Blogia
gurrion

LA ESCUELA DE MAGISTERIO DE HUESCA

Hacía algo así como 30 años que no paseaba los pasillos de la escuela de Magisterio de Huesca. He reconocido la estructura de las clases, los bancos del pasillo, las ventanas, el aula donde hice el primer curso y el aula donde cursé el segundo año de la carrera. ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Cuánto tiempo ha pasado! ¡Qué poco cambian algunas cosas!
Los personas que han propiciado este regreso han sido los profesores Víctor J. Borroy y Rosa Tabernero. Me han invitado a pasar el día entre sus alumnas (amplia mayoria) y alumnos (franca minoría) para que les fuera hablando de algunas cosas: desarrollo de la competencia literaria en el aula, fomento de hábitos lectores, creatividad, el trabajo con las familias (en el caso del alumnado de Rosa) y sobre “¿por qué quiero ser maestro?”, el maestro ideal, ¿qué es la escuela?... (en el caso del alumnado de Víctor). Bueno, hemos hecho lo que hemos podido. Me he encontrado bien ante un público que no es el habitual en mi trabajo; creo que han escuchado con atención y han sido respetuosos con la persona nueva que les hablaba. Ha estado bien como toma de contacto, pero yo creo que puedo hacerlo algo mejor, con un poco más de tiempo, proponiendo alguna acción práctica, enviando un documento previo para debatirlo o desmenuzarlo el día de la visita... Yo, en realidad, siempre que acudo a contar algo a un sitio nuevo, analizo cómo he visto lo ocurrido para tratar de mejorar. De cualquier modo he vuelto satisfecho; también porque sé que tanto Víctor como Rosa hablan a sus alumnos y les cuentan las cosas que yo también les contaría. Esa sintonía, evidentemente, es la que ha hecho posible estos intercambios: ellos vinieron a mi clase y yo he estado en las suyas. También creo –se me ha olvidado preguntarles qué pensaban ellas y ellos sobre el tema- que es conveniente que pasen maestras y maestros por las aulas de esa Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación (antes Escuela de Magisterio o Normal), de vez en cuando, para ofrecer testimonios directos de modos de trabajar, para animar a las futuras maestras y a los futuros maestros, para traer a la Universidad la voz de la escuela o, al menos, alguna voz... Rosa y Víctor me han tratado con enorme cariño y delicadeza y me he sentido bien acogido y perfectamente ubicado.
En esas circunstancias ocurren cosas curiosas. Estando allí he recordado con fuerza a uno de los maestros que tuve, y algo de lo que sigue les he contado. Fue estando con él cuando recuerdo que sentí ganas de ser maestro (tenía yo entonces, entre siete y ocho años): apenas castigaba, hacíamos teatro, nos fuimos a visitar Ordesa con las ganancias de las dos representaciones que hicimos, nos animaba a ayudar a leer a quienes todavía estaban aprendiendo... Una mañana de octubre escuché a mi madre entrar en la habitación llorando y tratando de guardar la cartera de la escuela en un armario. Le pregunté y me respondió que por un tiempo ya no me haría falta porque se había muerto el maestro. Efectivamente, Don José María Lanao Orús había fallecido de “muerte repentina” (como se decía entonces). Creo que fue la primera vez que la muerte de una persona me dejó llorando y desamparado. Lo cierto es que quedamos un poco huérfanos y muy desolados. Poco tiempo después, alguien en el pueblo pronunció una frase brutal; yo no la entendí entonces, pero nunca la he olvidado; dijo: “Ya era hora que muriera ese rojo”. Quien es capaz de decir eso sólo merece desprecio y nadie debe pronunciar su nombre, para que nadie pueda recordarlo.

Bueno, sólo quería añadir algunas opiniones de media docena de niñas y niños de mi clase de 6º que, a mi pregunta de cómo les gustaría que fuera su maestro o maestra ideal, dijeron cosas tan sensatas como las siguientes:

ALGUNAS SUGERENCIAS SOBRE EL MAESTRO IDEAL

1.. Para un niño es casi imposible encontrar un profesor ideal. Para mí debería ser como un padre, que te educa, te enseña y te cuida. Que un niño quiere jugar, pues también hay formas de aprender jugando, cantando, riendo... A mí me gusta un maestro que me haga reír y que se comporte bien en clase, que sea ordenado y que tenga paciencia con los niños. Cuando uno es profesor, es bueno no perder los nervios... Yo con el maestro que tengo ya me conformo. (Sergio Ch.)

