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Trilogía del Muchacho de Jón Kalman Stefánsson

Trilogía del frío o trilogía del muchacho: “Entre cielo y tierra” (189 páginas) “La tristeza de los ángeles” (316 páginas) y “El corazón del hombre” (382 páginas). Su autor: Jón Kalman Stefánsson. Publicados por Salamandra.

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Esto sucedió durante los años en que seguramente aún estábamos vivos. Mes de marzo, un mundo blanco de nieve...” Así comienza el primer libro.

Respondiendo a la sugerencia que recibí de mi amiga Silvia Luz de Luca, desde la Patagonia argentina, me centré la primera semana del confinamiento en la lectura de esta trilogía islandesa. El hecho de haber viajado con mi familia a ese país nórdico, hace dos veranos, aumentó mi curiosidad.

Todo transcurre, hace poco más de un siglo, en un poblado de pescadores de los fiordos occidentales de Islandia... El protagonista es “el muchacho”, quien queda consternado por la muerte de Bardur, su amigo, al olvidar éste la chaqueta que debería protegerle del viento gélido, pescando en alta mar, por quedarse absorto leyendo El paraíso perdido de Milton; mantiene relaciones complejas con Geirprúdur, una mujer de fuerte carácter, y realiza un viaje peligroso con Jens, el cartero que casi les cuesta la vida...

... Y me sumergí en una aventura de vendavales, nevadas, acantilados, fiordos, mares de hielo; tormentas brutales, bacalao (mucho bacalo), pescadores ahogados, casas de turba, vidas precarias, relaciones sexuales, alcohol, botes de remos o barcos con velas, comportamientos primitivos... Pero también en una narración poética, en la importancia de las palabras e incluso en la fuerza de las cartas manuscritas que pueden cambiar el rumbo de unas vidas... Y leyendo y, sobre todo, una vez concluido el tercer libro, veo al muchacho como una suerte de Jim Hawkins o un joven Ulises que vive una odisea plagada de peligros en su viaje por la vida. Un viaje emocional y físico que comprende aventuras de las que sale ileso, pero pagando un alto precio de amigos que mueren, de observación de la pobreza y la precariedad de la vida, de situaciones límite que lo ponen al borde de la muerte en varias ocasiones y ante un previsible y desfavorable desenlace final... El autor articula una narración usando un lenguaje cuidado, poético en muchas ocasiones, lleno de reflexiones filosóficas sobre la vida y sobre la muerte; sobre el uso y significado de las palabras que decimos o callamos; sobre el valor de la poesía y de los libros (presentes en todos los hogares, por humildes que fueran). Para que todo eso tenga sentido, coloca a los personajes en situaciones difíciles, en las que la generosidad, la compasión, la determinación personal, el criterio propio, la empatía..., pueden resolver momentos durísimos o salvar algunas vidas, aunque el precio que se pague no ahorre amputaciones, desesperación e incluso la muerte... El alcohol causa estragos en la vida de quienes lo ingieren con desmesura y eso genera violencia en las relaciones de pareja o en el comportamiento en general...

