asuntos de la biblioteca escolar y un par de ejemplares de Bibliotelandia.

 

Germán, por su parte, utiliza el correo postal y dice: “No creo que te acuerdes de mí, estuvimos charlando en las Jornadas sobre Bibliotecas Escolares que se celebraron en Albacete en el primer trimestre del curso. Te escribo para mandarte nuestro primer título de . Cuando algo me gusta, intento ponerlo en práctica, así que lo propuse al Claustro y éste es el resultado. Espero que te guste. Si alguna vez vuelves por estas tierras manchegas, recuerda que en este colegio tienes tu casa”.  El “libro” se titula “Yo reciclo, tú reciclas, mi colegio recicla” y contiene decálogos, reproducción de texto-documento, ilustraciones originales, acrósticos, coplillas, trabajos a partir de poemas y poetas… Un ejemplo excelente de lo que se puede hacer con imaginación y ganas y, para mí, la satisfacción de haber aportado una idea materializable y que alguien ha aprovechado.

 

Antonio J. me manda un correo electrónico para decirme lo siguiente: “Soy el pesao de Teruel otra vez. En mi pueblo dicen siempre que hay que preguntarle al que sabe, y en este caso el primero que me ha venido a la cabeza eres tú. Me han dicho si podía conseguir una bibliografía o algunos títulos para tercer ciclo de primaria y he pensado que a lo mejor me podías ayudar. Ya me dirás si me puedes enviar alguna referencia para poder comprar. En fin, muchas gracias de antemano y a acabar bien el curso. Un saludo de un torrijano a uno de Labuerda”. Con Antonio nos conocimos en Calamocha, en un curso sobre Bibliotecas Escolares (¡qué raro!) y nos reencontramos de vez en cuando; la última en Siétamo, a donde acudí a dar una charla hace un par de meses en compañía de Nati I.

 

Por correo postal recibo una publicación hermosa y significativa. Víctor J. me manda la publicación número 9 del Museo Pedagógico de Aragón, titulada “La fiesta del árbol”. Fue escrita por el maestro de Bielsa: Leonardo Escalona Montaner, en el año 1933. Es una reproducción facsímil del documento original y va acompañado de un estudio biográfico del citado maestro, realizado por Raúl U. El diseño de la publicación me gusta mucho y ha sido un regalo muy apreciado, así se lo hago saber a los dos artistas: Víctor y Raúl.

 

Mª Jesús R., escondida tras las siglas “ecas”, me escribe: “¿Cómo estás? Seguro que cada día algo mejor y recuperando fuerzas. Muchas gracias por el envío de los materiales de la biblioteca; son trabajos geniales, me han encantado. Por cierto, ¿qué has hecho con los alumnos y las alumnas sobre Ana Pelegrín? Me había olvidado por completo… El dia del homenaje, Felicidad Orquín, en la presentación, mencionó tu trabajo. ¿Está en la red? Cuídate. Un abrazo y ánimo; mucha filosofía y energía para una recuperación completa”. Por correo postal, le mando a la amiga Chusa lo que hicimos en el primer trimestre de este curso con mis chicos, una vez conocimos el fallecimiento de Ana Pelegrín: un “libro libre” en su recuerdo, una recopilación de folklore infantil materializada en la publicación “Cinco lobitos… tiene el recuerdo” y un texto amplio que publiqué en este blog. Yo tampoco sabía nada de lo que se dijo en ese acto de homenaje en Madrid (organizado por la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil) en el que estuvo mi amiga.

