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"Meacuerdos" santanderinos

Joe Brainard escribió a mediados del pasado siglo un libro de notable éxito, con el título de “I REMEMBER”, en el que hacía un repaso exhaustivo a su vida y escribía breves “recuerdos”. Todos comenzaban de la misma manera: “Me acuerdo de…” El pasado 15 de diciembre, les sugerí a los alumnos y alumnas de 4º C de la Facultad de Educación de Santander que seleccionaran cinco recuerdos personales y los copiaran en una cuartilla. Lo que sigue es la lista que he confeccionado copiando todos los que se escribieron aquella mañana.

 Digo yo...

“Me acuerdo que me hice fumador de “Celtas” cuando estudiaba 1º de Magisterio. Me acuerdo que, en ese curso, estábamos separados los chicos de las chicas. Me acuerdo que al año siguiente se hicieron los grupos mixtos. Me acuerdo que tuve que arreglármelas para desaparecer de la clase de gimnasia cuando había que saltar el plinto. Me acuerdo que la Venus de Milo me la dibujó, del natural, mi amigo Manolo...” - (Macoca)

 Y dicen los alumnos y alumnas:

Me acuerdo de las aventuras pasadas que compartía con mi prima, “gamberradas”, travesuras, etc. Me acuerdo cuando tenía apenas seis años, de los partidos de fútbol con los compañeros, los sábados por la mañana. Me acuerdo de las aventuras en el pueblo, todo el día con la bici, sin aparecer por casa. Me acuerdo de los “donuts” que me compraba mi abuelo, cada vez que le visitaba. Me acuerdo de cuando mi abuela me cuidaba, cuando era muy pequeño. Me acuerdo de lo contenta que me puse cuando nació mi hermano pequeño. Me acuerdo de las mañana de los sábados de mi infancia, cuando mi abuela me llevaba al parque y dábamos de comer a los patos. Me acuerdo de lo bien que nos lo pasábamos cuando nos íbamos toda la familia de vacaciones en verano. Me acuerdo de lo feliz que me puse cuando mi tía me dijo que si quería ser la madrina de mi prima. Me acuerdo de lo emocionante y bonita que fue mi graduación del colegio en la que todos los compañeros de siempre nos separábamos para comenzar la vida universitaria. Me acuerdo de cuando jugué mi primera final de baloncesto, en categoría alevín, la cual ganamos.  Me acuerdo de una final en categoría cadete, cuando a falta de tres minutos perdíamos de 10 puntos. Remontamos y ganamos la final. Fue impresionante. Me acuerdo de un día de las fiestas de mi pueblo el pasado verano. Buen tiempo, amigos que hace tiempo que no veías, buen ambiente… Fue estupendo. Me acuerdo de los veranos que me pasaba en casa de mis abuelos, donde me quedaba a dormir con todos mis primos en una cama de 90 cm. Me acuerdo de mis vacaciones en Salou; eran las primeras vacaciones para mi hermana pequeña. Me acuerdo de las fiestas de navidad con mi familia; en especial del día de Reyes. Me acuerdo de mi abuela que me cantaba muchas cosas. Me acuerdo de las tardes de invierno jugando con mi hermana en casa, al lado de la lumbre. Me acuerdo de la vez que “me pasaron” a bolígrafo, en 2º de educación primaria, en el colegio. Me acuerdo de las tardes de sábado tan divertidas que pasaba con mis padres, mi hermana y mis tíos. Me acuerdo del día que conocí a mi novia. Me acuerdo de los abrazos que recibo en mis visitas al colegio de prácticas. Me acuerdo de la alegría que me llevé al ver ganar al Madrid la décima copa de Europa. Me acuerdo de las vacaciones y veranos pasados con mi novia. Me acuerdo de cada uno de los buenos momentos que he pasado en mi vida con mi padre. Me acuerdo del primer día que vinimos a la universidad y entramos al piso de estudiantes: nos equivocamos de edificio y nos abrió un joven, recién levantado y en pijama, al que no conocíamos de nada. Me acuerdo del Campeonato de España de patinaje artístico de este año porque fue intenso, en cierto modo decepcionante y a la vez muy divertido, ya que mis compañeras vinieron a verme. Pasamos un fin de semana genial, en Madrid. Me acuerdo de mis vacaciones en Huelva. Me acuerdo de los miles de aventuras que hemos vivido en el pueblo, con todos los primos y los amigos. Me acuerdo de mi abuela y de mi tío en estas fechas porque desgraciadamente ya no están aquí y siempre pienso en ellos. Me acuerdo de cuando recité un poema de Lorca en su casa natal, en Fuentevaqueros. Me acuerdo de Madrid, del Rey León, en la mejor compañía. Me acuerdo de la música, de tantas canciones tocadas. Me acuerdo de esas tardes, inmersa en la piscina de bolas. Me acuerdo de aquellas excursiones a Liérganes, en Educación Infantil, a comer chocolate y churros. Me acuerdo de que cada día, al salir de clase, mi abuelo