2.. Me gustaría que fuera simpático, alegre, que me diera las clases de manera que las entendiera. La edad del maestro no me importaría. Me gustaría que me animara a leer. Que me contara cómo era su vida cuando era pequeño y conocer sus aficiones. Me gustaría que pusiera pocos deberes y que la faena la hiciéramos en clase. (Marta)

3.. Yo querría que fuese amable, sensible, simpático/a. Que fuera curioso y así los niños también lo serían.
Me gustaría que fuese limpio, ordenado y que no se vuelva loco por nosotros y nosotras, a ver si van a tener que llevarlo a un psicólogo, porque los niños y niñas somos así. Todos hemos sido niños y niñas, ¿verdad? Eso no lo podemos cambiar, es la ley de la naturaleza. (Fiama)

4.. Me gustaría que fuera divertido, que no pusiera deberes y que nos contara muchas historias y que diera todas las clases.
Yo quiero que los maestros sean altos, guapos y sobre todo ¡listos! (Javi)

5.. Si tuviera la posibilidad de tener la fábrica de profesores, los haría de la siguiente forma: A los hombres: simpáticos, alegres, que insistieran en que los niños lean, que hicieran pocos exámenes, con pocos defectos, cariñosos y con un chip que desde la central del profesorado, los encargados los pudieran manejar y si alguno actuara mal o saliera defectuoso que él mismo se autodestruyese.
A las profesoras las fabricaría de otra forma: cariñosas, simpáticas, alegres, con ganas de enseñar divertidamente.
A mí me gustaría que los profesores fueran a clase con ganas de enseñar y de aprender y que algunos ratos les diera el puntazo de jugar con sus alumnos. (Dani)

6.. Mi profesor ideal sería simpático, gracioso, divertido, que nos hiciera reír mucho, que nos recitase poemas, que nos leyese, que una vez a la semana nos dejase jugar al bingo, que no pusiese deberes, que nos llevase a informática, que hiciéramos manualidades.
¿Cómo sería de cuerpo?: alto, fuerte, guapo, con pelo negro y corto; por supuesto que fuera un chico de 27 años, que fuera del Barça, que jugase con nosotros al básquet y que se llamara: Mario, Dani o Sergio (Ender)

7 comentarios

Anonimo -

Hola!!Soy una chica que esta finalizando primero de bachiller, y me gustaria que me informarais un poco sobre la carrera de magisterio, en Huesca, yo soy de Zaragoza y me da un poco de miedo elegirla porque me tendria que ir a vivir allí.

alumna primero infantil B -

Holaaa!!! soy alumna de Viuctor Juan, y me siento muy afortunada de haber conocido a Mariano Coronas, el Gran Mariano coronas (como diría victor).solo decir que su visita nos alegró el día y ,me ayudó mucho a querer ser maestra. Se notaba el amor que siente hacia sus alumnos, y yo pensaba que algún dia, cuando fuera mayor y fuese profesora, sintiera o sintiese lo mismo que Mariano Coronas siente por sus alumnos.
Gracias. Victor no nos mentistes.

antonia -

yo estoy conforme con el profesor que tengo, porque este profesor enseñó a algunas de mis tias,tambien enseñó a algunas de mis primas y a mi hermano.

anonimo -

La visita de Mariano Coronas fue como un soplo de viento fresco. Gracias Victor, por invitar a Mariano, testimonio vivo del trabajo con los niños. Fue gratificante observar el cariño que desprendían sus palabras al leer las frases de sus alumnos;creo que su maestro ideal es Mariano, con que otro profesor hubiesen sino fantaseado tanto sobre el ideal? si a mi me hubiesen preguntado de pequeña por mi profesor ideal hubiese pedido alguno como Mariano, y como Victor también, que da gusto oir cuando habla de sus hijos!! 1º de magisterio

Ana -

Estudio Magisterio en Huesca y ayer fue un día muy especial. Nos visitó Mariano Coronas tantas veces nombrado como ejemplo por nuestro maestro Víctor Juan. Envidio de ellos esa seguridad de ser lo que quieren ser y de animarnos a otros a seguir por ese incierto camino de la enseñanza. Gracias.

Anónimo -

hola!! Soy una alumna de Victor de la clase en la que estuviste ayer. Victor nos habla mucho de ti y tengo que decir que me gustó bastante conocerte (por fin!!!). Me parecio muy interesante todo lo que comentaste y creo que todos deberiamos darte las gracias por haber venido y por contar tu experiencia. Hoy en clase hemos estado comentando tu visita y todo el mundo esta muy contento, eso tambien tiene que alagar a uno no?muchas gracias y hasta otra

Cielo -

Estudio Magisterio en Huesca y acabo de leer en la web de Víctor esas sugerencias sobre el maestro ideal... La verdad es que yo nunca he tenido una vocación clara (ni de maestra ni de nada) y estoy en una época de "crisis" porque trabajar con niños, ahora que empiezo a hacerlo, me parece sumamente difícil, realmente dudo bastante que esté capacitada para semejante responsabilidad. Pero, como siempre, en medio de esta deseperación y desesperanza, acabo encontrando palabras de ánimo y de reflexión, palabras, simplemente, para continuar, para no rendirme, para seguir soñando y para seguir luchando... Así que, gracias.