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UNA BIBLIOTECA REVOLUCIONARIA

He recibido estos días un ejemplar del número 183 de la revista Educación y Biblioteca. Un ejemplar, remitido por su directora Marta Martínez, en el que se anuncia el cierre de la revista. Pensar en ese hecho –el cierre-, como ya lo he expresado en mi Cadiera y en el blog de la biblioteca escolar me produce rabia y desazón porque la aportación de esta publicación al mundo bibliotecario (incluido el escolar) ha sido extraordinaria y su desaparición es, por tanto, una malísima noticia.

Y es curioso, que este último número, interesante como siempre, con un especial fantástico dedicado al gran ilustrador Miguel Calatayud, recoja el nacimiento de algo nuevo. Me refiero a un precioso artículo: “Biblioteca de Acampada Sol. Una biblioteca para la revolución”, con un título bien expresivo, evocador y “cañero”, como dirían ahora. Defunción de una revista, nacimiento de una biblioteca… Contrastes de la vida.

He leído el artículo y sin ningún permiso en regla (tampoco el de la “modélica” SGAE), me he entretenido un rato en teclearlo casi completo para ayudar en su difusión. Para que quienes pasan por este blog y no tienen oportunidad de leer Educación y Biblioteca, puedan disfrutar de esta experiencia, incluida en ese movimiento 15-M que ha levantado muchas esperanzas y que cociéndose poco a poco reaparecerá con fuerza en el futuro próximo. No tengo nada más que añadir, lean el artículo que sigue:

 

La biblioteca de la acampada Sol

 Para continuar en la Plaza es necesario resolver la vida de las personas que pasan por allí, que se quedan, que aportan, que piensan, que dialogan, que llegan a consensos. Se necesita continuar haciendo política y la política se ocupa de asegurar la vida en su sentido más amplio. En este contexto de sostenimiento de la vida humana es donde aparece la Biblioteca de la Acampada Sol. ¿Por qué? Porque allí las personas necesitan leer. Necesitan leer libros, periódicos, revistas, folletos, poemas sueltos…

 Así constatamos que la idea de la Biblioteca surge de forma espontánea y en diversos puntos de la Plaza casi al mismo tiempo, hasta cristalizar en algo tangible el sábado 21 de mayo, día de la jornada de reflexión. Días atrás ya se hablaba de la necesidad de un lugar de estudio para los jóvenes que en estos momentos están de exámenes; por otro lado, en la Comisión de infraestructuras empezaban a presentarse personas que en lugar de donar lonas o madera, querían dejar libros. Esta situación comenzó a canalizarse a través de la Comisión de Documentación y Archivo, pero pronto se comprobó la necesidad de crear una biblioteca autónoma; igualmente sucedió en Infantil (guardería), donde empezó a plantearse la necesidad de que los niños tuvieran recursos de lectura a su alcance.

 Con el nacimiento de la Biblioteca (adultos e infantil) por fin pudo canalizarse ese afán de lectura que era paralelamente solventado con las donaciones de libros,  prensa, folletos, poemas sueltos, etcétera, que personas anónimas no cesaban de aportar. Puede resultar indicativo que durante la primera semana de vida de la Biblioteca se donaron más de dos mil libros. No ha habido, por tanto, ningún proceso ni criterio de selección. Todas las donaciones han sido recogidas de forma entusiasta. Muchos de los libros son autógrafos. Sus autores los han dedicado al Movimiento del 15 de Mayo. También lo han hecho los donantes anónimos, dando lugar de esta forma a una colección única no tanto por los libros en sí, sino por el sentido simbólico y de cohesión que contiene.

 La organización de la biblioteca se ha realizado por materias (política, historia, economía, literatura…). La estrategia a seguir ha sido la de irnos adaptando al ritmo de las donaciones, abriendo nuevas materias o modificándolas cuando fuera necesario. Debido al fuerte ritmo de trabajo, se tomó la decisión desde el principio de colocar en el tejuelo las tres primeras letras de la materia y el número currens respectivo. Al principio los tejuelos fueron manuscritos, pero al poco tiempo empezaron a ser impresos. Los libros se colocan en estanterías que han fabricado personas que trabajan en la Comisión de Infraestructuras, o en las estanterías que nos donan personas anónimas. Vamos creando un catálogo manual, con registros que incluyen el título del libro, su autor y la signatura. Este catálogo se va incorporando después, poco a poco, a un documento digital que todas las personas que trabajos en la biblioteca compartimos en red y que podemos editar simultáneamente. Se está trabajando también para poder empezar a volcar lo antes posible toda esta información en un Sistema Integral de Gestión Bibliotecaria (SIGB) basado en software libre.

