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Postales de abril

.. VOCABULARIO RARO. Hay palabras que se nos alojaron en alguna parte (aunque no sepamos decir dónde) y que de vez en cuando vuelven a nosotros como fantasmas del pasado. A mí me ha pasado hace un rato con “estribaciones”. Recuerdo que en algunas clases de geografía, el profesor y el libro de texto se referían a las estribaciones de una cordillera o de una montaña y ya entonces encontraba extraña la palabra; ahora me pasa igual al evocarla y aunque el diccionario tiene preparada una explicación, sigue siendo una de esas palabras ante las que puedes exclamar “¿Qué cojones debe significar estribaciones?” (el uso de la palabra malsonante está justificado por necesidades de la rima, que quede claro).

Por una parte, podría parecer que tiene que ver con “estripar” (como decíamos en mi pueblo)...; y entonces las “estripaciones” sería lo que hacían nuestros familiares adultos cuando les sacaban las tripas a pollos, conejos o gallinas, antes de guisarlos en la cazuela o al cerdo durante la matanza... También podría tener que ver con la afición más conocida del famoso Jack “el destripador”, aunque el tipo desarrollara su actividad fuera de nuestro país... e incluso puede sonar a enfermedad o mal formación, según el contexto: Tengo unas “estripaciones” en el bajo vientre (no en el “Bajo Cinca”) que no me dejan tranquilo... Y eso hubiera tenido sentido y tal vez puntos de anclaje en nuestras mentes en formación..., pero hete aquí que se trataba de una cosa que tenían las montañas y cordilleras, cuando te aproximabas a ellas...

Total que yo, que he nacido en Labuerda, y que encontraba rara la palabrita, ahora caigo que soy de un pueblo que se halla situado en las estribaciones del Pirineo central, ¿o no?. ¡Vivir para ver! (14 de abril)

 

.. EL HOMBRE QUE PLANTABA ÁRBOLES/ LA MAESTRA QUE SEMBRABA IDEAS. Me acabo de comprar un nuevo ejemplar (tengo varias ediciones) del libro de Jean Giono: “El hombre que plantaba árboles”. Se trata de la edición de Duomo ediciones que incorpora una doble página desplegable al principio y otra al final. Las ilustraciones son de Joëlle Jolivet. No conocía esta edición y nos la mostró, Antonio, el pasado sábado, cuando contaba la experiencia educativa del colegio de Alpartir.

Siempre me gustó ese primer párrafo de la novela, que reproduzco debajo (y que en cada edición tiene una traducción diferente, con distintos grados de fortuna) porque quienes nos hemos dedicado a la enseñanza/educación durante muchos años, también hemos sido sembradores o plantadores de ideas, actitudes, estrategias, conocimientos... confiando en que en la “tierra fértil” (es decir, el interior de cada niña, de cada niño) crecerá en el futuro algo memorable. Pues eso, que buenos días y buen fin de semana.

Para que en el carácter de un ser humano se desvelen cualidades verdaderamente excepcionales hace falta tener la buena fortuna de poder observar sus actos durante muchos años. Si esos actos están despojados de todo egoísmo, si la idea que los guía es de una generosidad sin parangón, si hay certidumbre absoluta de que no han buscado recompensa alguna y de que además ha dejado marcas visibles en el mundo, entonces se está, sin riesgo de error, ante un carácter inolvidable.” (17 de abril)

 

.. CORRESPONDENCIA. Esta mañana, al llegar a Labuerda y recoger la correspondencia de las dos últimas semanas, me he llevado una gran alegría. Todos los sobres que había recibido contenían documentos de interés: Rosa Serdio, con sobre acolchado me envía un libro que leeré (“Camino a la escuela” de Marie-Claire Javoy); un surtido de sellos españoles, de Portugal y de la India y 36 marcapáginas de la Editorial Ekaré. Agustina Cobos, en sobre apaisado, me hace llegar una carta manuscrita, de las que emocionan y nos hacen más humanos, je, je. Esas cartas que suelo escribir yo, pero que tan pocas veces recibo… Desde Blesa (Teruel) –y nada que ver con el degenerado cazador de tarjetas del mismo apellido- recibo los dos últimos ejemplares de la estupenda revista semestral que hacen en ese pueblo turolense: “El hocino”, publicada por la Asociación Cultural del mismo nombre. Enrique Satué me envía un ejemplar de un libro titulado “Ajedrezado jaqués”, con el siguiente subtítulo: “La tradición oral del piedemonte de Oroel, según Eleuteria Blasco Ara”. Un documento interesante, configurado por un avezado etnógrafo como Enrique… Por último, un sobre de PEONZA anunciaba la llegada del número 112 de la revista-libro que hacen los amigos cántabros, en la que en esta ocasión, colaboro con un pequeño artículo de cuatro páginas… Gracias a quienes he nombrado por sus deliciosos envíos. Y así queda explicado ese sentimiento de alegría con el que iniciaba este texto. El intercambio de correspondencia y de materiales diversos es siempre una práctica festiva y muy estimulante. Salud que no falte… (19 de abril)