me compraba un paquete de “aspitos”. Me acuerdo de las noches en familia, viendo juntos el Grand Prix. Me acuerdo, cuando era pequeña, de los cuentos que mi madre me contaba todas las noches antes de dormir. Me acuerdo de aquellos días (tardes) en las que bajaba a jugar a los tazos, al escondite…, con mis amigos. Me acuerdo del primer viaje de fin de curso a Italia, con todos mis compañeros. Me acuerdo del día que empecé en la Universidad, que parece que fue ayer y ya se ha acabado… Me acuerdo de cuando iba con mi abuela al parque y hacía ramos de margaritas. Me acuerdo del colegio, de muchos profesores y compañeros de los que guardo muy buen recuerdo. Me acuerdo de tantas cosas buenas y malas que me cuesta elegir un último “me acuerdo”. Me acuerdo cuando en el colegio ganábamos todos los partidos de fútbol contra otras escuelas. Me acuerdo de cuando mi hermana y yo calculábamos el tiempo de los viajes en coche en películas de Disney. Me acuerdo de los nervios y el miedo del primer día de instituto. Me acuerdo de la primera salida por la noche. Me acuerdo de la primera canción que logré tocar al piano. Me acuerdo del verano pasado, lo bien que me lo pasé en San Fermín, Mallorca, el pueblo, etc. Me acuerdo de todo lo que me pude reír el viernes, cuando al principio no pintaba nada bien. Siempre que salgo con mi hermano y sus amigos, son noches fantásticas, aunque nos llevemos cinco años. Me acuerdo de los vídeos que tengo con mis hermanos de pequeños y de todas las picias que le hacíamos a mi madre. Me acuerdo del nacimiento de mi hermano. Me acuerdo de cuando jugaba al fútbol de pequeño. Me acuerdo de cuando iba con mi familia a la piscina en verano. Me acuerdo de los amigos del colegio e instituto que hace tiempo que no veo. Me acuerdo de la inmensa alegría que sentí cuando gané mi última liga con el equipo de baloncesto en el que he jugado toda mi vida: C.B. Solares. Me acuerdo del día que nació una de las personas más importantes de mi vida: mi hermana. Me acuerdo de mis vacaciones en París, el verano pasado. Fueron apasionantes. Me acuerdo de mis días de playa con mis amigos, donde nos reencontramos todos y disfrutamos de nuestra compañía. Me acuerdo del día que me hice mayor de edad. Fue una experiencia única.  Me acuerdo de las tertulias que tenía con mi abuela. Me acuerdo del día que me dijeron que iba a ser tía por primera vez. Me acuerdo de cuando me fui de vacaciones con mis amigos. Me acuerdo de lo contento que me ponía cada vez que mi madre iba a buscarme al colegio, cuando yo normalmente regresaba a casa en autobús. Me acuerdo de lo fácil y divertida que era la vida en la etapa de primaria. Me acuerdo de todos y cada uno de los partidos de fútbol que he jugado cuando era pequeño. Me acuerdo de cuando falleció una de mis mejores amigas. Me acuerdo de cuando no llevaba los deberes hechos a clase; siempre conseguía librarme de la bronca. Me acuerdo de lo mal que me llevaba con algunos de mis compañeros. ¡Qué habrá sido de ellos! Me acuerdo de que siempre era la última en salir del vestuario cuando íbamos al gimnasio. Me acuerdo de una excursión que hicimos a Donosti, mis padres, mi hermana y yo. Me acuerdo de la salida al museo de ciencias, al que no fui porque tenía un examen en el conservatorio. Me acuerdo de aquel profesor que marcó mi infancia y que fue el motor para que hoy esté estudiando. Me acuerdo cuando tenía seis años y fui por primera vez a ver un partido de fútbol. Me acuerdo cuando de pequeño jugaba  con mi hermana a las profesiones y cada una defendía la suya, con uñas y dientes. Me acuerdo de la excursión en la que conocí a una gran amiga. Me acuerdo de pasear con mis abuelos por las calles de Santander y disfrutar cada momento con ellos. Me acuerdo de mi estancia en Escocia, como una locura de año. Me acuerdo de mi compañera de piso de Salamanca, subiendo juntas un colchón recogido en la calle, en el ascensor de nuestra casa. Me acuerdo de la vez que salté en paracaídas. Me acuerdo de la primera vez que canté en público. Me acuerdo de las excursiones familiares al monte. Me acuerdo del primer beso en la playa. Me acuerdo del calor de su cuerpo abrazándome. Me acuerdo de los domingos de lluvia en familia, viendo películas, los seis en el sofá, tapados con las mantas. Me acuerdo de los paseos con mi abuelo caminando por el pueblo, por el campo, contándome historias y leyendas. Me acuerdo de los ratos agradables que pasaba con mi abuela y de los cuentos que me contaba. Me acuerdo de los recreos de la escuela donde todos los compañeros nos divertíamos juntos. Me acuerdo de la ilusión