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gurrion

MOMENTOS ESCOLARES

1.- Ayer por la tarde, abandonamos el aula de clase y nos fuimos al encuentro del otoño. Bajamos al huerto escolar y estuvimos recorriendo con la vista y con las palabras los efectos de la estación. Saludamos al nogal solitario que aún conserva sus hojas compuestas y grandes(este año no nos ha dado nueces), pero que empiezan a oscurecerse y a arrugarse, preludio de una inevitable caída. Nos fijamos en la alfombra amarilla, anaranjada y rojiza que formaban las hojas lanceoladas del sorprendente melocotonero. Éste, ya casi desnudo del todo, nos reservaba esa sorpresa multicolor bajo sus ramas: una hoguera que salía del suelo. El olivo, en cambio, joven aún, en la otra esquina presumía de mantener completo su verde equipaje vegetal. Tuvimos la oportunidad de recoger algún tomate y alguna berenjena y de contemplar las malas hierbas muy crecidas y de recordar el refrán aquel que dice: “mala hierba, nunca muere”. Dos abejas revoloteaban por entre el corro de mirones provocando aspavientos y precauciones para evitar una posible y molesta picadura. Los gorriones y algunos estorninos nos miraban desde el tejado de uno de los edificios del colegio. Siempre que andamos trajinando por el huerto provocamos su curiosidad.
Después, recorrimos el patio de recreo observando y recogiendo hojas de morera, de ciprés, de pino, de olmo y de acacia. Unas simples, otras compuestas; unas en árboles de hoja perenne y otras en los de hoja caduca. Vimos de cerca los conos del ciprés y localizamos dónde se esconden las diminutas semillas que hacen posible su reproducción y las hermosas hojas compuestas de la acacia, llenas de sol, a juzgar por sus tonalidades verdiamarillas. Empleamos una hora y media en el recorrido y fue una clase de auténtico conocimiento del medio; una clase especial, de esas que –de vez en cuando- satisfacen mucho a los chicos.

2.- Hoy viernes, habíamos cambiado de registro y andábamos por los territorios más difusos del Máximo Común Divisor (m.c.d.) y del Mínimo Común Múltiplo (m.c.m.). Cansados ya de descomposiciones factoriales, de controlar exponentes y de otros cálculos, nos hemos puesto a pensar en otros significados para las siglas que estábamos manejando. El parón ha sido realmente fecundo y así nos hemos podido reír un rato imaginando que el m.c.m. pudiese significar Mariano Come Manzanas – Mariposas Comiendo Melocotones – Mañana Cogeré Melones – Marta Compró Margaritas – Melendi Canta Melodías y enterándonos además que Manolo Conoce Madrid...
Luego hemos hecho lo propio con el m.c.d., pensando que podría significar, por ejemplo, que María Cogió Diarrea – que Matemáticas Complican Destino – que Mañana Compraré Diez – que Miguel Comerá Dátiles y que Mamá Correrá Descalza...

3.- Para terminar de rematar la tarde y al hilo de las matemáticas y de algún chaval que quería salir a trabajar a la pizarra con el cuaderno, les he propuesto que pensaran en una situación un tanto surrealista: “pasearse por la calle arrastrando un cuaderno de matemáticas atado a una cuerda, como si se tratase de un perrillo faldero y pensar en que podrían decir algunas personas que, sentadas en bancos, vieran la escena”. Respuestas:

- ¡Me habrá sentado mal el vino!
- Tendré que dejar de fumar porque veo alucinaciones.
- ¿Será del riego?
- ¿Estaré soñando...?
- ¡Cada vez me estoy haciendo más viejo!
- ¡Cómo está la juventud de hoy día!
- ¿A ver si van a ser las gafas?

¡Y lo que nos hemos reído imaginando la situación y poniéndonos en la piel de los abueletes que veían al chaval tirando del cuaderno...!
El sol, a esas horas, empezaba a despedirse, incomodado por unas nubes que no le dejaban asomarse convenientemente. A pesar de eso, hemos reparado en que era viernes y que este día, cada semana, nos regala dos más de descanso y la oportunidad de ocupar parte de ese tiempo en leer un buen libro, comernos unas nueces, pasear por una arboleda y Mirar Con Mimo y curiosidad a nuestro alrededor.

2 comentarios

mariapilargarrido -

He recibido una carta de un exalumno del colegio Miguel Servet,con esta dirección.
Felicidades por este trabajo sobre el Huerto del colegio,que bien recuerdo.Un abrazo muy afectuoso para los alumnos de 6º,os sigo recordando, y si esto funciona nos pondremos más veces en contacto.Saludos a Merce,Ana y Daniel y para ti Mariano, mi" Enhoabuena" por seguir en la brecha con tanto ánimo.Maria Pilar

antonia -

has explicado todo muy bien,me gustó ir al huerto y también me gustó ponerme en la piel de esos abuelitos cuando vieron al niño con el cuaderno.