.. Partido de Primera Regional entre la Peña Fragatina y el Valfonda. Los jugadores de la Peña saltan al campo y se fotografían con una camiseta blanca en la que han impreso un mensaje en letras verdes: “Ánimo Roa”, jugador que ha tenido algunos problemas de salud y que se hallaba en el campo en fase de convalecencia y recuperación. Antes del inicio, se guarda un minuto de silencio por el fallecimiento hace unos días de un jugador del Gallur (Zaragoza). En el minuto 2, Álvaro abre el marcador finalizando brillantemente una jugada de la delantera. A mediados de esta primera parte, Coronas (o “Coro”, como lo llaman sus compañeros) marca el segundo rematando (con la derecha) también una buena jugada del equipo y un pase paralelo a la línea del área pequeña. 
En el descanso se produce el sorteo habitual y nos toca (por segunda vez en la temporada) el jamón (me libro, en el sorteo a cara o cruz, del “chute peñero”; éste le toca hacerlo a Daniel Barrafón, amigo de Daniel, a quien deseo suerte, pero que al final no tiene la suficiente para marcar el gol desde medio campo). Seguidamente, se homenajea a los jugadores de baloncesto de Peña Fragatina que han quedado primeros en la Liga correspondiente y subido de categoría para el próximo año. Los de fútbol les hacen el pasillo y salen al centro del campo para recibir los aplausos del público. Seguidamente, los componentes de las dos secciones se hacen la foto de familia.

A los pocos minutos de iniciada la segunda parte, comienza a llover y cae una tormenta de cuidado, dando la sensación durante unos minutos de que igual hay que suspender el partido. Finalmente, sale un esplendoroso arco iris, el partido sigue y llegan dos goles más. El tercero lo marca Javi González “Quillo” y el cuarto merece comentario aparte. El “8” (“Coro”) recibe un despeje en medio campo; realiza un control orientado, dos paredes en carrera vertical (con Carlos y Quillo) y finalmente cruza el balón de disparo con la zurda: ¡Golazo! Y con aplausos del público y de los jugadores desde el centro del campo, finaliza esta tarde de fútbol. Peña 4 - Valfonda 0. 

(Crónica dedicada a mi amiga Irene Buil, con quien he hablado antes de salir hacia el campo por teléfono y me ha preguntado: “¿Harás la crónica del partido?” Creo que le he contestado: “Sí, y un jamón”, pues ahí lo tienes, je, je.: el jamón y la crónica (o viceversa), je, je.) – 26 de abril

.. EN HUESCA. Ayer por la mañana estuve en Huesca y me encontré con José Manuel Abad y Fernando Sarrato: dos maestros retirados, como yo. Si hubiéramos trabajado en la universidad, seríamos “eméritos”; como trabajamos en la escuela y el instituto parece como si fuéramos “sinméritos”; pero nada más lejos de ello. Los tres podríamos dar algunas clases de cómo se llega a una edad respetable, después de una larga travesía, sin perder el sentido del humor (cada día más necesario para vivir en esta especie de jungla en la que nos han metido, de un tiempo a esta parte). En definitiva, algunas clases de pedagogía del sentido común y de vida.

En compañía de Daniel, que se incorporó un poco más tarde, nos dirigimos al “Parque Mártires de la Libertad”; un espacio ciudadano, de la memoria, inaugurado a finales del pasado año y que sorprende por sus dimensiones, por su función y por quienes lo han impulsado. Es un parque grande, en un terreno conocido con el nombre de “Cerro de los mártires”; es decir, no es un espacio pequeño en una zona poco visible; es un espacio que invita a pasear, a correr... y a recordar. No está en el centro de la ciudad, pero desde la cima se divisa la ciudad entera. Su función es recuperar y perpetuar la memoria de los hombres y mujeres que fueron cruelmente asesinados por falangistas y franquistas (entre julio de 1936 y enero de 1945), y cuyos nombres están grabados en grandes placas metálicas, rodeando el monolito central; escoltados por dos placas con leyendas similares, como puede verse en las fotos: una, “firmada” por el Ayuntamiento de la ciudad y el Círculo Republicano Manolín Abad y la otra por la CNT. La tercera sorpresa es que, siendo el de Huesca, ayuntamiento del Partido Popular, haya tenido la sensibilidad y el coraje de impulsar un espacio como éste, lo cual debe reconocerse como un logro de la alcaldesa Alós. A estas alturas, andar mareando con la búsqueda de los huesos de Cervantes, sin cerrar el vergonzoso y lacerante capítulo de los muertos republicanos de las cunetas, es una afrenta insoportable. Por eso, sorprende favorablemente que en algunas ciudades se haya conseguido el consenso suficiente para reconocer –directa o indirectamente- unos hechos lamentables y dignificar los nombres de quienes padecieron la brutalidad asesina del fascismo-franquista. Tal vez la palabra “mártires” en el nombre de la instalación chirría un poco, por el uso que se ha hecho en fachadas de iglesias y otros lugares, referidos siempre al mismo bando..., pero es ése un asunto menor que no le quita ni un ápice de valor a esa instalación monumental, que según desde dónde se mira (y salvando todas las distancias), recuerda a las pirámides mayas.

Ahí dejo unas fotos de ese espacio de la memoria que visitamos ayer, en compañía de un viento fortísimo, de un sol poderoso y de unas nubes que adornaban con pericia el horizonte. (28 de abril)

1 comentario

José Mª Salas -

Mariano,
Cuando he comenzado a leer he pensado, por un momento, que te ibas a referir a "sincopar" que también parece rebuscada. Con lo fácil que resulta decir abreviar o acortar va y me sale "sincopar".