Hay mujeres valientes que se enfrentan a las convenciones de ese tiempo (finales del siglo XIX), como Helga y Geirprúdur enfrentada ésta a los poderosos de Lugar que no soportan su independencia; quien decide revelarse contra el maltrato de su marido, como Salvör, y quemar su granja con él -borracho- dentro, después de la última briutal paliza y huyendo con sus hijos pequeños, buscándose la vida. Hay personas como Andrea, a quien la recepción de una carta que le envía el muchacho le hace dejar la vida que llevaba al lado del pescador de corazón seco: Pétur y abandonarlo tratando de emprender otro camino y acabando en la casa de turba de Bjarni que quedó viudo y vive con su madre impedida y cuatro hijos pequeños. Hay viejos lobos de mar, como el capitán Kolbeinn que tenía una biblioteca de más de cuatrocientos libros, pero se quedó ciego y vive con amargura sus últimos tiempos, aunque el muchacho le lee por las noches de vez en cuando...Hay gentes como los caciques de Lugar (que así se llama el pueblo grande de pescadores): Fridrick o su hermano Tryggvi, ayudados por otros (Sigridur, el médico o el reverendo Porvaldur, algo atormentado con el sexo) que no están dispuestos a que nadie se salga de las normas tradicionales, aquellas que relegan a la mujer a tener que casarse, estar en casa y siempre a las órdenes y bajo la autoridad de su marido... Y hay muchos más personajes que se harán familiares con la lectura: Rakel y Oddur a quienes conseguirá unir el muchacho escribiendo una carta firmada por el segundo y dirigida a Rakel... Jens, el cartero, un hombretón que vive con su padre anciano y con una hermana que, en su inocente minusvalía, lo adora y que finalmente acudirá en busca de la nombrada Salvör para empezar otra vida. Ragnheideur, la orgullosa hija del cacique Fridrik, que viajará a Copenhague y con quien el muchacho vivirá un episodio final... Snorri y su modesta tienda que no puede competir con el colmado de Tryggvi o Skúli y su periódico “La Voluntad del Pueblo”, al que miran con recelo los poderosos...Y la chica del pelo rojo, madre soltera de una niña de tres años, con quien sueña el muchacho: Álfheidur...

Unos libros que invitan a una lectura tranquila para saborear su poética, su filosofía; invitan a detenerse y releer frases, párrafos, sentencias que merecen reflexión. Unos libros que, leídos en este mes de marzo tan desafortunado, destilan algo del frío islandés del que van sobradas sus páginas y se le mete a uno dentro. 

El autor (Reikiavich, 1963) fue pescador en su juventud y estudió Literatura, pero no terminó la carrera. Se ocupó de una biblioteca municipal durante unos años para después dedicarse a escribir a tiempo completo.

Y los tres libros, como ya he insinuado con anterioridad, están llenos de citas que invitan a la reflexión, sin duda. He elegido unas cuantas, de las muchas que podrían dar de si para conversar en un fórum sobre los tres libros o sobre cualquiera de ellos.

 

Del primer libro: 

..Los habitantes de este valle solo ven fragmentos de cielo. Sus horizontes son las montañas y los sueños”. (Pág. 80)

.. “La poesía es como el mar, un lugar profundo y oscuro, pero también azul y portentosamente bello, donde habitan muchos peces y criaturas de toda clase, no siempre buenas” (p.169)

.. “A lo mejor, el infierno de un ciego es una biblioteca...” (p.172)

.. “Quizá el objetivo del relato fuera resucitar a Bardur de entre los difuntos, penetrar en el reino de la muerte armado con palabras. Las palabras tienen el poder de los trols y la capacidad de derrocar a los dioses, pueden salvar vidas y destruirlas, Las palabras son las flechas, Las balas de rifle, las aves mitológicas que persiguen a los héroes, las palabras son los peces primitivos que descubren un secreto espantoso en las profundidades, son una red tan extensa que puede atrapar el mundo y abrazar el cielo, pero a veces no son nada, apenas unos harapos cubiertos de hielo, viejas fortalezas que la muerte y la desdicha destruyen sin esfuerzo”. (Pág. 176)

 

Del segundo libro:

.. El hombre se muere si le quitan el pan, pero si no tiene sueños se marchita”. (Pág. 23)

.. ¿Para qué sirve la literatura si no tienen el poder de cambiar el destino? Hay libros que son entretenidos pero que no remueven nada en las personas. Luego existen otros que te hacen dudar, que te dan esperanza, que amplían tu mundo y te enseñan lo que es el vértigo, Ciertos libros son esenciales, otros solo un divertimento”, dice el narrador (Pág. 26)

.. “Sin embargo, las palabras son una de las pocas cosas que tenemos a mano cuando todo parece habernos traicionado. Y tampoco olvides nunca algo que nadie entiende: que las palabras más insignificantes y las más inimaginables pueden, de un modo inesperado, soportar un peso enorme y alentar la vida para salvarla de los precipicios más vertiginosos”. (Pág. 37)

.. “Algunas palabras parecen soportar el poder demoledor del tiempo, es tan extraño, no se erosionan, probablemente queden un poco deslucidas, pero siguen ahí y conservan vidas desaparecidas hace mucho tiempo, conservan los latidos de corazones desaparecidos, el eco de las voces de niños desaparecidos, son los guardianes de antiguos besos. Algunas palabras son conchas en el tiempo, y dentro de ellas quizá esté tu recuerdo...”, le escribe el muchacho a Andrea (pág. 76).

