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EL MES DE LA BIBLIOTECA ESCOLAR

Desde hace ya unos cuantos años, el mes de noviembre lo tomamos como una extensión natural del Día de la Biblioteca (24 de octubre) y a lo largo de ese tiempo, prolongamos la primera actividad del curso escolar, organizada desde la Biblioteca Escolar. Solemos tomarnos –también desde hace mucho tiempo- la organización y funcionamiento de la biblioteca con mucha naturalidad. Tratamos cada año de ofrecer novedades en la programación de las actividades y, aunque mantenemos un protocolo de actuación más o menos parecido (con objeto de rentabilizar personas y esfuerzos), siempre buscamos una variante novedosa que sorprenda o que permita pensar que estamos transitando un nuevo camino, no explorado hasta el momento.

Precisamente ese es el reto más atractivo, la posibilidad de abordar un tema nunca antes considerado y diseñar estrategias que incluyan la posibilidad de diseñar materiales nuevos o transitar caminos inexplorados hasta el momento… Si el reto es mirar con cuidado una amplia muestra de libros maravillosos o leer y reflexionar ante las propuestas humorísticas de dibujantes notables que alumbran viñetas críticas sobre –en este caso- el libro y la lectura, cumplimos ya con esas exigencias autoimpuestas y con esas expectativas.

 

Los caminos que conducen a la lectura, al aprecio de los libros como pequeños (o grandes) objetos que guardan en su interior mundos por descubrir, son variados y es conveniente recorrerlos en distintas direcciones, bajo diferentes excusas… La biblioteca escolar de un colegio puede ser un excelente lugar de encuentro habitual y estrecha relación entre las criaturas y los libros, por eso es conveniente explorar todas sus potencialidades y no dejar de animarla. Ningún lector o lectora suele transitar idénticos caminos para acercarse a los libros; unos vienen de casas con pequeñas bibliotecas familiares; otros están acostumbrados a ver a su padre y/o su madre leyendo con relativa o con mucha frecuencia; hay quien no ha visto nunca libros en su domicilio y tampoco ha podido almacenar imágenes de familiares leyendo libros, periódicos, revistas… En la biblioteca escolar pueden encontrar el ambiente adecuado para iniciarse, para descubrir, para tomar un libro y explorar su interior, realizando un viaje con la imaginación o a través de la adquisición de nuevos conocimientos.

 

EXPOSICIÓN DE VIÑETAS HUMORÍSTICAS

 

Durante el mes de noviembre, en la biblioteca escolar del CEIP Miguel Servet, hemos servido dos menús que abundaban en todo ello. Por un lado, hemos expuesto una colección propia de viñetas humorísticas sacadas de la prensa diaria, y referidas a los libros y la lectura. Todo ello, dispuesto en expositores acristalados y bajo el título de “Para la lectora y el lector, un poquito de humor…” La pretensión era proponer una mirada nueva y fresca hacia documentos especiales: una viñeta suele tener dibujos y textos breves. Esas viñetas no producen carcajadas; sí una sonrisa y ofrecen un guiño a la reflexión. El empleado de un casting de TV aparece por la puerta y se dirige a los aspirantes en los siguientes términos: “Buenos días a todos: para evitar esperas innecesarias, los que sepan leer y escribir pueden irse. Chas gracias”. En la Feria del Libro, un padre amenaza a su hijo de la siguiente manera: “¡Junior!, como no dejes de incordiar con el dichoso globo, te compro un libro…¡Y de cuentos!” o un personaje positivo exclama: “No seamos cenizos diciendo que 4 de cada 10 españoles no lee…¡Digamos que 6 de cada 10 españoles lee! ¡Aún somos más los que leemos que los que no leen!”… Los chicos y chicas mayores la visitaron con un pequeño dossier que orientaba un poco las miradas y las reflexiones, todo ello con la mediación de maestros y maestras…

 

MUESTRA DE LIBROS MARAVILLOSOS

 

Por otra parte, la sala de lectura se ha poblado con unos sesenta libros especiales; los hemos llamado “Libros maravillosos” porque se trata de ejemplares de diversos tamaños, variados grosores, curiosas formas… que al abrirlos, van ofreciéndonos vistosas sorpresas: casitas tridimensionales que se construyen mágicamente, bocas o fauces que se abren enseñando poderosas dentaduras, dinosaurios que toman forma amenazante, artilugios mecánicos que se ponen en funcionamiento moviendo una lengüeta, mosaicos que cambian de forma con solo estirar otra lengüeta, piratas y corsarios de aspecto fiero e inquietante … Son libros que es necesario manejar con cuidado por su fragilidad y que habitualmente están guardados para evitar roturas y “averías”. Durante una semana, hemos contado con el grupo de madres “cuentalibros” para enseñárnoslos, clase a clase, aprovechando el horario que cada aula tiene semanalmente en la biblioteca. Esto ha requerido, por parte de dichas madres, un esfuerzo especial porque han mostrado libros a dieciocho clases distintas: un día a las 9 de la mañana, otra sesión a las once y diez o de tres a cuatro de la tarde… Otro grupo de madres han trabajado duramente para pensar, diseñar y realizar materiales ornamentales que tuvieran también esa particularidad, que se pudieran mover, que niñas y niños pudieran tocar en sus visitas a la biblioteca y que permanecerán en la biblioteca largo tiempo.