 

No podía olvidarme de la gente que muestra, en cualquier circunstancia, un fino sentido del humor, como Ernesto V., que me manda un correo con este mensaje: Egregio don Mariano: Hace unos días me han confirmado que Usted ha sido intervenido satisfactoriamente. Me llena de orgullo y satisfacción tan grata noticia, que seguirá redundando en la insuperable calidad educativa de la que los pequeños fragatinos gozan.  Esperando un pronta y feliz recuperación, reciba un abrazo flojo -que seguro que no está para más-“. Evidentemente, mi respuestas, a vuelta de correo, debía tener un tono similar: “¡Qué redacción!, ¡qué majestuoso uso de las expresiones refinadas!, ¡eres un artista de la palabra! Pues sí, aquí estamos recuperando el tono, después de la extracción -por el procedimiento de tres "ujeros en a tripa"- de la "versícula" (para unos) o de la "basílica" (para otros) biliar (para todos).

Estos últimos días me noto que recupero con mayor rapidez, pero aún estoy, como dices, para un abrazo flojo. Agradezco su atención, D. Ernesto, y sepa usted que sus palabras me han insuflado una cantidad de ánimo difícil de medir por el Sistema Métrico Decimal, pero evidente si tomamos como referencia el Sistema Interno Emocional. Un abrazo, flojo, pero vete preparando.”

 

Marisol P. acusa recibo del envío que le he hecho a su colegio en Barbastro de una colección de imágenes correspondiente a la exposición ANIMALECTORES (ilustraciones sacadas de los libros infantiles donde se ven animales leyendo) para que la expongan allí. Dice que  a pesar de las dificultades que ofrece esta recta de final de curso: semana cultural, viajes, evaluaciones, etc. aprovecharán todo lo que puedan ese recurso en su biblioteca escolar, para terminar “te mando un ejemplar del periódico de nuestro cole, en el que te hemos dedicado la portada. Gracias por todo; para nosotros eres una referencia”. Ni que decir que me quedé sorprendido del regalo, del ejemplar nº 2 de “Los reporteros del Altoaragón”.

 

Desde Cantabria, Mª Ángeles y Pablo me dicen: “En estas fechas especiales en torno al libro, siempre nos acordamos de ti, pues aunque nos cueste “mensajear” te tenemos como referencia gracias al “alimento” que nos vas enviando. Nosotros este año hemos participado en una actividad organizada por la Consejería de Educación en la Feria del Libro y, entre lecturas y enigmas, hemos ganado un premio, que esperamos sirva para animar a nuestros pequeños lectores. Deseamos que sigáis llenos de energía e ideas que transmitir. Un abrazo.” Buenas vibraciones producen estas noticias de los amigos lejanos geográficamente, pero que nos mantenemos a corta distancia debido a estas comunicaciones periódicas y cariñosas.

 

Anny y Luc, dos amigos belgas, entusiastas colaboradores de la revista El Gurrión, me hacen un extraordinario e inesperado regalo para que mejore con rapidez: “desde Puyarruego, donde pasamos una semana, te enviamos un poco de nieve fresca, mucho sol, el nogal de la era en flor y el canto del ruiseñor”. Todo ello escrito en el reverso de una postal apaisada del cañón de Añisclo.

 

Alba y Ainoha, dos alumnas de mi clase recordada, me escriben una cartita y me mandan unas postales de regalo. Me hablan de Teresa, la profesora que han nombrado para sustituirme y de la celebración del 23 de abril. Terminan con un poemita dedicado: “Alba y Ainoha te queremos animar / para que tu sonrisa vuelva a brillar / y nosotras la podamos disfrutar / y volverte a ver trabajar”. Muy apreciada también esta espontánea muestra de afecto que requirió dos respuestas escritas: una para Alba y otra para Ainoha, con algunos marcapáginas de regalo.

 

Mariano B. me manda un entrañable mail: “Me enteré hace unos días por M. M. que estabas un poco pocho físicamente. Te llamaré en un par de días para oír tu voz y revivir experiencias buenas y no tan lejanas. Aunque soy muchísssimo más vago que tú para esto de escribir, te agradezco mucho tus envíos de materiales, siempre tan creativos, de tu biblioteca y tus chicos y chicas. Por lo menos hasta que te jubiles sigue dándole a la tecla y marcando camino: siempre habrá alguien al que se le caigan las legañas pedagógicas…

No me des de baja como suscriptor del "Gurrión..." Ya sé que tengo que renovar. Esta semana espero hacerlo. Lo dicho, ánimo y a por ellos, sean quienes sean (microbios, virus o bichos con dos patas y poca cabeza)”.