.. “La muerte no trae consigo ningún consuelo, y en el caso de que este fuera posible, sucedería a lo largo de la vida. Sin embargo, nada hay tan mal valorado como la vida. Maldices los lunes, el mal tiempo, a los vecinos, maldice los martes, el trabajo, el invierno, pero todo desaparecerá en una fracción de segundo. Toda esa abundancia quedará reducida a nada y será reemplazada por las miserias de la muerte”. (Pág 121)

.. “Al ser humano le resulta muy saludable maldecir, es casi tan sano como rezar, y a veces más provechoso”. (pág. 283

 

Del tercer libro:

.. “La vida, como dice un libro clásico, se reduce a encontrar a otra persona con la que pasar los días y a prolongar luego esa coincidencia... Ya nacemos solos y morimos solos, resulta agotador vivir solo también” (Pág. 23)

.. “Los sueños son la luz que ilumina al hombre, la claridad que lo rodea como una aureola; en su ausencia sólo hay tinieblas.” (Pág. 69)

.. “Quien nunca ríe se transforma en piedra con el tiempo”. (Pág. 116)

Gisli, uno de los personajes del libro, hermano disidente de los nombrados más arriba como caciques de Lugar, director de la escuela, escritor y poeta, hombre culto aunque muy aficionado a la bebida dice: “Esta nación nunca será nada, dice en voz alta dirigiéndose a sí mismo, a la luz y a su bastón, si no está dispuesta  a priorizar la educación frente a la pesca, ni a creer en el poder del espíritu... Cree más en las manos que en el pensamiento, en el trabajo que en el espíritu y eso no le permite tener la paciencia necesaria para emprender grandes tareas”. (Pág. 139)

.. “Uno puede saber más que nadie, saber de la vida, ser capaz de describirla con palabras poderosas y de discernir causas y consecuencias, y no tener la menor idea de cómo conducir su propia existencia en el día a día”. (Pág. 144)

.. “Cada mañana se levanta un poco antes de las seis y estira el brazo para agarrar un libro, son poemas que lee en lo que tarda en abandonar el mundo de los sueños para entrar en la fragilidad del alba, uniendo así con un poema día y noche, sueño y vigilia, sin duda no hay mejor forma de despertar para el hombre”. (Pág. 157)

.. “Pero es agradable recibir una carta, saber que alguien se interesa tanto por ti como para tomarse el tiempo de sentarse y de escribir unas palabras, pensando en ti mientras redacta su misiva. Recibir una carta es señal de que existes, de que hay en ti más luz que tinieblas”. (Pág. 159)

.. “El muchacho le habló de Bjarni, ese hombre pausado e inquebrantable, de expresión un poco triste, le dijo que leía, que su padre había entrado en una casa en llamas para salvar algunos libros, esa gente tiene sueños, su corazón no es un pájaro muerto, ni tampoco un pedazo de bacalao seco”. (Pág. 254)

Pocas cosas cuentan tanto como recibir una carta. En las cartas habita una forma de proximidad, son capaces de abolir la distancia y son una compañía preciosa y duradera para el ser humano, pues siguen proporcionándole calor mucho tiempo después de haber sido leídas”. (Pág. 312)

.. O como está escrito en alguna parte: “El poder convierte a veces al hombre en un ser demoníaco, por eso los seres humanos pueden ser la peor plaga que existe sobre la tierra”. (Pág. 318)

“¿Dónde comienza la vida y dónde cesa la muerte, sino en un beso?” (última línea de la última página del tercer libro)

 

25 de marzo de 2020. Fiesta de Escanilla

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