 

La cenicienta”, “Alicia en el país de las maravillas”, “Los tres cerditos”, “El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza”, “Menos lobos”, “El gran oso que se tragó una mosca”, “¿Quién se puede esconder?”… fueron los títulos mostrados, acompañados de las palabras pronunciadas que fijan la atención, que enfocan las miradas y que provocan la sorpresa o la sonrisa. El resto, colocados en mesas, dentro de maletas…; unos abiertos otros cerrados, esperaban la llegada de niñas y niños para provocar miradas sorprendidas y para sentirse acariciados (alguno les habrá dado alguna caricia fuerte, sin duda); libros de cuentos tradicionales y libros de conocimiento que contenían sobres, bolsillos, cajitas, pergaminos… que almacenaban informaciones desconocidas, como era el caso de “Vampiros”, “Titanic”, “Egipto”, “Leonardo da Vinci”…

 

Un material delicado, pero muy atractivo, amasado con materiales básicos: formas, colores, texturas, palabras, historias, imaginación, sorpresa, fantasía… Al finalizar la visita, todo el alumnado recibía un díptico sensibilizador sobre la necesidad de usar la biblioteca y sus contenidos de una manera respetuosa y cuidadosa para alargar la vida de esos materiales colectivos que están a disposición de toda la comunidad escolar; en definitiva, generar un estímulo de respeto y buen uso de los bienes comunes, en consonancia con el eje actitudinal que este año se está trabajando en el centro.

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P.D.: El díptico nombrado y regalado a todo el profesorado y a todos los niños y niñas, contenía dos páginas interiores que animaban a acudir a la biblioteca (con un poemita ilustrado) y algunas sugerencias de buen uso en la contraportada del documento; concretamente éstas que siguen:

 

Una amiga o un amigo de la Biblioteca Escolar:

 

.. acude frecuentemente a esa instalación para mirar, leer o buscar información en alguno de sus documentos.

 

.. colabora con las personas responsables de la biblioteca para mantener el orden en las estanterías.

 

.. se lleva, prestados, aquellos documentos que le interesan y los trata con cuidado y delicadeza para no estropearlos.

 

.. guarda silencio en el interior para facilitar el estudio y la concentración que requiere la lectura.

 

.. pide información a bibliotecarias o bibliotecarios sobre todo aquello que necesita.

 

.. devuelve, en los plazos previstos, los materiales que tomó prestados para que otras niñas y niños puedan leerlos.

 

.. cuenta a sus amigas y amigos algunas de las sensaciones que experimentó con la lectura.

5 comentarios

Mariano -

Hola, Silvia:

Bueno, por aquí, cada vez que toca recoger también andamos detrás de algunos tardones que olvidaron que un día tomaron un libro prestado. De momento, hemos recogido la muestra de “Libros maravillosos” con pocos daños colaterales: dos o tres lengüetas rotas y poco más. Ahora descansaremos un tiempo, alimentando la biblioteca con las novedades y comenzando a organizar la próxima actividad que desarrollaremos este curso, en torno a la poesía.
Un saludo “casipirenaico” a nuestra amiga patagónica.

Silvialuz -

Hola Mariano! al contrario de ustedes, yo estoy renegando para que me devuelvan libros antes que terminen las clases, y no solo los niños, los docentes solemos "apoderarnos" de aquello que nos gusta también. El año pasado hice una expo que se llamó Museo del libro. Te imaginarás las cosas que había, de mi infancia y mucho antes también. Sirvió para que los chicos murieran de la risa y los grandes se espantaran de las cosas que nos inculcaron sin darnos cuenta, ¡el poder de la letra es impresionante!
Un abrazote.

Mariano -

Hola, Alba y Fina:
Yo creo que esta actividad con los “libros maravillosos” ha sido original y ha resultado mejor de lo que podíamos pensar. Nos hemos atrevido a superar un nuevo reto y viendo las imágenes, se aprecia muy bien la calidez, el contacto, la cercanía de libros, niñas y niños, madres cuentalibros y profesorado…

En cuanto a la revista El Gurrión, de la que habláis las dos, ¡qué voy a decir yo! Bueno, sí, lo diré en el próximo texto que escribiré esta semana… Gracias por la felicitación.

Fina -

Todo llega y todo pasa...más "agobiadillas" que de costumbre por el horario para los cuenta-cuentos, lo cierto es que han sido muy especiales; más íntimos, con mucha más implicación por parte de los alumnos (podían tocar y descubrir sorpresas en los libros)...ha sido un cuenta-cuentos bonito, muy bonito.

Muchas felicidades al GURRION y a los gurriones que trabajais en la revista. La constancia, y el trabajo bien hecho tambien se premian.

Saludos

Alba Buisán Navas -

!Hola Mariano¡ el cuentalibros,me gustó mucho, ya que los libros ersn muy bonitos,también me gustó porque no fue un cuentalibros como siempre, ya que después podias ver la exposición.
p.d.La revista GURRIÓN ya la he observado y me ha gustado, también se la enseñé a mis padres,¡ Enorabuena por el premio!