 

Y yo le contesto con rapidez (porque, como ya reconoce en su carta, soy mucho menos vago que él para escribir: “… Es muy difícil despegar las telarañas pedagógicas que llevan algunas y algunos. No sé si existe un gremio con tanta inseguridad y con tan poca autoestima. Me sorprende lo poco contentos, lo poco orgullosos que se sienten muchos y muchas con su trabajo, hasta el punto de no querer hablar de él o no querer mostrarlo. Parece poco razonable, cuando cualquier artesano de la agricultura, del bosque, de la ganadería, de la alimentación… no tiene ningún problema en hacer "jornada de puertas abiertas" para mostrar el dominio de su oficio. (…)

 Te seguiré mandando  (y así me quito yo peso de encima) una muestra de lo que vamos y voy haciendo por las aulas, cómo no. Esa producción de materiales nuevos siempre fue estímulo para buscar alternativas a lo tradicional. A mí me sigue motivando tener siempre esa posibilidad. Y de la revista "El Gurrión", pagues o no, no te pienso borrar, tranquilo… 

Bueno, como siempre ha sido un placer esta charla electrónica. A mí me va esto de escribir; es la manera más eficaz de extender una red de afectos que sólo puede traer buenas cosas…”

 

En Internet voy encontrando con frecuencia referencias inesperadas. En este caso, llega de Brasil,  a cargo de la profesora Carolina Valéria L. que da clase de “Espanhol”. Con la indicación de “Especial para a Página 3 Pedagogía & Comunicaçao” propone una actividad “para practicar vocabulario de adjetivos”. Tras explicar los ocho puntos en los que ha estructurado la “estrategia”, ofrece una “adaptación” y para ello copia textualmente el texto que escribí el 23 de febrero de 2005 en este blog, con el título de “Nombres y adjetivos”, señalando la fuente correctamente.

 

Bueno, por hoy ya vale (y dejo otros muchos ejemplos más personales, guardados en la recámara); querían ser solamente unos ejemplos que mostrasen los distintos ángulos desde los que amigos y amigas “bombardean pacíficamente” el afecto. La respuesta en dirección contraria tiene también las mismas intenciones: proporcionar a quien te ha escrito una satisfacción, porque cuando alguien te escribe o cuando escribes  a alguien, piensas en él o en ella y conviertes a esa persona en alguien muy significativo. A mí, desde hace ya tiempo, ésta es realmente la red que me interesa provocar e implementar, pues es la que más beneficios emocionales nos reporta, así que seguiré, seguiremos conservándola y ampliándola sin descanso.

 

 

 

 

 

9 comentarios

jose contreras -

Les invito a visitar mi sitio
http://www.info-sistemas.net el cual es un proyecto independiente, cooperativo y abierto. El que tiene como mision implementar un repositorio de recursos de tecnologías de la comunicación, educación e información.

Atentamente,
http://www.info-sistemas.net

Mariano -

Hola, Anny:

Para mí es una buena noticia que escribas en esta página y también que te guste esa idea de la red de afectos. Creo que siempre existió o hubo caminos para crearla y animarla. Con Internet es posible que, en algunos casos, se haya multiplicado con más facilidad. Yo, no obstante, sigo prefiriendo la carta manuscrita, la tarjeta postal porque contienen algo más de esencia de la persona que te escribe.
Un abrazo y recuerdos para Luc.

Anny Anselin -

Hola Mariano!