 Las funciones de la Biblioteca de Acampada Sol son las siguientes: 1. satisfacer las necesidades lectoras de todas las personas y fomentar la lectura, 2. Promover el acceso a la información plural, 3. Ser un canal de desarrollo del pensamiento crítico de todas las personas, 4. Ser un cauce para todo tipo de expresión artística y cultural.

 Entre los servicios de la Biblioteca podemos destacar los siguientes: 1. Lugar de lectura (infantil y adultos), 2. Hemeroteca y ludoteca, 3. Información y referencia, 4. Formación de usuarios y bibliotecarios, 5. Extensión cultural y 6. Amplio horario (tan amplio que es de 24 horas).

 No se está gestionando de momento el préstamo a domicilio por las dificultades derivadas de la arcaica organización y del proceso técnico. Invitamos a las personas a leer en la propia biblioteca, aunque quien ha necesitado llevarse el libro un poco más lejos y ha indicado su compromiso de devolverlo ha obtenido una respuesta positiva. Queremos seguir confiando los unos en los otros, aunque queremos hacerlo de forma compatible con la unidad e integridad de la colección. (…)

 También tratamos de proyectar la Biblioteca lo más posible a través del blog “Bibliosol” (http://bibliosol.wordpress.com/) donde informamos de las actividades de extensión cultural. (…)

 Ante las lluvias prolongadas que se están dando en Madrid, son decenas las personas que se han ofrecido voluntarias para cedernos un espacio en su casa o en su local para almacenar provisionalmente los libros. Y respecto al futuro de la colección con también muchas las instituciones (sobre todo universitarias), asociaciones y centros sociales ocupados que se han prestado a alojar la colección. (…)

 Respecto a las personas que aportamos nuestro granito de arena en la Biblioteca, tenemos que decir que somos voluntarias, lo que llamamos participantes. Algunos somos profesionales de las bibliotecas, otros no; algunos tenemos conocimientos en biblioteconomía, otros no; Algunos somos estudiantes de ingeniería de minas o de historia, algunos estamos haciendo un máster en guión o en documentación, algunos estamos terminando la carrera de biología o la de historia, algunos somos parados y nos desahuciaron de nuestras casas hace ya un tiempo. (…)

Nos hemos convertido en bibliotecarios revolucionarios y nos encantaría ponerlo en nuestro currículum, porque es probablemente el trabajo del que estamos más orgullosos. Recibimos a cambio el altruismo de quienes donan los libros, el asombro de los que hacen las fotografías de la biblioteca y, sobre todo, el cariño de los que se sientan a leer; todos ellos son personas que entienden lo que significa que la revolución disponga de biblioteca. Engordamos diariamente kilos y kilos de entusiasmo. Eso es lo que nos pasa, que estamos entusiasmados. Y como ha recordado Eduardo Galeano hace tan solo unos días, esa palabra que procede del griego, ‘entusiasmados’ significa que llevamos a los dioses dentro.

 (Parte del artículo publicado en el número 183 de la revista Educación y Biblioteca, correspondiente a los meses de mayo/junio de 2011, pp. 24-27)

2 comentarios

Mariano -

Un abrazo, Agustina:
Siempre resulta agradable que haya coincidencias ideológicas y emocionales con aquellas personas con las que nos relacionamos.
Yop también, como tú, hago votos para que ese movimiento recién nacido tome cuerpo e impulso. Es necesaria una regeneración de muchas cosas.
Buen verano, amiga.

agustina -

¡Qué hermoso artículo, Mariano!
Siento, como tú, que muera una revista que tanto nos ha ayudado en el tiempo que hemos tenido la suerte de leerla y a la que vamos a añorar...¡qué pena que se acabe algo tan bien trabajado!
En cuanto a la biblioteca de sol, es emocionante tanto entusiasmo.
Algo muere y algo nace; esperemos que lo que nace pueda continuar
Un abrazo