con la que iba a la “cabalgada” de los Reyes Magos y el nerviosismo con el que esperaba los juguetes. Me acuerdo de las fiestas del pueblo en las que jugábamos a tirarnos con espuma y a correr mientras las personas adultas bailaban. Me acuerdo de los abrazos y de las veces que le decía a mi madre “te quiero”. Me acuerdo del día en que nació mi prima, con la que “me llevo” 19 años. Me acuerdo del día en que visité Polientes con mis compañeros. Me acuerdo de la sensación de plenitud que sentí el día que en que conocí a mi pareja. Me acuerdo de las últimas navidades antes del fallecimiento de un ser querido. Me acuerdo de lo bien que me lo pasaba en los torneos nacionales que iba a jugar con mi equipo de fútbol. Me acuerdo del día que mi hermana me dijo que iba a ser tío. Me acuerdo cuando jugaba en el patio de mi primer colegio. Me acuerdo del día que me fui de vacaciones con mis amigos. Me acuerdo de las sensaciones que experimenté en mi primer concierto. Me acuerdo del ejemplo de mi padre. Me acuerdo de lo bien que lo pasaba jugando a balonmano, cuando era un niño. Me acuerdo de mis vacaciones de los 18 años. Me acuerdo del día que nació mi sobrina. Me acuerdo de cuando era pequeña, estaba en parvulitos y mi tía me fue a buscar con un conejo que le había pedido. Me acuerdo de la mejor mascota que he tenido durante 21 años, mi loro Pollie. Me acuerdo del primer amor de niños. Me acuerdo de las historias de mi abuelo. Me acuerdo de cuando mi profesor de primer ciclo me tiraba del pelo cuando no hacía los deberes. Me acuerdo de la vergüenza que sentí el primer día de la carrera cuando llegué tarde a clase. Me acuerdo de la primera clase que di como profesor. Me acuerdo del día que nació mi hermano. Me acuerdo de mi maestra de párvulos, María Jesús, de su dulzura y amabilidad. Me acuerdo de los concursos de “velocidad lectora” que hacíamos en el cole años atrás. Me acuerdo de mi perro Chispas y del cariño que le prodigué durante años. Me acuerdo de las casetas que fabricábamos en el prado de una vecina. Me acuerdo del sonido del heladero al pasar por casa de mis abuelos y de las 100 pesetas que mi abuelo me daba para comprar chucherías. Me acuerdo que iba al pueblo en Navidad y jugaba con mis primos. Me acuerdo de cuando era muy pequeña en el colegio y de cómo me gustaba que cantáramos todos juntos. Me acuerdo de las cosas a las que jugábamos cuando era pequeña: al escondite, a la comba, a la goma… Me acuerdo de cuando vivíamos todos juntos en casa: mis padres y mis hermanos. Me acuerdo mucho de lo feliz que fui durante mi infancia. Me acuerdo de las tardes con mi primo y mi hermano jugando a la play. Me acuerdo del día que aprendí a hacer snow. Me acuerdo de mi querido perro. Me acuerdo de mi primer huevo frito. Me acuerdo de mis sueños de niño. Me acuerdo del lugar de donde procedo. Me acuerdo de cuando nació cada uno de mis sobrinos. Me acuerdo de la primera vez que pisé el desierto. Me acuerdo de los primeros ensayos de teatro. Me acuerdo de un atardecer muy especial, el más bonito, el más rojo. Me acuerdo de la última vez que te vi. Me acuerdo de cuando volé y vi las nubes por primera vez. Me acuerdo del último viaje a Berlín. Me acuerdo de cuando me asomé por primera vez a una calle de Manhattan. Me acuerdo del camino de Santiago, en bici, desde Francia. Me acuerdo de las risas en familia, durante las comidas. Me acuerdo de mi primer campeonato de España de voleibol. Me acuerdo de esos veranos en el camping de San Pelayo. Me acuerdo de esas tardes en el parque jugando y corriendo con los amigos. Me acuerdo de los primeros amores siendo unos enanos. Me acuerdo de la primera vez que fui a los Campos de Sport del Sardinero. Me acuerdo de cuando terminé de escribir mi primera historia. Me acuerdo del momento en el que compré el último libro de la saga de Harry Potter. Me acuerdo de la primera Nochebuena con mi padre. Me acuerdo del momento en el que supe que iba a entrar en la Universidad en la carrera que quería. Me acuerdo de los nacimientos de mis ocho sobrinos. Me acuerdo de mis juguetes y juegos de infancia: las muñecas, barbies, comba… Me acuerdo de mi profesor de 5º y 6º (el mejor) y sus bromas y buen rollo. Me acuerdo del día que conocí a mi novio. Me acuerdo de las bodas de mis hermanos. Me acuerdo del olor de la plastilina y pinturas de mi cole inundando los pasillos. Me acuerdo de mi primer día de clase en la Universidad. Me acuerdo de mis amigas de infancia jugando por el pueblo. Me acuerdo de la sesión de Mariano Coronas en el máster del CEPLI.

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