Hoy mi primero comentario en tu blog, aunque leo tus textos con regularidad. Qué amable mentionar nuestra tarjeta desde Puyarruego en al lista. Me gusta mucho la idea de red de afectos y lo de "que nos alimente" también. Un gran estímulo para continuar la colaboración!
Qué le vaya bien, un abrazo,
Anny

Mariano -

Hola, Ernesto:

Me alegro que todo fuera bien, que la gente se sintiera reconocida y terminase la jornada convencida de que debía continuar impulsando esos medios alternativos de expresión que ayudan a recopilar la memoria de un centro de enseñanza. También a dejar por escrito la contribución individual y colectiva a la innovación, algunos efectos de la renovación metodológica y alguna muestras evidentes de la participación generalizada.
Un abrazo.

Ernesto -

Efectivamente,Mariano, el sábado 16 celebramos en el Centro de Profesores de Huesca un encuentro sobre revistas, webs y blogs escolares. Acudieron docentes y gentes interesadas por el asunto de toda la provincia. Pasamos, no está bien que yo o diga, pero lo creo, un día agradable. Para que fuese completo solo faltó que un tal Mariano Coronas nos viniera a contar reflexiones como las que aquí expresa. Ya sabes que desde Huesca te deseamos todo lo mejor. Un abrazo.

Mariano -

Hola, Judit:

No pude visitar la feria este año, así que no pude coger marcapáginas, ni pegatinas, ni lápices, ni bolis… Gracias por acordarte de mi colección. Me ha hecho gracias esa rotunda afirmación tuya de que no te escribes cartas con nadie. Por algo se empieza; recuerda que en estos dos años, hemos escrito unas cuantas distintos alumnos y alumnas de diferentes colegios… es verdad que en estos tiempos se ha perdido mucho la correspondencia, tal como se entendía en otro tiempo: los móviles, el correo electrónico, los chats, el messenger, los blogs… son otras formas actuales de comunicación. Todas podrían convivir. Esto que estamos haciendo también es comunicarnos. Un abrazo

Judit Ainoza Codina -

Hola, Mariano:
Recordando a los marcapáginas, ayer fui al MercoEquip y regalaban marcapáginas, cogí dos, así que uno te lo regalaré a ti cuando vuelvas al colegio.
Por lo que he leído te comunicas con mucha gente, yo en cambio no me envío cartas con nadie.
Bueno, que te mejores y vuelvas pronto al colegio.

Mariano -

Hola, Alba:

El problema de mejorarse es que no depende totalmente de uno, ¿sabes? Creo que voy haciendo lo correcto, pero todavía ando flojo como para meterme en una clase a jornada completa. Ya sabes tú, espectadora privilegiada, que no es tarea fácil.
No sabría decirte, pero ya desde pequeño (cuando tenía tu edad, más o menos) he tenido afición a escribir. Y lo hacía con muy distintas motivaciones: para pedir informaciones o materiales (aprovechando los cupones que encontraba en revistas, periódicos, etc.); para pedir folletos o libros (tiempos en los que escribía a las embajadas, periódicos, etc.); para comunicar y saber cosas de los familiares y amigos (perfil muy practicado cuando estuve interno y solamente podía viajar hasta mi casa una vez al trimestre)… A las cartas manuscritas y convencionales (que son las que más me gustan), se ha unido últimamente el correo electrónico y esto es ya un “sinvivir”.
Un abrazo

Alba Buisán Navas -

Hola Mariano, ¿Qué tal?, espero que te estés mejorando para volver a la normalidad. Como he podido ver leyendo este texto te comunicas con muchas personas por carta. Yo también me comunico por carta con mis tíos de Barcelona, con mis amigas,… A ti, seguramente te llegan cartas continuamente. A mi me llega una carta cada…. mucho tiempo. A mis padres les llegan muchas cartas, del banco, de la luz, del teléfono,…
Mi madre siempre se acuerda de que cuando bajo a Fraga, se escribía con las amigas de Mequinenza.